Es la segunda mujer en conseguir este galardón, considerado el premio Nobel de las Matemáticas
La matemática ucraniana Maryna Viazovska, especializada en la teoría de los números, ha sido galardonada con la Medalla Fields, el premio más prestigioso del mundo en el ámbito de las matemáticas. Es la segunda mujer en recibir este reconocimiento en los casi 90 años de historia de este premio.
El jurado ha reconocido el trabajo de Viazovska a la hora de resolver un problema matemático planteado hace más de 400 años por el científico alemán Johannes Kepler: cuál era la mejor forma de agrupar esferas para aprovechar al máximo un espacio. En 1611, Kepler expuso que la mejor manera era en forma de pirámide, aunque no lo demostró con números.
La teoría de Viazovska demuestra numéricamente cuál es la mejor manera de almacenar esferas en diferentes dimensiones: ha trabajado durante años para buscar la solución matemática en diferentes casos, calculando el resultado hasta en 8 y 24 dimensiones.
Viazovska tiene 37 años y nació en Kyiv, la capital de Ucrania. Inició su investigación postdoctoral en la Escuela de Matemáticas de Berlín y en la Universidad Humboldt (Alemania): allí empezó a desarrollar la solución al problema de Kepler, que presentó en 2016. Actualmente trabaja en la Escuela Politécnica Federal de Lausana, en Suiza, una institución pionera donde se desarrollan grandes investigaciones en el ámbito científico.
La Medalla Fields se otorga cada cuatro años y puede haber hasta cuatro premiados en cada entrega. En esta edición, también han sido galardonados con la Medalla Fields el matemático francés Hugo Duminil-Copin, el británico James Maynard, y el estadounidense June Huh.
Matemáticas con “M” de mujer
La Medalla Fields empezó a entregarse en 1936 y, hasta ahora, solo una mujer había recibido esta distinción: la matemática iraní Maryam Mirzakhani, profesora en la Universidad de Stanford (Estados Unidos), que recibió la medalla en 2014 por sus estudios sobre la simetría en las superficies curvas. Maryna Viazovska ha sido la segunda.
La figura de las mujeres en el mundo de la ciencia empieza a ser reconocida, aunque la diferencia con los hombres sigue siendo muy grande. De los 978 Premios Nobel entregados entre 1901 y 2021, solo 58 han sido mujeres; y de éstas, solo 22 mujeres fueron reconocidas en las categorías científicas de Física, Química o Medicina.
De acuerdo con datos de las Naciones Unidas, menos del 30% de investigadores y científicos en todo el mundo son mujeres. Esta situación afecta no solo al personal de laboratorios u hospitales, sino también a carreras tecnológicas de futuro, como los desarrolladores de software o aplicaciones.
Esta desigualdad de oportunidades empieza desde que las niñas son muy pequeñas: en algunos entornos persiste la falsa creencia de que las niñas no sirven para la ciencia (o incluso para estudiar). Esto impide que millones de niñas y adolescentes de todo el mundo puedan crearse su propio futuro y ser independientes.
Por otro lado, la falta de referentes hace que muchas ni se planteen la posibilidad de dedicarse a una profesión científica, por eso es importante dar visibilidad a las mujeres científicas en cada pequeño logro que consigan. La Unión Internacional de Matemáticas, por ejemplo, ha creado un Comité para las Mujeres en Matemáticas con ese objetivo.
La desigualdad de género en el ámbito científico se extiende a otras cuestiones como la brecha salarial, la falta de visibilidad o una menor presencia en cargos de responsabilidad.
El Premio Nobel de las Matemáticas
La Medalla Fields reconoce a matemáticos menores de 40 años por sus investigaciones y teorías en el campo de las matemáticas. En ese sentido, no solo se premian sus descubrimientos, sino también el potencial de su carrera en un futuro.
El premio lo otorga la Unión Internacional de Matemáticas, una organización que promueve la cooperación entre matemáticos de todo el mundo, además de divulgar su trabajo y sus descubrimientos.
No obstante, el verdadero impulsor de este premio fue el matemático canadiense John Charles Fields (1863-1932). Fields estudió en la Universidad de Toronto (Canadá) y en la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos), y a principios del siglo XX viajó por Europa para conocer qué teorías matemáticas se estaban desarrollando allí.
La Primera Guerra Mundial (1914-1919) interrumpió aquella iniciativa de colaboración entre científicos de diferentes países, e incluso enemistó a algunos de ellos. Aun así, durante el Congreso Internacional de Matemáticas de 1924 celebrado en Canadá, Fields propuso la creación de unos premios que reconocieran los grandes descubrimientos matemáticos a nivel mundial y legó su herencia para financiarlos.
J.C. Fields murió cuatro años antes de que se entregara la primera medalla, que recibió su nombre como reconocimiento a su espíritu de cooperación y su pasión por las matemáticas.