Aplicar estrategias y mecánicas del juego al aprendizaje mejora la participación y rendimiento de los alumnos
La pedagogía en el aula se ha transformado radicalmente en las últimas décadas, gracias en parte a la incorporación de la tecnología y a nuevas formas de entender la educación. Una de las tendencias que ha ganado peso es el de la gamificación.
No hay que confundirla con los deportes electrónicos. La gamificación consiste en el uso de elementos y mecánicas de juego en contextos no lúdicos, como la educación o el trabajo, con el fin de motivar, involucrar y mejorar la participación y el rendimiento de las personas. En el caso concreto de la educación se trata de aplicar dinámicas de juego en el aula para mejorar el aprendizaje y potenciar las habilidades y rendimiento de los estudiantes.
De hecho, esta práctica ayuda a inculcar habilidades esenciales como la colaboración, el pensamiento crítico y la resolución creativa de problemas. Además, fomenta la participación, aumenta la motivación e interés en ciertas materias y ofrece retroalimentación inmediata a los alumnos.
De la mano de ACER, te contamos más detalles sobre como introducir la gamificación en el aula.
La neurociencia detrás de la gamificación en la educación
Antes, sin embargo, queremos repasar las ventajas de la gamificación. ¿Qué la hace tan efectiva? La respuesta está en la neurociencia.
Expertos en neurociencia han estudiado sistemas de juegos aplicados a diferentes campos, desde el aprendizaje hasta la formación empresarial. Como resultado, las estadísticas del uso de la gamificación en la educación demuestran que, desde el punto de vista cerebral, aumenta la sensación de motivación y disfrute al liberar dopamina y estimular el hipocampo.
Al jugar se mantiene el cerebro sano, pues se entrena la memoria y la atención, y se previene el deterioro cognitivo. En segundo lugar, como se basa en las emociones, la retención del aprendizaje resulta más efectiva. Finalmente, la dinámica narrativa de la gamificación ayuda a los estudiantes a procesar información sin aburrirlos con listas de conceptos.
Aprende a gamificar tu aula
¿Cómo se puede poner en práctica la gamificación en el aula? Aquí tienes algunas estrategias básicas.
1) Establece un sistema de puntuación y comienza a asignar puntos por completar tareas.
Estos sistemas de puntos permiten a los estudiantes visualizar su progreso y fomentan su motivación.
2) Promueve la competencia saludable con tablas de clasificación
Crear cierta competencia entre los compañeros es una excelente manera de mejorar el rendimiento.
3) Concede insignias y premios
Los sistemas basados en recompensas son excelentes para mostrar a tu clase que se valora el esfuerzo y el trabajo duro. Por ejemplo, puedes crear un criterio basado en puntos y asignar insignias o incluso premios al final del trimestre.
4) Crea una misión con un objetivo
En el aula se pueden usar aplicaciones como Google Slides para crear una misión en la que los estudiantes deben desbloquear objetivos para avanzar. Por ejemplo, puedes crear una misión interdisciplinaria que incluya matemáticas, lectura y ciencias.
5) Adopta el modo «boss fight»
Inspírate en los videojuegos y plantea una “boss fight”, un gran enfrentamiento que tiene lugar al final de un nivel de aprendizaje. Puedes, por ejemplo, preparar una lista de preguntas más difíciles o desafiantes y poner un límite de tiempo para responderlas, o plantearlo como un duelo entre equipos.
Las ideas para llevar la gamificación al aula son infinitas y sus resultados, a tenor de las estadísticas, son beneficiosos para los alumnos.
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