Esta ley internacional se aprobó en 1989 y defiende los derechos que tienen los niños, niñas y adolescentes en todo el mundo
Cada 20 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Infancia, una jornada impulsada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el objetivo de concienciar sobre la situación que viven los niños más desfavorecidos y defender los derechos de la infancia en todo el mundo.
No es una fecha elegida al azar. El 20 de noviembre de 1959 se firmó la Declaración de los Derechos del Niño y, tres décadas más tarde, en 1989, se firmó la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), que este 2024 cumple 35 años.
La CDN es una ley internacional ratificada por 196 países que se centra en los derechos de los niños, niñas y adolescentes (menores de 18 años). Está compuesta por un total de 54 artículos que recogen los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos de la infancia.
Su aplicación es obligatoria para los gobiernos de los países firmantes, pero el texto también define las obligaciones y responsabilidades que tienen los padres y madres, profesores, profesionales de la salud, investigadores y los propios niños y niñas. En este sentido, la Convención se rige por cuatro principios:
- No discriminación: todos los niños y niñas tienen los mismos derechos, sin importar su color de piel, religión o procedencia.
- Interés superior del niño: cualquier ley que pueda afectar a un menor tiene que tener en cuenta qué es lo mejor para él.
- Derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo: todos los niños y niñas tienen que tener la posibilidad de alcanzar su máximo potencial en la vida.
- Participación infantil: las opiniones sobre las situaciones que les afectan deben tenerse en cuenta.
¿Qué derechos tienen los niños?
La Convención sobre los Derechos del Niño tiene 54 artículos. Todos los derechos que recoge el texto son importantes, pero vamos a recopilar algunos de los más destacados.
El artículo 8 establece que los niños tienen derecho a una identidad, es decir, a una inscripción que incluya su nombre, nacionalidad y relaciones familiares. El artículo 9 señala que no se debe separar a los niños de su padre y su madre, a menos que estos no los cuiden como es debido (por ejemplo, si el padre o la madre hacen daño al menor).
El artículo 13 protege la libertad de expresión. Los niños tienen derecho a compartir libremente con los demás lo que aprenden, lo que piensan y lo que sienten, ya sea hablando, dibujando, escribiendo, o a través de cualquier otro medio, a menos que perjudique a otras personas.
El artículo 24 establece que los niños tienen derecho a la mejor atención de la salud que se les pueda brindar, al agua limpia para beber y a una alimentación sana. El artículo 27 lo complementa y señala que los niños tienen derecho al vestido y a un lugar seguro donde vivir, para que puedan crecer del mejor modo posible.
El artículo 28 defiende el derecho a la educación. El artículo 31 garantiza el derecho al descanso, a relajarse, a jugar y a participar en actividades culturales y creativas. Por su parte, el artículo 32 advierte que los niños tienen derecho a que se les proteja de realizar trabajos que sean peligrosos o nocivos para su formación, su salud o su crecimiento.
Todos los artículos pueden consultarse en la página web de Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia).
¿Se está cumpliendo la Convención?
El objetivo de la CDN es proteger a los niños de todo el mundo, defendiendo las cosas a las que estos deberían poder acceder por el simple hecho de ser niños. Sin embargo, 35 años después de su aprobación, millones de menores todavía siguen sin tener garantizados sus derechos en materias como la educación, la salud, la seguridad o la alimentación.
Según los últimos datos de la UNESCO, actualmente 250 millones de niños en todo el mundo están sin escolarizar. Casi la mitad de esos menores que no van a la escuela (48%) son niñas y mujeres jóvenes.
A escala mundial, uno de cada cinco niños y niñas nunca ha sido vacunado o no ha recibido todas las vacunas que necesita. Son los datos del último informe Estado Mundial de la Infancia publicado por Unicef.
Save the Children advierte en un estudio que el mundo nunca había sido tan peligroso para los menores. El número de violaciones graves cometidas contra niños y niñas en conflictos armados alcanzó el nivel más alto de la historia en 2023. Ese año, un total de 473 millones de niños y niñas (el 19% de la población infantil mundial) vivieron en zonas de guerra.
Unicef también señala en una investigación que la pobreza alimentaria afecta a 1 de cada 4 niños en el mundo, que no pueden consumir una alimentación nutritiva y variada para crecer correctamente. La mayoría de los afectados se alimenta únicamente con leche materna o productos lácteos, o un alimento básico rico en almidón (arroz, maíz o trigo).
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