Más de 5.000 personas procedentes de Marruecos cruzan los espigones que separan la ciudad española del territorio marroquí
La ciudad autónoma de Ceuta vive esta semana una situación sin precedentes debido a la entrada masiva de personas que llegan nadando o bordeando a pie los dos espigones que marcan la frontera entre España y Marruecos. Las condiciones meteorológicas, con poco viento y el mar en calma, han facilitado la entrada por el mar.
Desde la madrugada del lunes 17 de mayo y a lo largo del martes 18, han llegado a la costa de Ceuta cerca de 8.000 personas, de las que unas 1.500 son menores de edad. Las primeras entradas se produjeron a través del espigón fronterizo de Benzú, en el norte, y posteriormente se registraron otras entradas.
La mayoría de estos migrantes son jóvenes de entre 16 y 30 años que viven en la zona de Castillejos, la ciudad marroquí más cercana a la frontera con Ceuta. También hay familias con niños pequeños que viven una situación económica muy difícil debido a la pandemia de coronavirus. La mayoría son ciudadanos marroquíes, pero también hay migrantes procedentes de otros países subsaharianos.
Muchos de estos migrantes han sido trasladados a una nave industrial en la zona aduanera de Tarajal, donde tienen que cumplir cuarentena por la covid-19. Pero la gran cifra de personas ha desbordado la capacidad de acogida de estas instalaciones, con capacidad para un máximo 200 personas.
Tensión entre el gobierno de España y Marruecos
La entrada de migrantes empezó la madrugada del lunes, cuando corrió el rumor de que la policía marroquí que vigila la frontera había dejado el paso sin vigilancia. Esto produjo un efecto llamada y centenares de personas se desplazaron hasta Castillejos con la esperanza de poder entrar en Ceuta, ya en territorio español.
Para algunos expertos políticos, que las autoridades marroquíes dejen cruzar la frontera de forma ilegal a miles de personas es una forma de protestar contra el gobierno español, que en abril acogió a un líder saharaui, Brahim Ghali, en un hospital español por motivos humanitarios.
El Sahara Occidental es un territorio en el noroeste de África que estuvo ocupado durante siglos por España y que en 1975 pasó a estar controlado por Marruecos. Desde entonces, el movimiento del Frente Polisario trabaja para acabar con la ocupación marroquí y conseguir la autodeterminación del pueblo saharaui. Esta situación también ha provocado varios conflictos políticos entre España y Marruecos.
El gobierno español ha enviado a 200 policías para dar apoyo a los 1.100 agentes desplegados habitualmente en Ceuta, para así reforzar el control fronterizo e impedir el paso de los inmigrantes a Ceuta. También se ha desplegado personal de la Policía Científica y de Extranjería y Fronteras para agilizar los trámites de devolución de migrantes a su país de origen, en aplicación de un acuerdo firmado con Marruecos en 1992.
La pandemia de coronavirus ha obligado a cerrar las fronteras de muchos países en todo el mundo, también la frontera terrestre que separa Ceuta de Marruecos. Como consecuencia, también han cesado durante meses las actividades de contrabando, que suponen la principal fuente de ingresos de muchas familias en la zona. Este es uno de los principales motivos que ha empujado a los jóvenes marroquíes a cruzar la frontera de forma ilegal.
Crisis migratorias en España
Estas han sido las jornadas migratorias más críticas a las que se ha enfrentado Ceuta en los últimos años, según la Delegación del Gobierno español en la ciudad.
El anterior récord se registró en noviembre de 2020, cuando en un solo fin de semana llegaron a las costas de las Islas Canarias más de 2.000 migrantes a bordo de 58 pateras o cayucos; de estos, cerca de 1.500 llegaron en una sola jornada, una cifra que se ha visto duplicada en Ceuta.
En 2018 se produjo un pico migratorio con 57.500 entradas irregulares en todo el territorio español. Y en 2006, durante la llamada "crisis de los cayucos", llegaron a Canarias 32.000 migrantes procedentes tanto de Marruecos como de Mauritania y Senegal.
La inmigración ilegal a las islas Canarias, un archipiélago que forma parte del territorio español pero está situado frente a la costa marroquí, ha aumentado este año. Sin embargo, el número total de inmigrantes sin papeles que han llegado a Europa en 2021 sigue estando muy por debajo de los niveles observados durante la crisis migratoria de 2015-2016, según datos de Frontex, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas.
