Saber qué significan conceptos como ‘feminismo’, ‘machismo’ o ‘violencia de género’ es fundamental para promover la igualdad entre mujeres y hombres
La igualdad de género se define como la “igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades de las mujeres y los hombres, y las niñas y los niños”, según explica la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Esta igualdad no implica que las mujeres y los hombres sean exactamente lo mismo: se reconoce que existen diferencias entre ellos. Lo que defiende la igualdad de género es que todas las personas deben tener los mismos derechos y oportunidades, y que estos no pueden depender del sexo con el que nacieron.
Para entender qué es y cómo funcionan los diferentes aspectos de la igualdad de género, es necesario conocer la definición de algunos conceptos clave.
Feminismo
El feminismo es un movimiento político y social que tiene como objetivo conseguir la igualdad entre mujeres y hombres. En ese sentido, el movimiento feminista lucha por el reconocimiento de los derechos de las mujeres, que históricamente han estado en desventaja con respecto a los hombres en ámbitos como el trabajo, las tareas del hogar, el acceso a una educación…
El objetivo es que todas las mujeres del mundo tengan derechos políticos (derecho a votar y ocupar cargos públicos de responsabilidad), derechos económicos (recibir el mismo salario que los hombres por el mismo trabajo desempeñado) y derechos sociales (recibir una educación de calidad o acceso a asistencia sanitaria, entre otros).
Una parte muy importante del movimiento feminista también se centra en los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres: su derecho a decidir con quién mantienen relaciones y de qué forma, además de tener acceso a métodos anticonceptivos o de poder interrumpir voluntariamente un embarazo (derecho al aborto).
El movimiento feminista también se encarga de denunciar los estereotipos de género y lucha porque estas creencias socioculturales asociadas a hombres y mujeres desaparezcan.
Machismo
El machismo es una actitud sexista que defiende la superioridad del hombre sobre la mujer. Esta creencia se refleja en una serie de conductas y prácticas sociales que discriminan a las mujeres y las excluyen en muchos ámbitos de la sociedad.
El machismo también se asocia a los estereotipos de género: creencias y prejuicios que la sociedad históricamente ha asignado a mujeres y hombres en función de su sexo. Por ejemplo, los hombres tienen que ser fuertes y heterosexuales, se encargan de trabajar y llevar el dinero a casa, mientras que las mujeres deben dedicarse a la familia y las tareas domésticas.
La peor expresión del machismo es la violencia ejercida contra las mujeres, cuando un hombre impone su voluntad por la fuerza, a través de abusos y malos tratos. Esta violencia de género engloba tanto los actos de violencia física como violencia sexual o psicológica.
La educación es fundamental para luchar contra los estereotipos y actitudes machistas. Cuantas más niñas, chicas y mujeres puedan acceder a unos estudios, más oportunidades tendrán de ser independientes, formarse su propia opinión sobre el mundo y decidir sobre su propia vida sin estar condicionadas por ningún hombre.
Violencia de género
La violencia de género es una de las manifestaciones más claras de la desigualdad entre hombres y mujeres. Aunque los términos violencia de género y violencia machista no son lo mismo, se utilizan como sinónimos porque la inmensa mayoría de víctimas de la violencia de género son mujeres.
La violencia de género puede producirse por medios físicos, económicos y/o psicológicos. Se incluyen conductas como las amenazas, las intimidaciones y las coacciones, tanto en el ámbito público como en el privado. Esto tiene como resultado un daño físico, sexual y/o psicológico en las mujeres.
Normalmente, la violencia machista es ejercida por la pareja o expareja de la víctima. El objetivo del agresor es hacer daño y conseguir el control sobre la mujer, por lo que esta violencia suele producirse de manera continuada en el tiempo.
La violencia de género constituye un grave problema de salud pública y una violación de los derechos humanos. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) denuncia que 1 de cada 3 mujeres en todo el mundo ha sufrido violencia física y/o sexual por parte de su pareja.
Feminización de la pobreza
La feminización de la pobreza se refiere a aquellos mecanismos y barreras sociales, económicos y culturales que hacen que las mujeres se encuentren más expuestas a la pobreza y el riesgo de exclusión social a lo largo de su vida.
Este concepto explica por qué las desigualdades entre hombres y mujeres siguen existiendo en la actualidad. Según un estudio realizado por la ONU, en 2018 había 4,4 millones más de mujeres que vivían en situación de extrema pobreza, en comparación con los hombres.
La pobreza dificulta que las mujeres tengan independencia económica y accedan a derechos universales como la educación o la salud. Por tanto, la feminización de la pobreza es un problema que vulnera los derechos humanos y tiene un impacto a nivel mundial, ya que frena el desarrollo y el crecimiento de las sociedades. En ese sentido, a largo plazo, afecta tanto a las mujeres como a los hombres.