El gobierno canadiense sigue los pasos de Estados Unidos y la Unión Europea y prohíbe la aplicación en los dispositivos móviles de los trabajadores públicos
El gobierno de Canadá ha anunciado la prohibición de TikTok en los móviles de empresa de todos los trabajadores públicos, es decir, de los funcionarios que trabajan en órganos e instituciones oficiales. Las autoridades canadienses consideran que la aplicación, de origen chino, no ofrece garantías sobre la privacidad y podría poner en peligro la seguridad del país.
El presidente canadiense, Justin Trudeau, ha anunciado la medida en una rueda de prensa en la que pedía a la ciudadanía que reflexionara sobre las implicaciones que puede tener utilizar aplicaciones poco seguras en internet y cómo esto afecta a sus datos personales.
De esta forma, Canadá sigue los pasos de las autoridades de Estados Unidos y la Unión Europea, que también han prohibido la aplicación en los dispositivos de funcionarios y cargos públicos por miedo a que puedan convertirse en herramientas para espiar.
Con esta nueva medida, el gobierno canadiense quiere lanzar un mensaje de prudencia sobre los contenidos que se publican y comparten en las redes. Por eso, el Centro Canadiense para la Ciberseguridad ha publicado una guía con consejos para navegar de forma segura por internet: buscar información sobre una app antes de instalarla en nuestro móvil, revisar la política de privacidad, filtrar el acceso a los datos del teléfono (contactos, fotos…), etc.
En la mayoría de países, los gobiernos no tienen competencias para regular los contenidos que se publican en internet y tampoco pueden prohibir el uso de aplicaciones a los usuarios, porque eso iría en contra de su derecho a la libertad de expresión e información.
Sin embargo, en Estados Unidos, el Partido Republicano quiere prohibir TikTok a toda la población porque lo considera una amenaza para la seguridad del país. La plataforma es propiedad de ByteDance, una empresa de China, y los republicanos creen que el gobierno chino podría estar utilizando la aplicación para recopilar información sobre ciudadanos, empresas e instituciones estadounidenses. El episodio con los globos espía chinos sobre el cielo de Estados Unidos ha dado aún más argumentos a los defensores de esta teoría.
Polémica en torno a TikTok
TikTok es una de las redes sociales más populares del mundo, especialmente entre los más jóvenes. La aplicación está disponible en más de 150 países y tiene más de 750 millones de usuarios en todo el mundo, según datos de Statista. En septiembre de 2021, TikTok anunció que había superado los 1.000 millones de usuarios mensuales.
Los usuarios publican vídeos cortos a los que pueden añadir música y efectos visuales. Estos vídeos aparecen en scroll, lo que favorece la visualización continuada de contenidos. Muchas veces, las temáticas de estos vídeos se hacen virales y millones de usuarios imitan los mismos bailes, escenas, bromas, retos…
Estos challenge o retos se han convertido en uno de los puntos más polémicos de TikTok, ya que algunas prácticas difundidas en la red social suponen un peligro para la salud o incluso ponen en peligro la vida de los usuarios más jóvenes, que son los más influenciables a los retos virales. Es lo que sucedió con el Blackout challenge, que provocó la muerte de varios menores en Estados Unidos.
La temática de los vídeos que aparecen en nuestra cuenta viene determinada por una serie de algoritmos que analizan nuestras preferencias: qué perfiles seguimos, qué vídeos vemos más veces, qué temáticas tienen más éxito entre la audiencia global…
No obstante, TikTok también ha recibido muchas críticas por no filtrar los contenidos inapropiados en las cuentas de los usuarios más jóvenes: contenidos sexistas, prácticas poco saludables que pueden llevar a trastornos alimentarios, ciberacoso, desinformación… Por ese motivo, la Unión Europea ha reclamado a TikTok que cumpla con la Ley de Servicios Digitales, que exige a las plataformas que controlen y limiten la difusión de contenidos ilícitos.
La privacidad en redes sociales
Otra de las grandes críticas contra TikTok (y el resto de redes sociales) es la falta de privacidad. Es decir, el hecho de que una aplicación pueda recopilar información personal de sus usuarios: género, edad, temas preferidos, búsquedas más frecuentes… Pero también de los dispositivos: ubicación, modelo del teléfono, que otras aplicaciones hay en el móvil…
En un principio pueden parecer datos inofensivos. El problema es el uso que se da a esos datos: pueden utilizarse para personalizar los anuncios que nos aparecen, pero también pueden cederse a otras empresas que los incluirán en su base de datos para ofrecer otros servicios y productos que tal vez no nos interesan tanto.
La falta de control sobre nuestra propia información es una de las principales preocupaciones de los gobiernos. Desde una perspectiva legal, internet y las redes sociales son todavía un ámbito muy nuevo y es difícil crear nuevas leyes que regulen el funcionamiento de estas plataformas, porque evolucionan muy rápido y cada día aparecen nuevas funciones y aplicaciones.
Aun así, los gobiernos tienen la responsabilidad de defender los derechos fundamentales de los ciudadanos: el derecho a informarse y entretenerse, pero también a estar protegidos de comportamientos abusivos y evitar que sus datos se conviertan en mercancía para las empresas de internet.