24 noviembre 2024
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24 noviembre 2024

50 años de la muerte de Salvador Puig Antich

El joven anarquista catalán fue ejecutado por el régimen franquista  en la cárcel Model de Barcelona en 1974, un año antes del fin de la dictadura

El 2 de marzo de 2024 se cumplen 50 años de la muerte del revolucionario Salvador Puig Antich. Su ejecución a manos del franquismo, apenas 20 meses antes de que la dictadura de Franco llegara a su fin, lo convirtió en un símbolo de resistencia contra el régimen y la pena de muerte.

Puig i Antich nació el 30 de mayo de 1948 en Barcelona en el seno de una familia obrera. Empezó a militar en el activismo político siendo muy joven: durante su adolescencia y primeros años de adultez, se involucró en multitud de actividades políticas y participó en organizaciones juveniles anarquistas

En aquel tiempo, España estaba gobernada por el régimen de Francisco Franco, que limitaba las libertades políticas y reprimía cualquier disidencia. Esto motivó a muchos jóvenes a participar en movimientos de resistencia y lucha contra el régimen. Entre ellos, estaba nuestro protagonista. 

Cuando terminó sus estudios, Puig i Antich se unió al Movimiento Ibérico de Liberación (MIL), un grupo anarquista que abogaba por la lucha armada contra el franquismo. El MIL llevaba a cabo acciones de guerrilla urbana y el joven catalán se convirtió en uno de los miembros activos del grupo. Estuvo involucrado en diversas actividades clandestinas.

Su participación en el MIL lo llevó a ser detenido en varias ocasiones por las autoridades franquistas, pero eso no lo disuadió de continuar su activismo. Sin embargo, en 1973 fue arrestado por su presunta implicación en la muerte de Francisco Anguas Barragán, un policía que perdió la vida durante un tiroteo en Barcelona. 

Tras ser juzgado por un tribunal militar, fue condenado a muerte como culpable del fallecimiento de aquel agente. Con solo 25 años, Salvador Puig i Antich fue ejecutado por el régimen franquista mediante garrote vil en la cárcel Model de Barcelona el 2 de marzo de 1974. 

Ejecución de presos políticos

En la actualidad, la muerte de Salvador Puig Antich es una de las más recordadas de los juicios franquistas. Junto al alemán Heinz Ches, fue la última persona que el régimen de Franco ejecutó con garrote vil, una máquina que estrangulaba a la víctima. Este método de origen medieval estuvo vigente legalmente en España desde 1820 hasta la abolición total de la pena de muerte, aprobada la Constitución de 1978

El Consejo Supremo de Justicia Militar, órgano encargado de dictar sentencias durante la dictadura, aprobó la condena de muerte del anarquista catalán en febrero de 1974. Esta sentencia generó un enorme movimiento de rechazo dentro y fuera de España, que intentó evitar la ejecución de Puig i Antich.

Muchos críticos argumentaron que su juicio tuvo muchas irregularidades procesales y la condena se basó en pruebas insuficientes o poco fiables. Pidieron el indulto, es decir, que el régimen franquista revocara la pena de muerte y la cambiara por otra pena alternativa, como cadena perpetua o un tiempo determinado en la cárcel. 

Sin embargo, eso no ocurrió. La noche del 1 de marzo de 1974, el Gobierno de Franco comunicó a Puig Antich la noticia: al día siguiente sería ejecutado en la Model de Barcelona.

Durante la dictadura franquista en España, se llevaron a cabo numerosas ejecuciones de presos políticos (personas encarceladas debido a sus creencias, actividades o afiliaciones políticas). Estas formaron parte de la política represiva del régimen contra cualquier forma de oposición y como una herramienta para atemorizar a la población.

El recuerdo en la cárcel Model

El Ayuntamiento de Barcelona preserva actualmente el espacio de la antigua prisión Model donde fue ejecutado Salvador Puig Antich como parte de su compromiso con la memoria histórica. Allí se organizan visitas guiadas para conocer la historia de este revolucionario y cómo fueron sus últimos días de vida en la prisión. 

Durante décadas, la cárcel Model de Barcelona fue el centro de internamiento de disidentes políticos, tanto de las dictaduras de Primo de Rivera y Franco, como de participantes en otras huelgas y movimientos de protesta

Allí estuvieron encarcelados personajes como Lluís Companys, presidente de la Generalitat de Catalunya entre 1934 y 1940, y Salvador Seguí, una de las personas más destacadas del anarcosindicalismo catalán.

A día de hoy sigue siendo considerada un símbolo de la represión franquista en Catalunya. Hasta 15.000 reclusos convivieron en esta prisión durante la dictadura, donde también se ejecutaron al menos a 24 personas con el método del garrote vil

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