La violencia de género es una de las manifestaciones más claras de la desigualdad entre hombres y mujeres
El término violencia de género describe cualquier acto con el que se busque hacer daño a una persona por motivo de su género. Aunque no es lo mismo que violencia machista, ambos conceptos suelen utilizarse como sinónimos porque la gran mayoría de víctimas de la violencia de género son mujeres.
La violencia contra las mujeres puede manifestarse de muchas formas: el matrimonio infantil, la mutilación genital femenina o la explotación sexual son algunos ejemplos. Sin embargo, la forma de violencia de género más extendida es la que tiene lugar dentro de las relaciones de pareja.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) denuncia que 1 de cada 3 mujeres en todo el mundo ha sufrido violencia física y/o sexual por parte de su pareja. Este tipo de violencia puede producirse por medios físicos, económicos y/o psicológicos, tanto en el ámbito público como en el privado.
La violencia de género constituye un grave problema de salud pública y una violación de los derechos humanos. Las mujeres víctimas de violencia sufren un daño que en ocasiones es irreparable y que impide su desarrollo económico, social y personal.
Las tasas de depresión, trastornos de ansiedad, embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual son más altas en las mujeres que han sufrido violencia de género en comparación con las que no la han experimentado nunca, según expone ONU Mujeres.
Tipos de violencia de género
El caso más habitual de violencia de género ocurre cuando la víctima es agredida por parte de su pareja o expareja. El agresor puede ejercer la violencia de diferentes formas: violencia física, psicológica, sexual y/o económica.
Cuando hablamos de violencia física nos referimos a cualquier acción que provoca daño o sufrimiento físico, como pueden ser golpes, patadas o empujones. El caso más grave de violencia física es el feminicidio, un término que define los asesinatos de mujeres por razones de género.
La violencia psicológica puede manifestarse de muchas formas: acoso, intimidación, humillación, manipulación, aislamiento… Este tipo de comportamientos producen una serie de daños emocionales que perjudican el desarrollo personal de la víctima. El principal problema de este tipo de violencia es que suele ser difícil de detectar.
La violencia sexual se refiere a cualquier comportamiento que suponga una violación del derecho de las mujeres a decidir sobre su sexualidad. El acoso sexual o la violación son dos formas de ejercer violencia sexual, pues son actos que se realizan sin el consentimiento de la víctima.
Por último, la violencia económica se refiere a cualquier acción que implique el control sobre la economía de la víctima. El objetivo es eliminar la independencia económica de la mujer, por ejemplo, controlando su dinero e impidiéndole el acceso a sus cuentas bancarias.
Una muestra de la desigualdad
El machismo, entendido como la idea de que el hombre es superior a la mujer, se pone de manifiesto a través de la violencia de género. De hecho, este tipo de violencia es una de las manifestaciones más claras de la desigualdad entre hombres y mujeres que todavía existe en la sociedad.
El agresor se siente en una posición de superioridad y dominación con respecto a la víctima, lo que le hace creer que tiene derecho a ejercer un daño físico, psicológico o sexual. El objetivo siempre es hacer daño y conseguir el control sobre la mujer.
Para prevenir la violencia de género es fundamental la educación y promover la igualdad desde edades tempranas. También hay que luchar contra los estereotipos de género que siguen reproduciendo ideas sexistas: por ejemplo, asociar la agresividad a los hombres y la sumisión y obediencia a las mujeres solo contribuye a reproducir actitudes machistas.
Los y las jóvenes deben aprender valores como el respeto, la igualdad o la empatía. Asimismo, es importante que conozcan el significado de conceptos como machismo, igualdad de género o violencia machista para que comprendan la gravedad del problema.
Además, es importante sensibilizar a la población en general. La violencia de género es una de las mayores lacras a las que se enfrenta la sociedad actual y solo podremos erradicarla si todos y todas nos implicamos.
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