El edificio es una muestra del Movimiento Moderno y fue diseñado para la Exposición Internacional de Barcelona de 1929
En pleno parque de Montjuïc, en Barcelona, se levanta un singular edificio de elegantes líneas rectas. Es el Pabellón Mies van der Rohe, y tanto su estilo como su historia lo convierten en un edificio único y muy especial.
El edificio fue diseñado por los arquitectos Mies van der Rohe y Lilly Reich como pabellón de Alemania para la Exposición Internacional de Barcelona celebrada en 1929. En aquel momento fue concebido para albergar la recepción oficial del rey Alfonso XIII y las autoridades alemanas. Posteriormente fue derribado y, años después, reconstruido en su ubicación original. Hoy acoge la sede de la Fundación Mies van der Rohe.
Ejemplo del Movimiento Moderno
Por su estilo original e innovador, el pabellón fue una de las primeras muestras en España de las nuevas corrientes de vanguardia arquitectónica que surgían en Europa, conocidas con el nombre de “Movimiento Moderno”.
Concretamente, la obra de Van der Rohe y Reich se enmarca en el racionalismo, un estilo que promueve valores como la claridad, la sencillez y el sentido práctico. Se caracteriza por la sencillez de los elementos estructurales, por la composición geométrica y por la ausencia de elementos ornamentales.
En su momento, el diseño minimalista del pabellón no tuvo mucha aceptación, pero en cambio representaba un ideal de modernidad. A día de hoy ha sido objeto de muchos estudios y ha influenciado la obra de arquitectos posteriores.
Sencillez de formas
El Pabellón de Barcelona responde a las características del racionalismo. El edificio se levanta sobre una base de mármol travertino y ocho pilares de acero sustentan una cubierta plana, sin paredes que dividan el espacio interior. Unas mamparas de mármol y grandes cristales dotan la construcción de ligereza y luminosidad.
El edificio queda enmarcado con dos patios con estanque. Todo el conjunto destaca por las líneas y formas limpias.
No en vano, fue Mies van der Rohe quien pronunció la famosa máxima “menos es más”, con la que sintetizó parte del ideario de su arquitectura: simplicidad en las estructuras, claridad y fluidez.
Riqueza de materiales
Otra de las características más destacadas de este edificio son sus materiales: en contraste con sus formas sencillas, se usaron materiales nobles para su construcción.
En el pabellón podemos encontrar cristal, acero y cuatro tipos distintos de piedra: travertino romano, mármol verde de los Alpes, mármol verde antiguo de Grecia y ónice dorado del Atlas.
Pabellón Alemán de Barcelona //Ludwig Mies van der Rohe pic.twitter.com/Gz3hSMXJkm
— M (@_____melissab) November 30, 2019
La originalidad en el uso de estos materiales radica en el ideal de modernidad que expresaban a través de su geometría, de la precisión de sus piezas y de la claridad de su montaje.
Estos materiales, además, contrastan con elementos naturales como el agua del estanque y la luz que baña el espacio interior.
La escultura de Georg Kolbe
En el extremo del pequeño estanque, se levanta una escultura de bronce titulada Amanecer, realizada por el artista alemán Georg Kolbe. Representa el cuerpo de una mujer con los brazos en altos, y sus líneas curvas contrastan con la pureza geométrica del edificio.
Su estudiada ubicación permite que la figura se refleje en el agua, pero también en el mármol y en los cristales, dando la sensación de que se multiplica en el espacio.
La silla Barcelona
Además de su innovadora estructura, la obra de Mies van der Rohe y Lilly Reich dejó para la posteridad otro elemento: la silla Barcelona. Este mueble, concebido para ubicarse en el interior del edificio, se inspiraba en las sillas que utilizaban los magistrados romanos.
Destaca por su estructura de acero inoxidable pulido y el asiento y respaldo de cuero. Como el edificio, la silla también presenta una líneas limpias y sencillas.
La silla Barcelona ha sido reproducida y copiada en innumerables ocasiones, y ha pasado a la historia por su diseño radicalmente innovador que a día de hoy conserva plena vigencia. Este modelo todavía se produce y comercializa en la actualidad.
Fuentes: Fundación Mies van der Rohe, Arte España, Dismobel