El reportaje es un género periodístico que se caracteriza por ser un trabajo documental planificado con el propósito de informar en profundidad a los lectores. El periodista se acerca a un hecho real y, mediante las fuentes consultadas, realiza un análisis de la información que estas le han proporcionado. Un reportaje, en general, es una pieza más larga y completa, que necesita un tiempo mayor de desarrollo que cualquier otro género informativo. Al igual que en la noticia, la visión del hecho a relatar se proporciona mediante la entrevista a diversas fuentes. Para la realización de un reportaje es esencial elegir las fuentes correctas que nos proporcionen la información necesaria. Normalmente es el periodista quien contacta con las fuentes. La manera más común es yendo en persona a buscarla, es decir, el periodista busca un cara a cara con la fuente. También se puede contactar mediante llamada, vídeo llamada o correo electrónico. En el caso del reportaje, se requieren consultar cuantas más fuentes mejor, que proporcionen una mayor credibilidad al trabajo periodístico realizado. Si se trata de un reportaje escrito, suele ir acompañado de imágenes para dar mayor veracidad a los hechos, pero también puede llevarse a cabo en formato audiovisual.
La organización de un reportaje
Para la realización de un buen reportaje deben seguirse una serie de pasos. En primer lugar, es importante que el tema sea de interés. Se puede realizar un reportaje de muchos tipos: viajes, gastronomía, política, ciencia, cultura, sociedad, moda, acontecimientos, etc., pero siempre sabiendo que será de interés del lector al cual va dirigido. Además, los reportajes se pueden clasificar en diferentes grupos: reportaje científico (avances y descubrimientos científicos); reportaje explicativo (profundiza en hechos de interés para la sociedad); reportaje investigativo (captar detalles desconocidos de un hecho en particular); reportaje de interés humano (centrado en una persona o dando importancia a un aspecto de vida) … Todos estos ejemplos de reportajes tienen cabida en todos los medios de comunicación. Una vez se conoce el tema a tratar, el periodista debe realizar un pequeño esquema analizando los contenidos que se abordarán, la estructura que se llevará a cabo y el estilo del reportaje. El estilo del reportaje es narrativo y creativo, es decir, admite el punto de vista del periodista, pero sin que aporte su opinión personal. El paso más importante es la investigación, donde el periodista se informará sobre el tema y, por consiguiente, consultará y realizará una entrevista con las fuentes que protagonizarán el reportaje. Una vez obtenida toda la información, es el momento de redactar el reportaje. Por tanto, para la elaboración de un reportaje deben seguirse de manera general los siguientes pasos: investigación, organización de la información, redacción y presentación.
La redacción del reportaje
No existe una estructura general que sirva para redactar todo tipo de reportajes, pero sí existen diferentes formas de exponer la información.En primer lugar, es importante que el titular sea sugerente, corto y llamativo, que logre captar la atención. A este le acompañará siempre un subtítulo i/o un antetítulo. Además, el texto comenzará con una entradilla o lead, que sea interesante, suscite la curiosidad y que, por descontado, responda a las 6W (qué, quién, dónde, cuándo, cómo y porqué). Pero en este caso, el cuerpo no debe seguir la estructura de la pirámide invertida como sí hace la noticia.Es el periodista quién debe elegir cómo quiere exponer los hechos ocurridos. A lo largo del texto o de la pieza audiovisual se deben exponer las fuentes y la información contrastada con el tema que se trata. Uno de los aspectos más importantes del reportaje es cómo termina, su final. Se debe terminar con un párrafo a modo de conclusión, en el que se expongan los datos finales de la investigación. Además, el periodista puede añadir un comentario que invite al lector a reflexionar sobre aquella información.
Consejos para realizar un reportaje
Existe una regla vital para la redacción de un reportaje. Es muy importante que los hechos contados por las fuentes lo especifiquen en la redacción, o bien mediante citas o bien exponiendo quién ha proporcionado esa información, siempre que la fuente esté de acuerdo en mostrarse públicamente. Por ejemplo, si estamos realizando un reportaje sobre el veganismo y entrevistamos al encargado de una peluquería vegana y ecológica, podemos usar sus declaraciones en el texto, entrecomillas. Ejemplo: “siempre utilizo productos veganos y no testados en animales para los tratamientos”. Además, como en cualquier pieza periodística de género informativo, es importante que el reportaje cumpla con las características de objetividad, claridad y precisión.Para ofrecer mayor objetividad y precisión a esta información es necesario incluir la declaración de testimonios, descripción de paisajes, infografías, imágenes o textos complementarios.
Como hacer un fotorreportaje
¿Qué es un fotorreportaje?
El fotorreportaje es el registro visual de un hecho que es noticia y que tiene como objetivo informar al destinatario sin la necesidad de tener que leer, sino a través de las imágenes. Las fotografías que ilustran el hecho noticiable deben comunicar: qué, quién, cómo, cuándo y dónde.Para poder realizar un buen fotorreportaje hay que seguir unas pautas:Lo primero y más importante es elegir un tema para basar tu fotorreportaje, ya que con este tema se basarán tus ideas de fotografías.Después de escogerlo, el siguiente paso es profundizar en el tema en cuestión, porque gracias a ello con las imágenes podremos argumentar mejor lo que queremos transmitir al público. Una buena justificación puede hacer que la gente entienda su punto de vista.El siguiente paso para continuar es planificar la narración de la misma historia mediante un guión para poder crear tu propia historia y así tener claro tu narración en todo momento, aunque también puede haber imprevistos y modificar el guión en algún momento.Hacer una gran cantidad de fotografías para tener un abanico de material y que sea suficiente para escoger a la hora de conseguir el producto final.
Definir qué planes fotográficos queremos hacer como:
Gran plano general: Este tipo de plano es el más abierto de todo el mundo, y comprende una gran cantidad de paisajes. Suele tener también algo que protagoniza el plano, un punto de interés, no es simplemente un paisaje amplio. A pesar de tener un elemento o persona protagonista, el fondo tendrá casi la misma importancia que éste, por lo que deberemos prestar especial atención a la hora de encuadrarlo.
Plano entero: Nuestra persona o elemento de interés sale completamente, protagonizando la fotografía y ocupando de arriba abajo todo el encuadre. Puedes ajustar más o menos este encuadre, para llenar más o menos la fotografía, pero cuidado con cortar los pies.
Plano detalle: Sin embargo, el protagonista de nuestro ejemplo se quedará en una postura neutra para que puedas visualizar más fácilmente todos los tipos de plano. Este tipo de plano se centra en alguna parte concreta de nuestra persona o elemento protagonista, en algún detalle de éste, para resaltarlo.
Plano picado: Al colocar la cámara sobre el sujeto o punto focal de nuestra imagen, podemos crear este tipo de plano. La cámara para personas debe colocarse sobre los ojos y ligeramente inclinada hacia abajo. Nuestro sujeto parece más pequeño debido al efecto de enanismo de la toma de ángulo alto.
Ya, por último, es necesario conseguir un equipo de trabajo para poder ejecutar su fotorreportaje. La cámara, la iluminación, lentes y objetivos, trípode, baterías y memorias de almacenamiento son las cosas que no puedes olvidar. También es necesario saber adaptarse a la hora de dedicar tu tema y también al material.
Una vez hechos estos pasos, ya puedes salir a buscar captar imágenes por tu propio fotorreportaje. A partir de tus ideas e imaginación, es hora de crear tu propia historia.