La exposición de fotoperiodismo más importante del mundo se presenta cada año para concienciar sobre los grandes conflictos y problemáticas globales
Una anciana brasileña que vive en una residencia, bajita y con el pelo canoso, recibe un gran abrazo de una de sus enfermeras, alta y con mascarilla. Entre ambas hay varias capas de plástico que intentan evitar el contagio de covid pero el abrazo, el primero en cinco meses de confinamiento, parece derribar cualquier barrera.
La fotografía, obra del danés Mads Nissen y titulada The first embrace [El primer abrazo], ha ganado el premio World Press Photo del Año, el principal galardón del concurso de fotografía World Press Photo. El jurado valoró la capacidad de transmitir vulnerabilidad y amor en medio de la pandemia en Brasil, uno de los países más afectados por la covid.
El World Press Photo se considera el certamen de fotoperiodismo más prestigioso del mundo. Cada año recoge las imágenes más impactantes y representativas de la actualidad en los últimos doce meses: conflictos, crisis migratorias y problemáticas sociales, pero también imágenes sobre naturaleza, minorías étnicas, costumbres curiosas o celebraciones tradicionales.
En esta edición, las imágenes nominadas a Fotografía del Año retrataban temas como el racismo en Estados Unidos, la explosión masiva que tuvo lugar en el puerto de Beirut el 4 de agosto de 2020, la plaga de langostas que ha afectado a varios países africanos, la represión contra el colectivo LGTBIQ+ en Rusia o el conflicto armado en la región de Nagorno-Karabaj.
Más allá de entretener o de mostrar imágenes bellas y agradables de contemplar, el objetivo de estas fotografías es impactar al espectador y hacerle reflexionar. El hecho de que todas muestren historias reales, que han pasado de verdad, sirve para conectar al público con personas que viven a miles de kilómetros, consiguiendo empatizar con sus vivencias.
El objetivo del fotoperiodismo en el World Press Photo no es solo comunicar e informar, sino educar sobre los problemas que afectan a nuestro mundo y, con suerte, hacernos reaccionar para cambiarlo.
Cuando la fotografía es noticia
El fotoperiodismo o periodismo fotográfico juega un papel muy importante en los medios de comunicación. Las imágenes apelan a las emociones del espectador y consiguen transmitir una información que no siempre puede explicarse con palabras.
Hasta hace poco, el fotoperiodismo solo comprendía las fotografías de hechos históricos o relevantes, pero la aparición de nuevas tecnologías y formatos ha permitido retratar la actualidad de otras formas: vídeos, interactivos digitales, fotomontajes, collages…
Al mismo tiempo, la evolución de la tecnología también ha permitido democratizar la fotografía: todo el mundo tiene un móvil, una tableta, una cámara digital o incluso una cámara réflex para hacer fotos. Sin embargo, igual que pasa con la desinformación y las fake news, no todas las imágenes son veraces ni representan la realidad.
Por eso, la labor de los fotoperiodistas es más necesaria que nunca. Muchos arriesgan su vida para fotografiar los conflictos más peligrosos y los problemas más graves que amenazan nuestro planeta. Sin sus imágenes, no sabríamos lo que realmente sucede en el mundo.
Suele decirse que “una imagen vale más que mil palabras”. En el caso del fotoperiodismo, las buenas imágenes son aquellas que no solo describen sino que también buscan remover conciencias, planteando la cuestión de cuáles son los límites del fotoperiodismo.
Es uno de los grandes dilemas del fotoperiodismo: ¿el deber de informar justifica la dureza de una imagen? Ante una situación de injusticia, ¿el fotoperiodista debe retratarla para que lo sepa todo el mundo o debe dejar la cámara a un lado y ayudar?
Una historia de fotoperiodismo
En 1955, un grupo de fotoperiodistas holandeses decidió organizar un concurso de fotografía con imágenes de fotógrafos de todo el mundo: lo llamaron World Press Photo. La primera exposición se inauguró en diciembre de aquel año y, desde entonces, las imágenes seleccionadas en cada edición se consideran un catálogo representativo de los principales sucesos que han tenido lugar en nuestro planeta.
Las imágenes premiadas forman parte de una exposición itinerante que se presenta en 120 ciudades de 50 países. Más de cuatro millones de personas visitan cada año la exposición, que empieza en abril en Amsterdam, la capital de Holanda. Estos días puede visitarse en el Centro de Cultura Contemporánea (CCCB) de Barcelona.
El World Press Photo también se ha adaptado a los nuevos formatos y narrativas: nuevas formas de contar historias que aprovechan las nuevas tecnologías. Así, además de las categorías en fotografía tradicional, también se otorgan premios al mejor interactivo, el mejor vídeo online y a la mejor historia, formada por un conjunto de imágenes que cuentan la noticia.
Con el tiempo, el certamen se ha convertido también en una fundación que apoya el trabajo de reporteros gráficos en todo el mundo y difunde la misión del fotoperiodismo: conectar el mundo con historias que importan y trabajar por un periodismo más diverso y representativo, que cuenta las historias desde todos los puntos de vista.