La selección francesa femenina se proclamó campeona del mundo por tercera vez en su historia, tras ganar 31-28 a Noruega en la final
La selección francesa ha ganado el Mundial femenino de balonmano 2023 tras imponerse por 31-28 al equipo noruego. La final del Mundial, disputada el pasado domingo 17 de diciembre, consagró a Francia como campeona del mundo por tercera vez en su historia, tras las victorias conseguidas en 2003 y 2017.
El partido estuvo marcado por la agilidad de las francesas, que marcaron los primeros 20 goles en apenas 30 minutos de la primera parte. La gran protagonista del encuentro fue la lateral Lena Grandveau, de 20 años, que marcó cuatro goles en los últimos diez minutos de la competición.
Noruega cede así la corona del torneo después de haberla ganado en la anterior edición, disputada en España en 2021. La selección noruega de balonmano se encuentra en la élite mundial de este deporte con varias medallas en su palmarés, entre las que destacan cuatro títulos mundiales y dos oros en los Juegos Olímpicos.
Este año Francia ha logrado un campeonato histórico. Rompió la mala racha ante Noruega, equipo que les había ganado en la final del Mundial 2021 y la semifinal del Campeonato Europeo 2022. Además, consiguió nueve victorias en los nueve partidos disputados, algo muy excepcional en este torneo.
La victoria en el Mundial es clave, pues asegura una de las 12 plazas para jugar el cuadro de balonmano femenino en los Juegos Olímpicos. En 2024, este evento multideportivo internacional se llevará a cabo entre el 26 de julio y el 11 de agosto en la ciudad francesa de París.
Más allá del fútbol
Aunque a menudo el fútbol suele acaparar la atención deportiva y los grandes titulares de los medios de comunicación, existen multitud de deportes que hoy en día acumulan millones de aficionados en todo el mundo. Entre ellos encontramos al balonmano, un deporte que empezó a jugarse a finales del siglo XIX.
El balonmano surgió inicialmente como una variante del fútbol, aunque poco a poco fue experimentando transformaciones significativas tanto en sus reglas como en su estilo de juego. En él se enfrentan dos equipos que, transportando una pelota con las manos, deben intentar introducirla dentro de la portería contraria para marcar gol.
Es un deporte que combina la destreza técnica con la intensidad física y es especialmente popular en Europa, sobre todo en Escandinavia y los Balcanes. Francia, Dinamarca y Noruega son los países que más dominan este deporte en la actualidad.
Su inclusión en los Juegos Olímpicos en 1936 marcó un hito fundamental, ya que catapultó al balonmano a la atención deportiva internacional. Sin embargo, en esa primera edición solo participaron las selecciones masculinas. No fue hasta 1976 (40 años después), cuando el balonmano femenino se introdujo por primera vez en los Juegos Olímpicos.
Deporte femenino
En los últimos años hemos sido testigos de importantes avances en la promoción de la igualdad de género en el deporte. Sin embargo, el camino hacia la plena igualdad de oportunidades y reconocimiento entre hombres y mujeres en el ámbito deportivo aún está a medio recorrer.
Uno de los principales desafíos que enfrenta el deporte femenino es la disparidad en la inversión y los recursos en comparación con el masculino. Desde patrocinios hasta instalaciones y salarios, las atletas femeninas a menudo se encuentran en una posición de desventaja.
Además, las competiciones femeninas y las deportistas a menudo reciben menos cobertura mediática en comparación con sus compañeros. Es cierto que en los últimos años esta situación está cambiando y cada vez es más común que las televisiones generalistas retransmitan los partidos disputados por mujeres.
También perduran todavía los estereotipos de género, es decir, percepciones generalizadas y prejuicios arraigados que atribuyen características específicas en función del género. Se asume que los hombres deportistas son inherentemente más fuertes y competitivos y que deben ser ellos quienes lideren y ocupen roles importantes como entrenadores.
Todo esto contribuye a que siga habiendo barreras que obstaculizan la paridad en el deporte, por lo que es fundamental seguir luchando por la igualdad.