Un cuadro del artista inspirado en la actriz Marilyn Monroe se vende por 185 millones de euros en una subasta
El artista estadounidense Andy Warhol (1928-1987) creó Shot Sage Blue Marilyn en 1964, una serigrafía que muestra el retrato de la actriz Marilyn Monroe con el fondo azul y los tonos intensos del pop art para destacar sus facciones y su rubia melena.
Poco podía imaginar Warhol que, casi 60 años más tarde, su retrato se vendería por 185 millones de euros, convirtiéndose en la obra del siglo XX más cara de la historia. En el mundo de las subastas de arte, sólo la supera el Salvator Mundi: una obra de Leonardo da Vinci por la que se pagaron cerca de 390 millones de euros en 2017 (aunque después se demostró que no había sido pintada por el propio Da Vinci, sino en su taller).
La obra forma parte de una serie de cinco retratos que Warhol hizo poco después de la muerte de Marilyn Monroe, que falleció en 1962 por una sobredosis de sedantes. La actriz representaba el sueño americano en Hollywood y era un icono de la cultura popular. En ese sentido, los responsables de la subasta la describen como una “Mona Lisa moderna” y consideran que el cuadro de Warhol es una de las piezas maestras del arte contemporáneo.
La venta tuvo lugar en la casa de subastas Christie’s de Nueva York, una de las más prestigiosas del mundo, donde ya se han vendido otras obras de arte por cantidades astronómicas, como Las mujeres de Argel de Pablo Picasso, que se vendió por 161 millones de euros en 2015, o la escultura Rabbit de Jeff Koons por 81 millones de euros en 2019 (la obra más cara pagada por un artista vivo).
El precio pagado por la serigrafía de Warhol también abre un debate sobre los límites del mercado del arte: ¿Hemos superado ya la crisis económica provocada por la pandemia? ¿Acaso han surgido más millonarios desde entonces? ¿Cómo han aumentado su fortuna?
El retrato de Marilyn pertenecía a la colección privada de los hermanos Thomas y Doris Ammann. El lote completo de obras subastadas consiguió más de 300 millones de euros que irán destinados a la Fundación Amman, que trabaja en proyectos para mejorar la educación y la salud de los niños en todo el mundo.
Warhol y el ‘pop art’
Andy Warhol fue una de las figuras más importantes del mundo cultural y artístico de mediados del siglo XX. Se le considera uno de los fundadores del pop art, una corriente artística que se inspiraba en la cultura popular y en el día a día de la clase media, convirtiendo en piezas artísticas los objetos más cotidianos.
Warhol era hijo de inmigrantes eslovacos en Estados Unidos. De pequeño sufrió la enfermedad de corea de Sydenham, que provoca espasmos y problemas de pigmentación en la piel, por lo que pasó mucho tiempo en casa, aislado del resto de niños de su edad y desarrollando una personalidad introvertida.
Durante su convalecencia le gustaba dibujar, escuchar la radio y ver revistas, uno de los pocos entretenimientos en una época en la que todavía no existía internet. Los personajes famosos y estrellas de cine se convirtieron en una de sus obsesiones.
En 1949 se trasladó a Nueva York para iniciar su carrera como ilustrador y publicista; pronto ganó reconocimiento por sus dibujos. El mundo de la publicidad tuvo una gran influencia en sus obras, como en las serigrafias de las botellas de Coca-Cola o las latas de sopa Campbell.
Para los sectores más tradicionales del mundo artístico, el estilo de Warhol resultaba demasiado rompedor y poco serio. Para ellos, el arte era una expresión reservada a las élites: no entendían que los recipientes de comida pudieran convertirse en arte, o que las grandes estrellas de Hollywood pudieran ser musas.
Warhol también actuó como dinamizador cultural en la ciudad de Nueva York: en su estudio, The Factory, y en sus exposiciones reunía tanto a artistas emergentes como figuras consagradas del arte, así como a estrellas de cine, modelos, músicos y nombres destacados del panorama social neoyorquino. En 1968 sufrió un intento de asesinato por parte de Valerie Solanas, que había colaborado en algunos de sus proyectos.
En la década de 1970 continuó haciendo retratos de personajes famosos como Elizabeth Taylor o Liza Minnelli, y empezó a crear las cápsulas del tiempo donde guardaba objetos que había ido acumulando toda su vida. En los 80 colaboró con artistas del neoexpresionismo como Jean-Michel Basquiat o Julian Schnabel. Murió en 1987 en su apartamento de Nueva York.
Marilyn Monroe: icono americano
Marilyn Monroe (1926-1962) fue una actriz, modelo y cantante estadounidense. Tuvo una infancia difícil: su madre era pobre y tenía problemas de salud mental, por lo que se crió en hogares de acogida. Se casó por primera vez con 16 años y empezó a trabajar en una fábrica de munición durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Sin embargo, pronto llamó la atención por su belleza y empezó a realizar algunos trabajos como modelo. A finales de la década de 1940 actuó en películas con papeles secundarios, pero no fue hasta 1953 cuando se convirtió en una estrella de cine por películas como Niágara o Los caballeros las prefieren rubias, que explotaban su físico despampanante en la gran pantalla.
Marilyn se convirtió en un símbolo de la revolución sexual en la década de 1950 y en uno de los personajes más populares del país. Estuvo casada con el famoso jugador de béisbol Joe DiMaggio y con el reputado escritor Arthur Miller. También fue amante del presidente John F. Kennedy.
No obstante, las adicciones, problemas de salud e inestabilidad emocional afectaron a su trabajo como actriz. La presión de la prensa y de la opinión pública la hundieron en varias depresiones y murió por una sobredosis de sedantes en agosto de 1962, cuando solo tenía 36 años. Este año se cumplirán 60 años de su muerte, que siempre ha estado rodeada de misterios y teorías de la conspiración.
El retrato de Marilyn Monroe es uno de los más famosos de Warhol y en seguida se convirtió en un símbolo de la cultura pop: se ha copiado y reproducido en carteles, camisetas, material de escritura, tazas, cojines… Incluso a día de hoy, su estilo e imagen siguen siendo copiados por estrellas mediáticas como Kim Kardashian, que recientemente llevó un vestido de Marilyn a la Gala MET.