La población vota “no” a cambiar la Constitución e incluir a representantes indígenas en el Parlamento
Los australianos se niegan a dar a los aborígenes (pueblos indígenas originarios de Australia) una voz directa en los poderes legislativo y ejecutivo del gobierno. Es la conclusión del resultado obtenido en el referéndum celebrado el pasado 14 de octubre en el país, donde el “no” se impuso con un 60,5% de los votos y prevaleció en los seis estados del país.
La votación planteaba una propuesta para modificar la Constitución de 1901, con el objetivo de crear un organismo integrado por miembros elegidos por las comunidades indígenas australianas. Este organismo permitiría a los aborígenes tener voz en el Parlamento sobre las políticas que les afectan.
Los indígenas australianos representan el 3,8% de los más de 26 millones de habitantes que tiene Australia. Aunque el porcentaje puede parecer bajo, los aborígenes han vivido en el país desde hace más de 50.000 años.
A pesar de los avances sociales de las últimas décadas, las comunidades aborígenes aún se enfrentan a discriminación y desigualdades significativas en áreas como la salud, la educación y el empleo. También existen desafíos en la preservación de lenguas y tradiciones culturales.
Días antes del referéndum, miles de personas se manifestaron en las principales ciudades de Australia para pedir el cambio constitucional. Tras los resultados de la votación, los líderes aborígenes han pedido "una semana de silencio" para reflexionar sobre las consecuencias del resultado.
Aborigen en Australia
La historia de los aborígenes en Australia es una de las más antiguas del mundo: se estima que los primeros pobladores llegaron al país hace al menos 50.000 años. Durante miles de años, los aborígenes desarrollaron su propia cultura, con un idioma, creencias y formas de vida propias.
Pero cuando hablamos de indígenas australianos no hablamos de una única comunidad. Actualmente hay casi 400 tribus nativas, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Aunque comparten la misma raíz, conservan parte de su identidad y tradiciones únicas.
Todo cambió con los colonizadores europeos. La llegada de los británicos a Australia en el siglo XVIII tuvo un impacto significativo en las comunidades aborígenes: resultó en la pérdida de tierras, la violencia y la imposición de la cultura y religión europeas. También provocó el desplazamiento forzado de comunidades aborígenes de sus tierras tradicionales.
Durante el siglo XIX y el siglo XX, se implementaron políticas de asimilación que buscaban "civilizar" a los aborígenes y hacer que adoptaran la cultura europea. Esto resultó en la separación forzada de niños aborígenes de sus familias, un suceso conocido como “Generación Robada”.
A lo largo del siglo XX, las comunidades aborígenes australianas comenzaron a luchar por sus derechos y el reconocimiento de sus culturas y territorios. No fue hasta 1967 cuando se les reconoció como ciudadanos australianos y hasta 2008 cuando el gobierno del país les pidió perdón de forma oficial.
Indígenas en el mundo
Los pueblos indígenas conforman más de 5.000 grupos distintos en unos 90 países y están constituidos por 370 millones de personas. Cada uno de estos pueblos tienen una historia, cultura, idioma y tradiciones únicas, así como un modo propio de ver la vida y el mundo y de relacionarse con la naturaleza.
Sus rasgos sociales, culturales, económicos y políticos son distintos de los que predominan en las sociedades actuales. Esto ha hecho que, a lo largo de la historia, las poblaciones indígenas se hayan enfrentado a numerosos desafíos, como la colonización, el desplazamiento forzado, la discriminación, el racismo y la violencia.
Como consecuencia, muchos grupos han perdido sus tierras, sus lenguas y sus prácticas culturales, lo que supone una vulneración de sus derechos humanos. Esto, a su vez, se ha traducido en unas malas condiciones de vida: falta de acceso a la educación, situación de pobreza extrema, menos esperanza de vida que las personas no indígenas…
En els darrers anys, els drets dels pobles #indígenes s'han reconegut cada cop més 🌎. Tot i això, aquests s'enfronten a multitud de desafiaments que posen en perill el seu benestar i el seu desenvolupament ⚠️#JREstiuhttps://t.co/9d18f5iVPR
— Junior Report CAT (@JuniorReportCAT) August 9, 2023
Otro de los grandes problemas a los que se enfrentan estos pueblos es la no representación parlamentaria. Si los indígenas no tienen representación política, sus preocupaciones y perspectivas no podrán ser tenidas en cuenta a la hora de tomar decisiones gubernamentales, lo que se traduce en una situación de marginación y exclusión.