Cada 11 de julio se celebra el Día Mundial de la Población, un evento de la ONU que trata de concienciar sobre temáticas demográficas globales
La población mundial alcanzó los 8.000 millones de personas el 15 de noviembre de 2022. Es la fecha señalada en el informe Perspectivas de la Población Mundial elaborado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que calcula el crecimiento demográfico global a partir de los datos de centenares de países y regiones. El informe también indica que la mayoría de este crecimiento se concentra en los países y regiones con menos recursos.
A mitad del siglo pasado, el mundo tenía poco más de 2.000 millones de habitantes. Esto significa que, en tan solo 70 años, el planeta ha triplicado su población. Y es más: si el ritmo de crecimiento poblacional se mantiene, se calcula que en el año 2050 habrá 10.000 millones de personas en la Tierra.
Además, la esperanza de vida ha aumentado en todo el mundo, por lo que cada vez necesitaremos más recursos y asistencia médica para atender a la gente mayor. Los últimos datos disponibles muestran que las mujeres tienen una esperanza de vida mayor: la media global es de 73,8 años, frente a los 68,4 años de los hombres.
Esta situación supone todo un desafío para el planeta y sus recursos naturales, ya que nuestro modelo de consumo y producción no es lo suficientemente sostenible: gastamos más recursos de los que la Tierra puede reponer de forma natural, y generamos más desperdicios de los que reciclamos o transformamos.
El problema de la sobreexplotación se une a los efectos del cambio climático, los conflictos armados o las crisis migratorias, que afectan a centenares de millones de personas en todo el mundo. Si aumenta la población mundial, lo más probable es que también aumente el número de personas afectadas por estas problemáticas.
El auge de los países en desarrollo
Una de las conclusiones más destacadas del informe es que el crecimiento de población no es igual en todas las regiones del planeta. Entre el año 2000 y el 2020, el crecimiento global (la media entre el aumento de población de todos los países) fue del 1,2%. Sin embargo, en 48 países el crecimiento era el doble de rápido.
De éstos, 33 eran países africanos y 12 estaban en Asia, lo que significa que la población aumenta más en los países en desarrollo (con menos recursos) que en regiones desarrolladas como Europa, donde la población está más envejecida.
Además, más de la mitad del aumento de población previsto para el año 2050 se concentrará en tan solo ocho países: República Democrática del Congo, Egipto, Etiopía, India, Nigeria, Pakistán, Filipinas y Tanzania.
El crecimiento de población puede suponer un obstáculo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que incluyen objetivos como reducir la pobreza y el hambre en el mundo, promover una educación de calidad o construir unas ciudades más sostenibles. Por ejemplo, si aumenta el número de niños en edad escolar, quedarán menos recursos para mejorar el sistema educativo; o bien, si aumenta la población de la tercera edad, los hospitales y centros sanitarios podrían verse colapsados.
En abril de 2023, la India superó a China en número de habitantes y se ha convertido en el país más poblado del mundo. La India es un país de contrastes, donde el crecimiento económico convive con una gran desigualdad y pobreza: eso podría provocar que millones de personas más vivieran en situación de vulnerabilidad
China e India son, respectivamente, el primer y tercer país más contaminantes del mundo, por lo que el aumento demográfico tendrá un impacto directo sobre el cambio climático (a menos que los gobiernos de estos países adopten medidas efectivas para reducir las emisiones y promover el uso de energías renovables).
La Tierra, por encima de sus capacidades
Una de las consecuencias más visibles de la sobrepoblación del planeta es que el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra cada vez llega más temprano: es el día en que la humanidad agota los recursos naturales disponibles para todo el año. En España, esta fecha llegó el 12 de mayo de 2023, lo que significa que vivimos como si tuviéramos dos planetas Tierra a nuestra disposición. Aunque la fecha varía según el país.
Esta fecha se calcula teniendo en cuenta la cantidad total de recursos naturales que la Tierra puede producir en un año: superficie de bosque, cantidad de agua, reservas de combustibles fósiles, biodiversidad de especies animales y plantas… En la actualidad, gastamos todos estos recursos a un ritmo más rápido de lo que pueden volver a reponerse, por eso decimos que entramos en “deuda ecológica” con el planeta.
Una vez más, este gasto se produce de forma desigual: los países más ricos entran en deuda ecológica mucho antes que los países pobres. Esto significa que los países desarrollados gastan más recursos naturales y generan más contaminación, mientras que los países en desarrollo sufren peores consecuencias, porque no tienen recursos para combatir la contaminación o implantar sistemas de energía renovables.
Esta es una de las principales reivindicaciones de la COP27: la Cumbre del Clima que se celebró en noviembre de 2022 en Egipto. Los efectos del cambio climático ya se están sintiendo en todo el mundo, pero los países pobres serán los más perjudicados. Por eso exigen a los países ricos un fondo de compensación para poder adaptarse y proteger a su población, que cada vez será más numerosa.