24 noviembre 2024
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24 noviembre 2024

Disturbios en Francia tras el asesinato de un adolescente

Nahel, de 17 años, falleció después de ser disparado por un agente de la policía, lo que ha desatado varias protestas en el país

Desde hace unos días, Francia está viviendo protestas y disturbios que han resultado en centenares de detenciones, policías heridos y vehículos incendiados. Los altercados se iniciaron tras la muerte de un menor de 17 años a manos de la policía francesa cuando este intentaba darse a la fuga con un coche.

El suceso ocurrió el pasado 27 de junio en Nanterre, a las afueras de París. Nahel, de 17 años, fue detenido por una pareja de policías al descubrir que conducía sin carnet. El joven trató de escapar con el vehículo y fue entonces cuando unos de los policías le disparó, provocando su muerte. 

La Policía francesa afirmó que había disparado en defensa propia tras un intento de atropello por parte del menor. Sin embargo, un vídeo grabado por un testigo y difundido en redes sociales pone en duda la versión policial. En la grabación se ve cómo el joven acelera intentando huir sin amenazar directamente la integridad de los policías.

El asesinato de Nahel ha conmocionado a Francia y ha provocado multitudinarias protestas en varias ciudades. Unas 6.200 personas marcharon el jueves pasado en Nanterre y guardaron un minuto de silencio en homenaje al joven. Al margen de estas protestas pacíficas, cientos de personas se han enfrentado a la policía antidisturbios para mostrar su indignación por lo ocurrido.  

Tras una investigación, la Fiscalía ha acusado formalmente de homicidio voluntario al policía que mató al joven, al considerar que las condiciones legales para utilizar el arma no se dieron aquel día. El agente ha pasado ya a disposición judicial y se ha solicitado su entrada inmediata en prisión provisional

Intervención policial

Tras la muerte de Nahel, miles de personas han salido a las calles de Francia para mostrar su indignación por la actuación de la policía. Aunque ha habido movilizaciones pacíficas, los disturbios violentos están provocando una situación muy tensa en el país, con fuertes cargas policiales

Las tres primeras noches de disturbios terminaron con 24, 150 y 667 personas detenidas respectivamente, según han confirmado las fuentes policiales. El jueves pasado, el ministro de Interior, Gerald Darmanin, anunció que multiplicaría por cuatro el dispositivo policial, pasando de 9.000 a 40.000 agentes para tratar de restablecer el orden. 

El asesinato del adolescente ha vuelto a poner sobre la mesa el tema de la brutalidad policial. Varias organizaciones de derechos humanos llevan años denunciando abusos y violaciones a los derechos por parte de agentes de seguridad en el país. En muchas ocasiones, ese trato injusto está dirigido a personas migrantes. En el caso de Nahel, su familia era de origen argelino.

La organización Human Rights Watch (HRW) asegura en un informe que la policía francesa abusa de su poder y autoridad para detener y registrar a jóvenes migrantes de forma repetitiva y sin evidencias. Según HRW, la mayoría de estos procedimientos nunca son registrados por parte de la policía. 

La organización denuncia cómo el racismo y la discriminación institucional siguen siendo una grave problemática en Francia e insta al gobierno francés a tomar medidas para frenar la violencia policial

Estado de emergencia 

De momento, el ministro de Interior francés ha descartado declarar el estado de emergencia por los disturbios, una medida que sí se aprobó en 2005 en un contexto parecido. El 27 de octubre de ese año, los adolescentes Zyed Benna y Bouna Traoré murieron electrocutados mientras huían de la policía en Clichy-sous-Bois, a las afueras de París.

Al igual que está ocurriendo con Nahel, el asesinato de estos dos jóvenes generó una ola de protestas y disturbios en Francia. Los enfrentamientos con la policía se intensificaron rápidamente y los disturbios se extendieron a numerosas ciudades del país, incluyendo París, Lyon, Marsella, Toulouse y Nantes, entre otras.

Los manifestantes incendiaron automóviles, saquearon comercios y se enfrentaron con la policía en violentos enfrentamientos callejeros. Según publicó el periódico francés Le Monde en un reportaje, los disturbios dejaron dos personas muertas, 56 policías heridos, cerca de 3.000 detenciones y más de 9.000 vehículos quemados.

Ante la gravedad de la situación, el entonces presidente de Francia, Jacques Chirac, declaró el estado de emergencia el 8 de noviembre de 2005. Este otorgó poderes adicionales a la policía: por ejemplo, se les permitió imponer toques de queda en las áreas afectadas con el objetivo de restaurar el orden

No ha sido el único momento en que Francia ha decretado el estado de emergencia. En 2015, tras los ataques terroristas por parte de Estado Islámico (ISIS) en distintos lugares del país, el entonces presidente François Hollande también impuso esta medida. Bajo el estado de emergencia se arrestó a individuos sospechosos de tener vínculos con el terrorismo y se impusieron medidas adicionales de seguridad, como el despliegue de tropas por las calles del país. 

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