Con motivo del 8-M: Día de la Mujer, esta semana dedicamos todos los artículos de 'La Noticia del Día' a las mujeres y analizamos algunas de las problemáticas que afectan a la igualdad de género en el mundo.
La pandemia de covid-19 agudiza la falta de perspectiva de género en la investigación científica
La pandemia de covid-19 ha agravado la situación de desigualdad en la que viven millones de mujeres y niñas en todo el mundo. Ahora ellas son más pobres, han sufrido los recortes de los programas sociales y tienen más dificultades para acceder a la educación y al mundo laboral, según datos de ONU Mujeres.
Pero más allá del entorno socioeconómico, las mujeres también han visto cómo su salud se ha deteriorado a causa de la pandemia. Ellas han estado más expuestas al contagio por estar en primera línea durante los meses más duros de la pandemia, ya que sectores como el de la limpieza,los servicios sanitarios y sociales y la educación están muy feminizados.
Pero, ¿hasta qué punto afecta el SARS-CoV-2 al cuerpo de una mujer? No existe una respuesta científica a esta pregunta ya que, según un informe publicado por las Naciones Unidas, sólo un 4% de los estudios clínicos sobre la covid-19 han tenido en cuenta la perspectiva de género, es decir, han estudiado los efectos que el coronavirus puede provocar específicamente en las mujeres.
Un equipo de investigación de la Universidad Rey Juan Carlos (Madrid) y la Universitat de València ha llevado a cabo uno de esos pocos estudios que vinculan mujer y coronavirus. La principal conclusión es que ser mujer se ha convertido en un factor de riesgo para desarrollar los síntomas de la covid-19 (fatiga, tos, dolores musculares, entre otros) a largo plazo, lo que se conoce como covid persistente.
Androcentrismo: cuando las mujeres no cuentan
Si repasamos la historia de la ciencia, veremos que el estudio del cuerpo humano se ha centrado siempre en la figura del hombre. Esta visión masculinizada de la realidad se conoce como androcentrismo y también afecta a otras muchas disciplinas, como el cine o la música.
En la ciencia, la cuestión de la perspectiva de género puede abordarse desde dos puntos de vista diferentes. Uno hace referencia a la posición, el reconocimiento y la trayectoria de las mujeres en tanto que científicas de profesión; el otro, a si las investigaciones médicas y científicas tienen en cuenta a las mujeres como objeto de estudio, analizando su experiencia y punto de vista tanto como el de los hombres.
En la actualidad, el sesgo de género sigue muy presente en la investigación científica. Esto significa, por ejemplo, que los estudios científicos suelen coger de referencia a un sujeto universal sin tener en cuenta su clase social, género, raza, orientación sexual… Y este “referente” acostumbra a ser un hombre.
Esta falta de perspectiva de género en el ámbito científico se traduce en conclusiones generalistas, pérdida de diversidad en los resultados e interpretaciones parciales, pues en el proceso de análisis no se tiene en cuenta a todo el conjunto de la población. En el caso de las mujeres, esta desigualdad es todavía más evidente ya que representan la mitad de la población mundial (más de 3.900 millones de personas de casi 8.000 millones).
Vacunas contra la covid-19: ¿cómo afectan a la menstruación?
Los efectos de las vacunas contra la covid-19 son un ejemplo más de la falta de perspectiva de género en la medicina. Todavía es pronto para afirmar hasta qué punto provocan síntomas diferentes entre hombres y mujeres, pero algunos estudios muestran que sí influyen en el ciclo menstrual.
Después de vacunarse, algunas mujeres han tenido reglas más abundantes y duraderas; otras, en cambio, han experimentado retrasos en su ciclo menstrual. Estas son algunas de las conclusiones extraídas de dos macroencuestas realizadas por investigadoras de la Universidad de Extremadura y la Universidad de Granada a través de redes sociales, con el objetivo de promover la investigación científica sobre los efectos del coronavirus aplicando la perspectiva de género.
A nivel internacional también se están llevando a cabo otras investigaciones en este ámbito. Un estudio de la Universidad de Oregon (Estados Unidos) demuestra que las mujeres que recibieron una dosis de la vacuna experimentaron un aumento de la duración de su ciclo menstrual de casi un día durante un único ciclo (28 días), en comparación con las mujeres no vacunadas.
Violencia obstétrica
La violencia obstétrica es un tipo de violencia ejercida por profesionales de la salud hacia las mujeres embarazadas, ya sea durante el embarazo, el parto o el puerperio (el periodo posterior al parto). Incluye agresiones como el maltrato físico, los insultos, la humillación por parte del personal sanitario o el uso de procedimientos médicos no consentidos por la madre.
Todo ello tiene consecuencias físicas y psicológicas para las mujeres. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la violencia obstétrica constituye una violación de los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres, recogidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos. Para muchos organismos e instituciones especializadas, es también una forma de violencia de género.
La violencia obstétrica ha existido siempre, pero hasta ahora no había formado parte del debate social. Asociaciones feministas y agrupaciones profesionales piden que se hable más sobre este tipo de violencia para que las mujeres sepan cuáles son sus derechos y cuándo se están vulnerando.