El calendario tradicional chino inicia hoy un nuevo año en medio de las restricciones por el coronavirus
El 12 de febrero de 2021 es el primer día del Año Nuevo chino. Según el calendario tradicional, este es el año 4719 y corresponde al año del Buey, uno de los doce animales del horóscopo chino.
Esta fiesta supone uno de los movimientos migratorios más importantes del mundo: millones de chinos recorren miles de kilómetros, desde otras ciudades chinas o desde el extranjero, para volver a casa y celebrar el fin de año con sus familias.
Sin embargo este año, en medio de la pandemia por el coronavirus, las autoridades chinas han limitado la llegada de visitantes internacionales y han pedido a la población que evite los desplazamientos por dentro del país para reducir los contagios y evitar nuevos brotes masivos.
La celebración del anterior Año Nuevo, el 25 de enero de 2020, ya quedó afectada por la aparición de la covid-19. La mayoría de actos oficiales fueron cancelados. Aun así, millones de personas ya se habían desplazado desde dentro y fuera de China; los expertos creen que esa fue una de las causas para la propagación del virus por todo el mundo.
El calendario tradicional chino es un calendario lunisolar: días y meses se fijan en función del ciclo del sol y las fases de la luna. Por eso cada tres años se añade un mes al calendario, de modo que ese año tiene trece meses en vez de doce. Es como un año bisiesto, pero en vez de añadir un día se añade un mes entero.
Aunque en China se utiliza generalmente el mismo calendario que en el resto del mundo (el calendario gregoriano: 12 meses y 365 días), los chinos siguen el calendario tradicional para algunas festividades como el Año Nuevo, que suele celebrarse entre finales de enero y principios de febrero.
En la cultura china, el Año Nuevo coincide con el Festival de Primavera, que se celebra desde hace siglos para honrar a los dioses y ancestros. Las celebraciones se alargan durante dos semanas llenas de encuentros familiares, desfiles de dragones y linternas de papel para pedir deseos y desear buena suerte.
Color rojo para atraer a la buena suerte
En China, el rojo es el color de la buena suerte por definición y se utiliza en todas las festividades: aniversarios, bodas, festivales... Decorar las calles y casas con adornos de este color atraerá la fortuna y los buenos espíritus.
Por otro lado, el dorado o amarillo también está muy presente en las decoraciones. Simboliza la riqueza y la abundancia porque, en la antigüedad, solo los nobles y la familia imperial podían utilizar este color en sus trajes.
La cena de fin de año suele celebrarse en familia, en una mesa llena de alimentos muy simbólicos: pescado, que representa la abundancia; dumplings o empanadillas para atraer la riqueza…
En las celebraciones no faltan los petardos ni los fuegos artificiales, así como los populares desfiles con dragones y leones que ahuyentan a los malos espíritus. El día de Año Nuevo se suele regalar a los niños un sobre rojo con una pequeña cantidad de dinero.
Un calendario para cada cultura
A diferencia del calendario chino, en la mayoría de países occidentales se utiliza el calendario gregoriano. Se trata de un calendario solar que sólo se fija en la posición del sol para determinar la longitud de los días y los meses.
El calendario gregoriano fue impulsado por el papa Gregorio XIII en 1582 para sustituir el calendario juliano, que cometía algunas imprecisiones astronómicas. Este calendario debía su nombre al político y militar romano Julio César.
A día de hoy, el calendario gregoriano es el calendario oficial prácticamente en todos los países del mundo. Es el calendario que utilizamos: los años tienen 12 meses y 365 días, excepto los años bisiestos que tienen 366.
Sin embargo, no todos los calendarios se basan en el Sol. El calendario musulmán, por ejemplo, es un calendario lunar que sigue las fases de la luna. Este calendario, que convive con el calendario gregoriano en los países musulmanes, se compone de un año de 354 o 355 días divididos en 12 meses según en los ciclos lunares.