Un estudio de la CIMA revela que el 77% de los personajes femeninos de estas producciones audiovisuales reproducen roles típicos asociados a la feminidad
Las series infantiles promueven los estereotipos de género y cuentan con una sobrerrepresentación masculina tanto en las historias como en los equipos de trabajo que crean estas producciones. Así lo ha confirmado el informe La dieta audiovisual en la programación infantil en televisión, de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA).
Según este estudio, el 77% de los personajes femeninos de las series infantiles reproducen roles típicos asociados a la feminidad. Las chicas y mujeres que aparecen en estas producciones siguen relacionándose con el entorno familiar (desempeñando principalmente roles de cuidadoras) y romántico.
Por ejemplo, en series como Peppa Pig o Heidi, cuando las mujeres ocupan un papel protagonista, la familia ocupa un papel central en el 48% de los episodios analizados.
Al mismo tiempo, los varones ocupan los principales papeles protagonistas, ejerciendo el clásico rol de líder. Los datos reflejan que en el 71% de los casos, los héroes masculinos son los que resuelven los problemas. En series como Bob Esponja o Pokemon, donde el protagonista es un varón, el papel de la familia queda ignorado.
La CIMA se encarga de investigar los contenidos audiovisuales a los que acceden los niños y niñas a través de las pantallas. Para este estudio, la asociación analizó 40 series y un total de 707 episodios de ficciones emitidas para la infancia, es decir, para el público comprendido entre los 0 y los 12 años.
Durante este período, los niños y niñas son especialmente vulnerables a los medios, que influyen en su desarrollo psicobiológico y social. A través de las series y las películas, entre otros, aprenden cuál es su valor en el mundo, por lo que es crucial que estos contenidos reflejen valores humanos y democráticos reales.
Unos roles tradicionales
Pese a que el feminismo lleva años promoviendo la igualdad de género, la industria del entretenimiento continúa perpetuando los estereotipos asociados a hombres y mujeres. Cuando hablamos de estereotipos de género nos referimos a comportamientos, habilidades y características que se supone que deben tener las personas basándose en su género.
Estos estereotipos pueden aparecer en las series de diferentes formas. Por ejemplo, a través de los roles y ocupaciones tradicionales. En muchas series infantiles, los personajes masculinos suelen desempeñar roles de liderazgo, aventura o ciencia, mientras que los personajes femeninos suelen estar relacionados con roles de cuidadoras y amas de casa.
Los estereotipos también pueden presentarse en el aspecto físico y la vestimenta de los personajes. Por ejemplo, presentando a las niñas como delicadas y preocupadas por su apariencia, mientras que los niños son retratados como más descuidados.
En otras ocasiones, estos estereotipos se reflejan en los comportamientos emocionales. Por ejemplo, mostrando a los personajes masculinos como fuertes y valientes, mientras que a ellas se les atribuye ser emocionales y sensibles.
Esta representación desequilibrada entre unos y otros personajes dependiendo de su género puede tener efectos duraderos en la percepción que los niños y niñas tienen de sí mismos y de los demás, así como en la construcción de valores y expectativas en su vida cotidiana.
La masculinización de los equipos
El análisis realizado por la CIMA también revela que existe una sobrerrepresentación masculina en los equipos de trabajo de las series infantiles más vistas. Los hombres ocupan la mayoría de puestos directivos y de guión de estas producciones: en concreto, los directores y guionistas hombres ocupan el 96% de los puestos.
Cuando los equipos creativos están dominados por hombres y no hay apenas mujeres participando, es más probable que las historias y los personajes sean creados desde una perspectiva masculina. Esto puede llevar a una representación baja o superficial de personajes femeninos.
De esta manera, la ausencia de la perspectiva de mujeres en la toma de decisiones puede llevar a la creación de personajes femeninos unidimensionales, cuyos arcos de desarrollo y características pueden ser estereotipados y limitados.
Esta falta de diversidad en el género de los personajes de las series infantiles no ofrece a los niños y niñas una visión equilibrada de la sociedad, lo que puede ayudar a perpetuar discursos sexistas en la sociedad.
Además, la falta de mujeres en puestos de dirección y guión también puede privar a las niñas de modelos a seguir en la industria audiovisual. No ver a guionistas y directoras femeninas puede enviar el mensaje de que ciertos roles creativos son más apropiados para hombres, lo que limita sus aspiraciones y oportunidades.