Cerca de 2.000 menores sufrieron abusos sexuales por parte de la Iglesia en Illinois (Estados Unidos) entre 1950 y 2010, según una nueva investigación
Los abusos sexuales a menores son uno de los problemas más graves que ocurren actualmente dentro de la Iglesia católica. En las últimas décadas, se han registrado diferentes casos de abusos en iglesias y diócesis de todo el mundo, llevados a cabo por sacerdotes, obispos y otros representantes eclesiásticos.
El último caso que se ha conocido ha tenido lugar en el estado de Illinois, en Estados Unidos. Según una investigación de la fiscalía general de ese Estado, al menos 1.997 menores sufrieron abusos sexuales por parte de 451 sacerdotes católicos en la diócesis de Illinois entre 1950 y 2010.
El informe, de casi 700 páginas y publicado esta semana, detalla cómo el abuso fue tolerado y ocultado por los propios miembros de la iglesia durante siete décadas. El texto también contiene relatos de las víctimas de los presuntos abusos sexuales, así como los nombres de los clérigos acusados.
Esta se suma a una larga lista de investigaciones en todo el mundo sobre abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica. Una de las últimas investigaciones está teniendo lugar en América Latina, donde la Fiscalía de Bolivia está investigando varias denuncias de pederastia contra sacerdotes católicos.
A finales de abril, el medio español El País publicó el diario personal del clérigo jesuita Alfonso Pedrajas, muerto en Bolivia en 2009. Un familiar entregó al periódico este diario, donde el cura español confesaba haber abusado de decenas de menores en colegios bolivianos.
Tras las revelaciones de este periódico, la Fiscalía de Bolivia recibió al menos ocho denuncias de presuntos abusos cometidos por la Iglesia. Ahora el presidente del país, Luis Arce, ha pedido al papa Francisco el acceso a todos los archivos que la Iglesia tenga sobre los casos de pederastia a manos de sacerdotes y religiosos católicos que han ocurrido en el país.
La respuesta del nuevo papa
En los últimos años, los escándalos de abusos han perjudicado la reputación de la Iglesia y han supuesto un gran reto para el papa Francisco. El pontífice ha intentado mostrar una actitud más cercana y dialogante que sus antecesores y, desde su nombramiento, muchos religiosos han valorado los aires de cambio y renovación que ha introducido en la Iglesia.
Para hacer frente a la problemática de los abusos sexuales a menores, el papa ha aprobado más protocolos internos para investigar estos casos y responsabilizar a los cargos más altos de la Iglesia. En 2015 creó la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, encargada de impedir que los abusos se repitan y proteger a menores y adultos vulnerables.
En 2021 se reformó el Código de derecho canónico, un documento que recoge las normas que regulan la Iglesia católica. A partir de ahora, este documento incluye un artículo que define la pederastia como “un delito contra la dignidad humana” que puede conllevar sanciones directas contra los religiosos abusadores, como la expulsión del estado clerical.
Al margen de estas modificaciones, uno de los principales avances simbólicos ha sido el perdón. En los últimos años Francisco ha pedido perdón mediante cartas, homilías y visitas a lugares afectados, no solo por delitos sexuales sino por cualquier forma de abuso cometido por la Iglesia en las últimas décadas.
Pese a estas modificaciones y actos, las víctimas piden medidas más estrictas para prevenir futuros casos y destituir de la Iglesia a los responsables de los abusos. Estas medidas pueden incluir una rigurosa selección y formación de los futuros sacerdotes y la implementación de protocolos claros para el manejo de denuncias por pederastia.
‘Spotlight’: la importancia del periodismo
El periodismo de investigación desempeña un papel crucial en nuestra sociedad al revelar escándalos que se mantienen ocultos, como la corrupción o los abusos de poder. Estas investigaciones, que conllevan mucho trabajo y rigurosidad, tienen el poder de sacar a la luz asuntos que afectan directamente a la sociedad, dando voz a sus protagonistas.
Un ejemplo emblemático del poder del periodismo es el caso de Spotlight, la unidad de investigación del periódico estadounidense The Boston Globe que destapó el escándalo de los abusos sexuales perpetrados por miembros de la Iglesia católica en Massachusetts.
En 2001, el equipo de periodistas de esta unidad emprendió una investigación exhaustiva sobre los abusos de la Iglesia cometidos en este estado, tratando de revelar cómo las autoridades eclesiásticas habían cubierto de forma sistemática estos delitos. Durante meses, el equipo trabajó recopilando pruebas y entrevistando a víctimas.
La investigación tuvo un gran impacto. Los periodistas revelaron que más de 70 sacerdotes en el área de Boston estuvieron involucrados en casos de abusos sexuales a menores entre 2001 y 2003, delitos que la Iglesia trató de ocultar. Como consecuencia, se establecieron comisiones independientes para controlar estos casos y se iniciaron procesos legales contra los responsables.
Los reporteros fueron galardonados con el Premio Pulitzer en la sección servicio público por su trabajo, uno de los premios más importantes del periodismo. Tal fue el impacto de la historia que años más tarde se hizo una película sobre la investigación. Spotlight (2015), dirigida por Thomas McCarthy, ganó el Oscar a la mejor película.