Este episodio violento contra la población judía y sus propiedades, que tuvo lugar hace 85 años, se considera el inicio del Holocausto
Uno de los episodios más conocidos de la historia de la Alemania nazi ocurrió la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938, hace 85 años. Miles de sinagogas, negocios y hogares de ciudadanos judíos fueron saqueados y destruidos por los nazis. Es lo que se conoce como la ‘noche de los cristales rotos’ (Kristallnacht, en alemán).
El nombre proviene de la gran cantidad de vidrios rotos que quedaron en las calles de algunas ciudades y pueblos de Alemania y Austria tras el ataque de las SA (tropas de asalto nazis), la Gestapo (la policía secreta nazi) y civiles antisemitas (que odian a los judíos). Pero, ¿por qué ocurrió este asalto contra los judíos?
La razón que desencadenó estos ataques fue el asesinato de Ernst vom Rath, un diplomático alemán del régimen nazi. Herschel Grynszpan, un joven judío de solo 17 años, le disparó en París el 7 de noviembre de ese mismo año. Los nazis utilizaron este suceso como pretexto para organizar una amplia ola de violencia contra la comunidad judía.
La Kristallnacht fue una noche de auténtico terror: casi 100 personas fueron asesinadas en las calles y alrededor de 30.000 judíos arrestados y enviados a campos de concentración. Además de las pérdidas humanas, hubo una destrucción masiva de propiedades, lo que causó una pérdida económica significativa para la comunidad judía.
Este evento marcó un punto de inflexión en la persecución de la población judía por parte del régimen de Adolf Hitler. De hecho, esa noche de hace 85 años a menudo se considera el punto de partida del Holocausto, genocidio en el que la Alemania nazi acabó con la vida de seis millones de judíos.
Exterminio judío
Uno de los principales objetivos del régimen nazi de Adolf Hitler (1933-1945) era expulsar al pueblo judío de Alemania. Al señalar a los judíos como la gran amenaza, el régimen buscó unificar a la población alemana detrás de un enemigo común, lo que les permitió consolidar su poder.
Los nazis sostenían la teoría de la superioridad de la “raza aria”. Defendían que los arios estaban en la cúspide de la jerarquía racial, siendo superiores tanto en cualidades físicas como mentales: eran más fuertes, más listos… Por eso, pensaban que tenían que proteger a los alemanes de otras razas a las que consideraban inferiores, como los judíos.
El gobierno de Hitler expandió su ideología antisemita y, con el estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939, la persecución de los judíos se radicalizó. El objetivo ya no era expulsarlos, sino exterminarlos. Es lo que se conoce como Holocausto: la persecución y aniquilación sistemática de los judíos llevada a cabo por los nazis entre 1933 y 1945.
Para ejecutar este sistema, los nazis crearon campos de concentración, donde la población judía era obligada a vivir y trabajar como esclavos en condiciones infrahumanas. Además, crearon campos de exterminio, donde llevaron a cabo el asesinato en masa de millones de judíos. Se estima que 6 millones de judíos murieron en estos años.
El Holocausto llegó a su fin con la derrota de Alemania en la guerra. El 8 de mayo de 1945 se rindieron, lo que marcó el fin del régimen nazi y, en consecuencia, de sus políticas de persecución y genocidio contra los judíos.
Antisemitismo en la actualidad
El antisemitismo es el prejuicio y discriminación contra los judíos debido a su origen étnico o religión. Aunque no es tan sistemático ni generalizado como durante el régimen de los nazis, años después sigue siendo un problema en la actualidad en diversas partes del mundo.
Esta discriminación ha crecido recientemente tras la guerra que se ha desatado en Oriente Medio. Después del ataque sorpresa que recibió Israel el pasado 7 de octubre por parte de Hamás, el grupo que controla Gaza, el ejército israelí decidió contraatacar. La respuesta militar se prolonga hasta hoy, los ataques no han cesado y ya hay miles de víctimas civiles.
Más allá de Oriente, la guerra entre Israel y Hamás está teniendo un peligroso efecto en numerosos países de todo el mundo: un crecimiento del odio por parte de grupos extremistas hacia los judíos (antisemitismo) y los musulmanes (islamofobia).
El aumento de los incidentes antisemitas en toda Europa ha alcanzado niveles extraordinarios, ha explicado la Comisión Europea en un comunicado. Cócteles molotov lanzados contra una sinagoga en Alemania, estrellas de David pintadas en edificios en Francia, un cementerio judío profanado en Austria, tiendas y sinagogas judías atacadas en España…
También hay víctimas en el otro lado. Wadea Al Fayum, un niño de 6 años de origen palestino, fue apuñalado en su casa en Illinois. El asesino declaró haberlo hecho como reacción al conflicto palestino-israelí. En Estados Unidos, el Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas (CAIR) recibió 774 denuncias de discursos o actos islamófobos entre el 7 y el 24 de octubre, según un informe.
Ninguna causa ni conflicto puede justificar el odio o la violencia dirigidos contra individuos debido a su etnia o religión. La historia está plagada de ejemplos en los que la intolerancia y discriminación étnica y religiosa ha llevado a horrores organizados por el ser humano, como fue el caso del Holocausto.