21 noviembre 2024
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21 noviembre 2024

COP26: contrarreloj para salvar el planeta

Políticos de todo el mundo se reúnen en la Cumbre del Clima mientras los científicos advierten de la urgencia de actuar contra el cambio climático

El próximo domingo, 31 de octubre, comenzará en Glasgow (Escocia) la COP26: la Cumbre del Clima de las Naciones Unidas que se organiza cada año para debatir sobre los efectos del cambio climático y las medidas que los gobiernos de todo el mundo deben tomar para frenar el calentamiento global

El desafío es enorme: conseguir que los países se comprometan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero tanto como para que el aumento de temperatura a finales de siglo esté entre 1,5 y 2 grados centígrados. Esto permitiría evitar los peores efectos del calentamiento global: subida del nivel del mar, temperaturas más extremas, sequía y disminución de las cosechas, desaparición de especies…

No es tarea fácil: según el Informe sobre la Brecha de Emisiones 2021 elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el cambio climático se ha intensificado y cada vez queda menos tiempo para implementar medidas realmente efectivas. Si seguimos con el ritmo de emisiones actual, a finales de siglo la temperatura global registrará un aumento de 2,7ºC, muy por encima de los objetivos establecidos en el Acuerdo de París de 2015. 

A pesar de las buenas intenciones del Acuerdo de París, en el que 196 países se comprometían a reducir sus emisiones, la situación ha empeorado. El informe del PNUMA advierte de que los compromisos climáticos adoptados en París solo evitarán un 7,5% de las emisiones previstas para 2030, cuando la reducción debería ser del 55% si se quiere alcanzar el objetivo de 1,5 grados.

El aumento de temperaturas está provocando una crisis climática en todo el planeta con muchas y graves consecuencias: desde el aumento de desastres naturales cada vez más frecuentes e intensos, hasta la desaparición de ciudades en la costa que producirían millones de refugiados climáticos, pasando por la pérdida de biodiversidad.

Científicos, organizaciones ecologistas y movimientos civiles como los jóvenes de Fridays for Future hace mucho tiempo que exigen a los políticos que se tomen en serio el cambio climático. En ese sentido, el mensaje de las Naciones Unidas no puede ser más claro: “No elijas la extinción”.

¿Qué se debatirá en la COP26?

El objetivo final de la Cumbre del Clima es que se firmen acuerdos vinculantes, es decir, que los países estén obligados a cumplir. Además, las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC), que es la cantidad de emisiones que cada país puede producir y que se recogen de forma oficial en los acuerdos internacionales, deben reducirse lo suficiente para que tengan un efecto real en la lucha contra el cambio climático.

Por otro lado, el Acuerdo de París establecía la creación de un fondo de 100.000 millones de dólares anuales que debían servir para ayudar a los países con menos recursos a combatir el cambio climático. Por ejemplo, introduciendo energías renovables o ayudando a sustituir las industrias más contaminantes por otras más ecológicas, sin que eso afecte a su ya de por sí débil economía. En la actualidad, todavía no se ha conseguido recaudar el dinero ni está claro quién debe financiarlo.

Otra de las cuestiones pendientes de regular es la compraventa de emisiones en el llamado “mercado de carbono”: cuando los países ricos, que tienen mucha actividad industrial y contaminan mucho, compran parte de las NDC de los países pobres, que no producen tantas emisiones y a quienes les sobra capacidad para contaminar hasta alcanzar el cupo establecido por ley.

Las organizaciones ecologistas y humanitarias denuncian que el mercado de carbono es una forma de explotar a las regiones más desfavorecidas. Por eso es necesario establecer normas para que los países con más recursos no se aprovechen de esta desigualdad.

El largo camino de la COP

En la década de 1970 se crearon las primeras reuniones internacionales para discutir los efectos de la actividad humana sobre el medio ambiente. En 1988 se creó el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que reúne a científicos y expertos de todo el mundo para analizar la evolución del cambio climático y sus efectos.

La Cumbre de la Tierra de 1992 dio origen a la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), un tratado internacional donde se reconoce oficialmente la existencia del cambio climático.

Finalmente, en 1995 se celebró la primera COP en Berlín (Alemania). “COP” son las siglas de “Conferencia de las Partes”, el nombre oficial de la Cumbre del Clima de las Naciones Unidas que reúne a todas las partes implicadas: políticos, científicos y sociedad civil. En esa conferencia se sentaron las bases del Protocolo de Kioto, el primer acuerdo para reducir las emisiones que finalmente fracasó.

¿Por qué han pasado tantos años y cumbres sin lograr cambios significativos? Porque reducir las emisiones implica cambiar los hábitos de consumo y la manera de producir de los países, lo que puede afectar a las grandes empresas y provocar malestar entre la población. 
La mayoría de políticos no quiere arriesgarse y tener en contra al sector económico, que genera empleos y produce parte de la riqueza de un país, ni tampoco a la población, porque es quien vota en las elecciones. Aun así, la cuestión más importante es: ¿a qué estamos dispuestos a renunciar para salvar nuestro planeta?

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