Pueblos y ciudades de varios países apuestan por la literatura para atraer al turismo y promover la cultura
¿Qué tienen en común el pequeño pueblo galés de Hay-on-Wye, la aldea francesa de Montolieu o el municipio catalán de Calonge? Diferentes países y diferentes lenguas, pero la misma pasión por los libros, lo que les ha convertido en villas de libros.
Las booktown, traducido como “ciudades de libros” o “villas de libros”, son pequeñas poblaciones que acogen varias librerías en sus calles y convierten la venta de libros en uno de sus principales actividades económicas. El objetivo es promover el turismo bibliófilo, que atrae a los amantes de los libros, pero también fomentar la cultura y la literatura en la zona.
Según la Organización Internacional de Ciudades de Libros (IOB), una booktown es una ciudad o pueblo pequeño, preferiblemente en el entorno rural, donde se concentran varias tiendas de libros, sobre todo librerías de viejo y anticuarios que venden libros de segunda mano y ejemplares antiguos.
El objetivo de este proyecto, según cuentan en su página web, es impulsar un desarrollo sostenible en estas zonas, tanto a nivel cultural como económico, ya que el turismo de libros se considera un turismo de calidad que puede aportar muchos ingresos.
La popularidad de las booktown ha hecho que algunos municipios apuesten por este modelo e inauguren varias librerías de golpe para darse a conocer. Es el caso de Calonge (España), un municipio de poco más de 11.000 habitantes que en diciembre de 2021 abrió siete librerías en el centro histórico de la ciudad.
Cada una está centrada en una temática diferente (librería infantil, literatura de viajes, cómics, libros en otros idiomas…) y cuentan con ayudas económicas del gobierno local para impulsar los negocios.
El sueño del Reino de Hay
En todo el mundo existen ciudades pobladas de librerías y barrios donde se acumulan vendedores de libros de segunda mano. No obstante, se considera que la primera booktown de la historia fue Hay-on-Wye, un pueblecito de menos de 2.000 habitantes al sureste de Gales.
El librero inglés Richard Booth abrió allí una tienda de libros de segunda mano en 1961, en un antiguo parque de bomberos abandonado. Su objetivo era dinamizar la economía y la vida social de esta zona rural, en un momento en que cada vez más gente abandonaba el campo para irse a vivir y trabajar a la ciudad.
El entusiasmo de Booth hizo que otros siguieran su ejemplo y durante la década de 1970 abrieron varias tiendas de libros. En su mejor época, Hay-on-Wye llegó a tener más de 20 librerías, aunque con la aparición de internet y los libros electrónicos, muchas han tenido que reinventarse en tiendas de antigüedades y souvenirs para los turistas.
Booth era un personaje poco convencional y pronto captó la atención de los medios para dar a conocer su construcción literaria. Nombró el pueblo como “Reino de Hay” y se coronó a sí mismo como Ricardo Corazón de Libro en alusión al rey Ricardo I de Inglaterra, conocido como Ricardo Corazón de León.
En 1988 creó un festival literario que todavía hoy se celebra y que cada año arrastra a decenas de miles de turistas hasta esta pequeña localidad galesa. Escritores tan conocidos como Salman Rushdie, Mario Vargas Llosa o Ian McEwan han participado en el festival. Booth murió en 2019, pero su reino literario sigue más vivo que nunca.
Ciudades de libros por el mundo
La IOB agrupa a veinte ciudades de libros en diferentes países europeos como Suecia, Bélgica, Dinamarca o Croacia, pero también en Australia, Malasia y Nueva Zelanda. Hay muchas más booktowns en el mundo, pero no todas pertenecen a esta asociación.
Montolieu es un pueblecito medieval al sur de Francia con poco más de 800 habitantes. En la década de 1990, el encuadernador de libros Michel Braibant tuvo la idea de fundar una villa de libros donde, además de librerías, también se mostraran los diferentes oficios relacionados con los libros: bibliotecarios, diseñadores, editores, impresores…
Hoy en día, Montolieu acoge a toda una comunidad de artistas y libreros que venden libros nuevos y antiguos, además de un museo temático. Cada año recibe más de 50.000 visitantes y organiza conferencias, lecturas y exposiciones sobre literatura y sus autores.
Al otro lado del hemisferio norte, en Japón, se encuentra Jimbocho: un barrio a las afueras de Tokio conocido como “el barrio de los libros”. En Jimnocho hay cerca de 200 librerías en un laberinto de calles y callejones, la mayoría con libros de segunda mano o antigüedades apilados en estanterías desde el suelo hasta el techo.
Hobart Book Village es una ciudad de libro en el estado de Nueva York (Estados Unidos) fundada en el año 2005. Actualmente cuenta con siete librerías (el pueblo tiene poco más de 500 habitantes), además de galerías de arte, tiendas de antigüedades y ropa vintage.
Otros vendedores de libros de segunda mano se han establecido en los alrededores del pueblo, por lo que los bibliófilos pueden disfrutar de una ruta entre la naturaleza de las montañas Catskill. Además, cada año se organiza un Festival de Mujeres Escritoras.