El acuerdo ha sido avalado por Estados Unidos y supone la retirada total de las tropas israelíes del sur de Líbano en un plazo de 60 días
El gabinete de seguridad de Israel ha llegado a un acuerdo de alto el fuego con el Líbano que entró en vigor el miércoles 27 de noviembre a las 04:00 hora local. La tregua pone fin a casi 14 meses de su peor enfrentamiento desde la guerra que enfrentó a ambos países en 2006.
La propuesta de alto al fuego fue avalada por Estados Unidos en el marco de las últimas decisiones de su presidente Joe Biden, que está jugando un papel clave en el intento de resolución del conflicto. El demócrata ha señalado que, tras llegar a un acuerdo con ambos países, la tregua está pensada para que sea permanente.
Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha advertido que si Hezbolá rompe el acuerdo, el Ejército de Israel atacará. De hecho, horas antes de dar luz verde al acuerdo, su ejército bombardeó Beirut a gran escala. Los ataques dejaron al menos diez muertos y dañaron varios edificios de la capital libanesa.
El plan para volver a la paz tiene tres etapas: una tregua inicial, seguida del repliegue de las fuerzas de Hezbolá al norte del río Litani; una retirada total de las tropas israelíes del sur del Líbano en un plazo de 60 días; y una serie de negociaciones entre ambos países sobre la demarcación de su frontera.
Desde el estallido de las hostilidades entre Israel y Hezbolá el 8 de octubre de 2023, un día después del inicio de la guerra en la Franja de Gaza, más de 3.800 personas han muerto y más de 15.800 han resultado heridas en ataques israelíes en Líbano, según RTVE. Además, la violencia ha obligado a más de 1,2 millones de personas a abandonar sus hogares.
Poco después de que entrara en vigor el acuerdo de alto el fuego, se ha podido ver a libaneses desplazados haciendo el camino de vuelta a sus localidades en el sur del país.
El origen del conflicto
Para entender la razón por la que Israel y Líbano están enfrentados debemos remontarnos al pasado y conocer su contexto histórico.
Cuando la ONU determinó la creación de un Estado judío en Israel en 1948, los países fronterizos (Líbano, Siria, Irak, Transjordania y Egipto) declararon la guerra a Israel. Estas regiones apoyaban la causa palestina y no estaban de acuerdo con la ONU: consideraban que su decisión implicaba la ocupación de tierras que pertenecían a los palestinos árabes.
En esta guerra, Israel logró imponerse y expandió su territorio más allá de lo estipulado por la ONU. Sin embargo, el conflicto no se quedó ahí y dejó profundas heridas en la región: un gran número de refugiados palestinos tuvieron que huir de sus hogares, muchos de los cuales se acabaron asentando en Líbano por la proximidad geográfica.
En 1982, el ejército israelí invadió el sur de Líbano con el objetivo de eliminar a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que utilizaba territorio libanés como base para atacar a Israel. La invasión no solo provocó una ocupación prolongada, sino también el surgimiento de Hezbolá.
Este grupo armado respaldado por Irán ha mantenido una postura intransigente hacia Israel desde entonces y ha sido protagonista de los ataques posteriores. Por ejemplo, en la Guerra del Líbano de 2006, un conflicto que duró 34 días y donde 1.300 libaneses y 165 israelíes murieron. Hezbolá no llegó a ser aniquilado y, desde entonces, el conflicto entre Israel y este grupo libanés sigue latente.
¿Una tregua en Gaza?
Desde octubre de 2023, Israel libra una guerra con dos frentes: contra Hezbolá en Líbano y contra Hamás en Gaza. Con el alto al fuego anunciado esta semana, podría haber un cese permanente de las hostilidades en Líbano. Pero, ¿qué pasa con Gaza? ¿Es posible que también haya una tregua con este territorio?
Los analistas políticos creen que, a corto plazo, no es posible que Hamás y el gobierno de Israel lleguen a un acuerdo. En la BBC, explican que las divisiones entre los palestinos y la falta de un estado unificado y oficialmente reconocido que gestione las conversaciones con Israel han jugado un papel importante en la falta de un acuerdo de paz.
En Gaza, Israel ha declarado su intención de erradicar completamente a Hamás, un objetivo que aún no se ha logrado por completo. También pretende recuperar a los 101 rehenes que aún permanecen retenidos en la franja, lo que condicionaría las negociaciones de una posible tregua.
El conflicto continúa. Según los últimos datos de la ONU, al menos 1,9 millones de personas (nueve de cada diez) en toda Gaza están desplazadas. Además, al menos 41.431 personas han sido asesinadas en la franja desde que comenzó la guerra. Recientemente, la Corte Penal Internacional ordenó el arresto de Netanyahu por crímenes de guerra en el territorio.
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