La votación es un trámite necesario para convocar elecciones anticipadas, que se celebrarán el próximo 23 de febrero
Olaf Scholz ha perdido la moción de confianza a la que se ha enfrentado en el Bundestag (el Parlamento alemán). De los 717 diputados que han votado, el canciller de Alemania ha recibido el apoyo de 207, mientras que 394 han votado en su contra y 116 se han abstenido.
Scholz deberá pedir ahora a Frank-Walter Steinmeier, presidente de la República de Alemania, que disuelva el Parlamento y convoque nuevas elecciones. Según han acordado los principales partidos, los comicios se celebrarán previsiblemente el próximo 23 de febrero de 2025.
El Ejecutivo alemán llevaba varios meses atravesando una crisis política por las diferencias entre el Partido Socialdemócrata (SPD), Los Verdes y el Partido Democrático Libre (FDP), quienes gobernaban en coalición desde 2021. El pasado mes de noviembre, el FDP salió de la coalición y Scholz (del SPD) empezó a gobernar en minoría.
Esta situación dejó al país en una situación de gran inestabilidad política. El gobierno necesitaba negociar cada ley y buscar apoyos adicionales para aprobar cualquier propuesta. La única vía para intentar solucionar la situación es convocar elecciones y ver si alguna formación consigue una mayoría parlamentaria más clara.
¿Por qué el gobierno alemán estaba en crisis?
En las elecciones federales celebradas en Alemania en 2021, los socialdemócratas fueron los más votados. Sin embargo, no consiguieron la mayoría necesaria para gobernar en solitario y necesitaron aliarse con otros partidos. Así fue como nació la coalición entre el Partido Socialdemócrata (SPD), Los Verdes y el Partido Democrático Libre (FDP).
Esta alianza, conocida como la coalición semáforo por los colores de los partidos (rojo del SPD, verde de Los Verdes y amarillo del FDP), lleva gobernando Alemania desde entonces. En el último año, ha enfrentado crecientes tensiones y desacuerdos debido a las diferencias ideológicas de las tres formaciones.
El pasado 7 de noviembre, Scholz (del SPD) cesó al ministro de Finanzas, Christian Lindner (del FDP), por desacuerdos en la política económica. La destitución de Lindner desembocó en la dimisión de casi todos los cargos con los que contaban los liberales (FDP) en el Gobierno, dejando a los socialdemócratas y los verdes gobernando en minoría.
Ante esta situación, el SPD y el principal partido de la oposición alemana, la Unión Cristianodemócrata (CDU), acordaron que el canciller se sometería a una moción de confianza. La previsión era que su fracaso en la votación diera lugar a la celebración de elecciones anticipadas.
¿Qué es una moción de confianza?
La moción de confianza es un instrumento político que tiene el presidente del Gobierno (o el primer ministro) de los países con sistema parlamentario para comprobar si cuenta con el respaldo del Parlamento. Normalmente, se suele utilizar cuando el Ejecutivo atraviesa una situación de inestabilidad política y quiere saber si tiene el apoyo del resto.
En Alemania, la moción de confianza está regulada por la Ley Fundamental alemana (Grundgesetz) y establece que el canciller puede pedir al Bundestag (el Parlamento alemán) ese voto de confianza. En caso de que la mayoría de los diputados no lo apoyen, el canciller puede dimitir.
Pero también puede pedirle al presidente de Alemania que disuelva el parlamento y convoque nuevas elecciones. Esto último es lo que ha ocurrido recientemente en el país.
La moción de confianza y la moción de censura son muy parecidas; solo tienen una diferencia: la de confianza parte del propio jefe de Gobierno y su fin es conseguir el apoyo del Parlamento, mientras que la de censura nace del Parlamento (normalmente de algún partido de la oposición) y su finalidad es conseguir la retirada del apoyo al presidente.
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