El gobierno tailandés ha adoptado una de las legislaciones más avanzadas del mundo sobre el cultivo y consumo terapéutico de cannabis
El gobierno de Tailandia ha decidido legalizar el cultivo y consumo de cannabis después de décadas de políticas antidroga muy severas, que castigaban los delitos de drogas con largas condenas de prisión o incluso la pena de muerte.
La nueva ley, aprobada en junio de 2022, limita el consumo de esta planta para uso médico y terapéutico, pero sigue prohibiendo el consumo con finalidades recreativas.
Tras aprobar la normativa, el gobierno tailandés anunció que regalaría un millón de plantas de cannabis entre la población, para que los ciudadanos se familiarizaran con su cultivo. Los tailandeses podrán cultivar hasta seis plantas en casa si se dan de alta en un registro oficial, y las empresas también pueden cultivar la planta con un permiso.
Se espera que la despenalización de la marihuana suponga un impulso para la economía del país, sobre todo en las zonas rurales, que están más empobrecidas. En las ciudades, negocios de todo tipo han aprovechado la iniciativa para promocionar sus productos e incluir esta planta como ingrediente en sus menús.
La planta del cannabis, más conocida como marihuana, contiene una sustancia química llamada tetrahidrocannabinol (THC) que provoca alteraciones mentales. Si se ingiere habitualmente, puede afectar las funciones cognitivas. La ley tailandesa mantiene la prohibición del cannabis si supera el 0,2% de THC.
En cambio, el gobierno de Tailandia ha legalizado otro de los compuestos de la planta: el cannabidiol (CBD), que se usa generalmente con fines medicinales para paliar el dolor, la ansiedad o tratar enfermedades como el Parkinson. El CBD es uno de los compuestos que más se ha estudiado desde la ciencia y tiene más usos terapéuticos.
Legalización: una estrategia política
El ejército ha controlado la política tailandesa durante muchos años y también ha impuesto su ideología con numerosos golpes de estado. En ese sentido, la anterior legislación antidrogas estaba influenciada por una visión muy estricta de la sociedad impuesta por los militares.
Durante la campaña electoral de 2019, el líder del Partido Bhumjaithai, Anutin Charnvirakul, defendió la legalización de la marihuana como uno de los puntos fuertes de su programa. La propuesta resultaba muy atractiva para la población rural del norte de Tailandia: la mayoría son agricultores que luchan por ganarse la vida con el cultivo de arroz y azúcar y que necesitan un nuevo cultivo més comercial.
Aunque no ganó las elecciones (controladas por el ejército), Charnvirakul se hizo muy popular entre la población y fue nombrado vice primer ministro y ministro de Salud. Ahora, Tailandia podría convertirse en el país más liberal del mundo con el cannabis.
Por otro lado, la crisis económica provocada por la pandemia de covid ha tenido un gran impacto sobre el turismo, una de las principales fuentes de ingresos en Tailandia. Así, el gobierno espera que el comercio de cannabis impulse la economía local, pero también el llamado turismo cannábico: la gente viajará a Tailandia específicamente para recibir terapias y tratamientos con extractos de marihuana.
Por último, la despenalización de la marihuana también podría aliviar la presión del sistema penitenciario. Tailandia tiene algunas de las cárceles más superpobladas del mundo; la mayoría de los reclusos están allí por delitos de drogas y muchos de ellos menores. Esto provocó críticas internacionales por las malas condiciones en las que viven los presos y empujó al gobierno tailandés a buscar otra estrategia para combatir el tráfico de drogas.
El consumo de marihuana en el mundo
Tailandia es el primer país asiático que despenaliza el consumo de cannabis (para un uso medicinal, no recreativo), lo que podría abrir la puerta a que otros países de este continente hicieran lo mismo. Actualmente, en el mundo ya existen otros países donde está permitido consumir marihuana, aunque con restricciones.
En los Países Bajos, la marihuana no es legal sino que está despenalizada: esto significa que está permitida para consumo propio y con un límite en la compraventa por persona y por día. Los coffee shops que venden marihuana deben tener una licencia y cumplir una serie de requisitos (no vender alcohol, no permitir el acceso a menores de edad…).
En Estados Unidos, cada estado tiene su propia ley sobre el consumo y venta de cannabis. En total, 16 estados permiten el uso recreativo de esta planta, cada uno con diferentes criterios sobre el número de plantas que se pueden tener en casa, cantidad de gramos, dónde se puede consumir…
El consumo de marihuana para uso medicinal es legal en Canadá desde el año 2001. En 2018, el gobierno canadiense legalizó la marihuana recreativa bajo la ley Cannabis Act y un año más tarde legalizó los productos comestibles y concentrados de cannabis. Uno de los principales motivos fue combatir el tráfico de drogas y desviar las ganancias del narcotráfico a las arcas públicas.
Uruguay fue el primer país del mundo en legalizar el cannabis para uso recreativo en 2013. Los consumidores deben inscribirse en un registro nacional y apostar por el autocultivo (un máximo de 6 plantas en casa), consumir en clubes cannábicos o comprar en farmacias.