La futbolista del FC Barcelona y la selección femenina sucede a Alexia Putellas, ganadora de las dos últimas ediciones de este prestigioso galardón
Aitana Bonmatí, jugadora del FC Barcelona y la selección femenina, ha recibido el Balón de Oro, considerado el galardón más importante del ámbito futbolístico. A sus 25 años, se ha convertido en la tercera española en conseguir este premio siguiendo la estela de Luis Suárez y Alexia Putellas, que se lo ha llevado en dos ocasiones.
El jurado ha premiado la pasada temporada de la centrocampista, que lo ha ganado prácticamente todo: Mundial, Champions, Liga y Supercopa. Además, fue la MVP (“Most Valuable Player”, es decir, jugador más valorado) del campeonato del mundo, mejor jugadora de la Champions y Supercopa, y la futbolista más destacada del año para la UEFA.
Aitana Bonmatí Guidonet nació en Vilanova i la Geltrú (Barcelona). Empezó a jugar a fútbol siendo muy pequeña y participó en el CD Ribes y Cubelles CF, siendo la única niña de ambos clubes. Con solo 13 años, los ojeadores de la cantera del Barça la ficharon para el equipo juvenil-cadete, donde empezó a entrenar por primera vez con chicas.
Pronto pasó de juveniles al Barça B. Al final de la temporada de 2015-2016, fue ascendida al primer equipo del F. C. Barcelona y, en 2017, debutó con la selección española. Según datos de FIFPRO, desde julio de 2018 ha sido la futbolista con más partidos jugados (más de 242) y, en la última temporada, en 45 partidos, logró 21 goles y 23 asistencias.
Aitana Bonmatí es considerada uno de los grandes talentos del fútbol español. La jugadora del Barça es una centrocampista técnica y habilidosa y, en los últimos años, se ha convertido en un referente deportivo para miles de niñas que quieren jugar al fútbol.
Un premio para futbolistas
El Balón de Oro es un prestigioso premio otorgado anualmente al mejor futbolista del mundo. El jurado lo forman cerca de 200 periodistas de diferentes diarios deportivos de todo el mundo, que votan a sus favoritos. El jugador con mayor cantidad de puntos al final de la votación recibe el premio.
El galardón fue creado por la revista francesa France Football en 1956 y, al principio, solo jugadores que jugaban en clubes europeos podían ser considerados para el premio. En 1995, las reglas se modificaron para incluir a futbolistas de cualquier parte del mundo, independientemente del club en el que jueguen.
A lo largo de los años, el Balón de Oro ha sido otorgado a algunos de los futbolistas más destacados de la historia, como Pelé, Diego Maradona, Marco van Basten o Cristiano Ronaldo. Este año, el premio masculino ha sido para el futbolista argentino Leo Messi, que ha levantado su octavo Balón de Oro.
Aunque el premio se ha entregado desde 1956, no fue hasta 2018 cuando se introdujo el Balón de Oro femenino, un premio destinado a reconocer a la mejor futbolista del mundo. Es el claro ejemplo de la desigualdad de género y la falta de atención y apoyo que el fútbol femenino ha recibido históricamente en comparación al que juegan los hombres.
Hasta ahora, solo 3 mujeres habían recibido el Balón de Oro femenino: Ada Hegerberg (2018), Megan Rapinoe (2019) y Alexia Putellas (2021 y 2022). Aitana Bonmatí (2023) se convierte en la cuarta galardonada.
Desigualdad de género
El fútbol femenino está creciendo cada vez más. En España, la final del Mundial de Fútbol femenino consiguió reunir ante el televisor a 5.599.000 espectadores, convirtiéndose en el partido más visto de la historia del fútbol femenino en el país. Mientras el interés por el deporte aumenta, la desigualdad de género es un problema persistente.
En el Mundial femenino de 2023, la FIFA se comprometió a aumentar los premios en metálico hasta los 139 millones de euros entre las más de 730 jugadores que participaban en el campeonato. Aunque esta cantidad triplica el dinero que se repartió en el Mundial de 2019, queda lejos de los 404 millones del Mundial masculino de Qatar en 2022.
Estas desigualdades están en los premios de las grandes competiciones, pero también hay una brecha salarial. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y el Consejo Superior de Deportes (CSD) fijan el salario mínimo profesional para las jugadoras en 16.000 euros anuales. Mientras tanto, el convenio lo fija en 155.000 euros anuales para ellos.
El 47% de las mujeres no cobran por jugar al fútbol, y solo el 10% tiene un salario digno que le permite subsistir gracias al deporte, según FIFPRO.
La #desigualdad en el #deporte se manifiesta de diferentes formas: menos presencia de equipos y competiciones femeninas en los medios 📺📻📰, menos mujeres periodistas retransmitiendo👩💻, actitudes sexistas... Analizamos el deporte femenino con @inefcat https://t.co/bfedXRepGF
— Junior Report (@JuniorReport_) September 21, 2021
A esto se suman otras problemáticas, como la falta de inversión. Por lo general, las federaciones y clubes invierten menos en el desarrollo del fútbol femenino en comparación con el masculino. La falta de recursos, instalaciones adecuadas y programas de desarrollo limita el crecimiento y el éxito de las futbolistas en muchas partes del mundo.