Un grupo de arqueólogos ha descubierto que la primera obra de arte figurativo se pintó hace más de 50.000 años en una cueva de Indonesia
Una pintura con tres personas humanas cazando un cerdo salvaje es la obra de arte figurativo más antigua encontrada hasta ahora. Un grupo de arqueólogos ha descubierto que esta pieza fue pintada hace 51.200 años en una cueva de la isla de Célebes, en Indonesia. El descubrimiento se ha dado a conocer esta misma semana en la revista Nature.
El arte rupestre de la prehistoria tiene una dificultad añadida: es difícil ponerle una fecha, ya que hablamos de obras que tienen decenas de miles de años de antigüedad. En 2019, la misma pintura de la que habla esta noticia fue descubierta por otro grupo de arqueólogos, que en aquel momento aseguraron que la obra se pintó hace 43.900 años.
Sin embargo, un nuevo equipo ha desarrollado un método de datación con láser mucho más preciso, que ha permitido saber que la pintura de la isla de Célebes es mucho más antigua de lo que se pensó en un primer momento. Esta composición es ahora el ejemplo conocido más antiguo de arte figurativo y narración visual en el mundo.
El descubrimiento es clave en el estudio de la historia de la humanidad, pues nos permite saber que los humanos de aquella época ya tenían la capacidad de pensar en términos abstractos y de crear una historia narrativa a través del arte.
Arte rupestre figurativo
El arte rupestre figurativo es una forma de expresión artística realizada por las primeras sociedades humanas en las paredes de las cuevas. Este tipo de arte se caracteriza por la representación de figuras reconocibles, como pueden ser figuras humanas o escenas de caza.
Uno de los temas más comunes son los animales, que se representaban con gran detalle y realismo. Entre los animales más frecuentemente retratados se encuentran bisontes, caballos, ciervos, mamuts y otros seres vivos que eran parte del entorno y la vida cotidiana de los primeros humanos.
En Europa, los animales pintados más antiguos son los de la cueva francesa de Chauvet, que tienen más de 30.000 años. La cueva fue explorada por un grupo de arqueólogos en 1994, que encontraron pinturas, restos fosilizados, huellas y marcas de una variedad de animales, algunos de los cuales se han extinguido.
Otra de las cuevas más famosas con arte rupestre figurativo es la Cueva de Altamira, localizada en el municipio español de Santillana del Mar (Cantabria). Es conocida por sus pinturas de bisontes, que fueron fueron pintadas durante los milenios en los que la cueva estuvo habitada (entre 36.000 y 13.000 años antes del presente).
Las primeras pinturas
Antes de la pintura descubierta en Indonesia, la prueba más antigua de la creación de imágenes por parte de los humanos son los nódulos de ocre grabados en piedra, encontrados en el yacimiento de la cueva de Blombos, en Sudáfrica, datados hace 100.000 años.
Estos nódulos, a diferencia de la obra encontrada en Indonesia, no son arte figurativo, sino que representan grabados geométricos, incluyendo líneas cruzadas y patrones enrejados. Estos diseños se han interpretado como una forma temprana de arte o de simbolismo abstracto por parte de los humanos prehistóricos.
Este descubrimiento puso en jaque una idea que la sociedad moderna ha tenido durante décadas. Tradicionalmente, se creía que el arte y el pensamiento simbólico surgieron predominantemente en Europa durante el Paleolítico Superior, hace aproximadamente 40.000 años, con las famosas pinturas rupestres de sitios como la Cueva de Altamira.
Sin embargo, los descubrimientos en la cueva de Blombos han desafiado esta narrativa, sugiriendo una aparición mucho más temprana de estas capacidades en África. El reciente descubrimiento en Indonesia también desafía esta idea eurocentrista, que asegura que los primeros humanos de Europa fueron pioneros en la creación de imágenes artísticas.