Crece el número de libros prohibidos en centros educativos que hablan sobre temas como el racismo, la religión o el colectivo LGTBIQ+
Un total de 1.648 libros fueron prohibidos en diferentes escuelas de Estados Unidos durante el curso 2021-2022, según denuncia PEN America, organización que trabaja para defender la libertad de expresión y los derechos humanos a través de la literatura.
Las prohibiciones fueron establecidas por los gobiernos regionales de 32 estados (de los 50 que hay en Estados Unidos) y afectan a 5.049 escuelas, según el informe de PEN America. Como resultado, 4 millones de estudiantes de centros de primaria y secundaria no pueden acceder a estos títulos.
La mayoría de prohibiciones tienen lugar en estados del sur de Estados Unidos, donde predominan los valores tradicionales y conservadores. La mitad de los libros censurados, por ejemplo, responden a las leyes de Texas, un estado gobernado históricamente por el Partido Republicano.
Los motivos para censurar estas obras son diversos: un 41% hablan sobre temas LGTBIQ+ o tienen protagonistas que pertenecen a este colectivo; otro 40% tiene a protagonistas o personajes secundarios destacados de color; mientras que un 22% incluye contenido sexual en diferentes formas (se habla de relaciones sexuales, embarazos adolescentes, violaciones o abortos).
Por otro lado, al menos el 40% de los libros prohibidos (1.109 títulos) están relacionados con propuestas de ley o leyes en esos estados. Esto significa que la ideología de un gobierno influye directamente en la libertad de expresión y pensamiento de las personas, ya que limita su acceso a leer lo que ellas quieran.
Por ejemplo, Texas fue uno de los estados que presionaron al Tribunal Supremo para derogar el derecho al aborto en Estados Unidos; mientras que el gobernador de Florida, Ron de Santis, ha impulsado una ley que prohíbe hablar sobre el género y la orientación sexual en las escuelas.
PEN América denuncia que la prohibición de libros es una iniciativa antidemocrática que tiene graves consecuencias, ya que impide que los estudiantes tengan acceso a diferentes historias y perspectivas, sobre todo aquellas contadas por minorías y colectivos históricamente marginados.
Prohibido leer
Censurar textos o libros es una forma de prohibir ideas e impedir que se difundan. Un modo de evitar que aparezcan nuevos pensamientos y opiniones que puedan cuestionar el sistema establecido. Por eso la censura siempre proviene de las autoridades y la gente en el poder: porque no quieren recibir críticas ni tener oposición.
Existen numerosos ejemplos de censura a lo largo de la historia. Aunque ahora es la historia más leída del mundo, la Biblia fue uno de los primeros libros prohibidos: el Imperio Romano temía que apareciera una nueva religión (el cristianismo) que amenazara su dominio. Pero prohibir el libro no sirvió de nada: los romanos acabaron cediendo ante la expansión del cristianismo e incluso lo adoptaron como su nueva religión.
Siglos más tarde, fue la propia Iglesia Católica la que prohibió numerosos libros y autores a los que consideraba blasfemos. En realidad, eran libros sobre filosofía o ciencia que ponían en duda el relato sobre un Dios todopoderoso, y eso restaba poder a las autoridades eclesiásticas.
En Alemania, el régimen nazi (1933-1945) también ordenó quemar miles de libros de autores prohibidos, cuyas ideas se consideraban peligrosas y no encajaban con la ideología nazi. El novelista estadounidense Ray Bradbury llevó esa idea al límite en su obra más conocida: Fahrenheit 451.
Títulos como Alicia en el País de las Maravillas (1865), Las uvas de la ira (1940), Los versos satánicos (1988) o Harry Potter (1997-2007) también han sido víctimas de la censura en diferentes países.
Una coalición de escritores y escritoras
PEN Club Internacional es una asociación fundada en Londres (Reino Unido) en 1921 para fomentar la colaboración y el intercambio entre poetas, ensayistas y novelistas de todo el mundo. De ahí el acrónimo “PEN”, que además significa “pluma” o “bolígrafo” en inglés.
En un siglo de historia, más de 140 delegaciones han abierto sus puertas en diferentes países y regiones para promover la cultura y la literatura, pero también para defender la libertad de expresión. En ese sentido, PEN Internacional ha ayudado a decenas de escritores y escritoras que sufren censura y persecución a causa de su obra.
La organización ha lanzado numerosas campañas de apoyo para liberar a autores encarcelados, como el escritor y cineasta ucraniano Oleg Sentsov, encarcelado durante cinco años por sus críticas contra el gobierno ruso; o la escritora kurda Gulges Deryaspi, sentenciada a seis años de cárcel por “pertenecer a una organización terrorista”, aunque sus defensores creen que es un castigo de las autoridades de Turquía por promover la lengua y la cultura kurdas.
En América Latina, PEN Internacional sigue de cerca las amenazas contra periodistas a la hora de ejercer su profesión en países como Nicaragua, donde el presidente Daniel Ortega sigue aferrado al poder, o en Cuba, donde las protestas contra el gobierno han hecho que numerosos activistas se vean obligados a abandonar la isla.
La red de Centros PEN también organiza numerosas actividades culturales como exposiciones, cursos, charlas con autores y autoras, representaciones teatrales, lecturas y eventos virtuales para conectar con miembros de diferentes países. ¡Busca tu centro más cercano y sumérgete en el mundo de los libros!