El expresidente ha sido el candidato republicano más votado en los caucus de Iowa, la primera cita de las elecciones estadounidenses
Las elecciones presidenciales de Estados Unidos acaban de dar su pistoletazo de salida en Iowa, uno de los cincuenta estados del país. Allí el expresidente Donald Trump ha sido el candidato republicano más votado en un proceso de caucus, un evento fundamental en los comicios estadounidenses.
Antes de que los ciudadanos voten para elegir a su presidente, una cita que tendrá lugar el próximo 5 de noviembre, tienen que decidir quiénes serán los candidatos a la Casa Blanca. Es decir, qué miembros del Partido Republicano y Demócrata serán seleccionados para representar a sus respectivas formaciones en la elección general.
Este proceso implica la celebración de primarias y caucus. Las primarias son unas elecciones más tradicionales: los votantes van a colegios electorales y eligen con un voto secreto a su candidato favorito. Los caucus son diferentes, pues los ciudadanos de cada zona electoral son los que se reúnen para discutir y decidir a qué candidato apoyar. A grandes rasgos es como una reunión de vecinos que tiene lugar en centros cívicos, colegios, polideportivos…
Ambos procesos sirven para elegir a los delegados, individuos que representan a cada estado en la Convención Nacional. La Convención es un evento importante para los partidos políticos, donde los delegados se reúnen para discutir, votar y finalmente seleccionar al candidato presidencial que se presentará a las elecciones generales.
En el Partido Demócrata, Joe Biden es el actual presidente de Estados Unidos y se presenta como candidato para lograr su reelección. También hay otros demócratas que le desafían en las primarias, como Dean Phillips y Marianne Williamson. Dentro del Partido Republicano, los candidatos son Donald Trump, Ron DeSantis y Nikki Haley.
La primera fecha del calendario electoral de EE.UU. ha sido el 15 de enero, cuando los miembros del Partido Republicano se reunieron en el primer caucus en Iowa. El Partido Demócrata quiere que su primera primaria oficial sea el 3 de febrero en Carolina del Sur. El calendario se extiende hasta junio, cuando tendrán lugar las últimas primarias.
Las acusaciones contra Trump
Donald Trump encara las elecciones de Estados Unidos en un momento clave en su relación con la justicia del país: en el último año, ha sido imputado de diferentes cargos y tiene varios cargos abiertos. En mayo de 2023, fue declarado culpable de un delito de agresión sexual por abusar sexualmente de la escritora E. Jean Carroll en los 90.
En junio, el expresidente fue imputado por el caso de los documentos clasificados hallados en su residencia de Mar-a-Lago (Florida). Fue acusado de retención deliberada de información sensible, ocultamiento corrupto de documentos y conspiración para obstruir la justicia.
Era la primera vez en la historia del país en la que un exmandatario era acusado de cargos federales, es decir, un delito o violación de la ley que está tipificado y procesado bajo las leyes federales de Estados Unidos.
En agosto, fue imputado por presuntamente intentar revertir el resultado de las elecciones de 2020, en las que perdió frente al líder demócrata Joe Biden. El jurado lo acusó de difundir “mentiras” relacionadas con un presunto fraude electoral y de afirmar que, en realidad, la victoria le pertenecía. Sucesos que rodearon el asalto al Capitolio por parte de sus seguidores tras perder las elecciones.
En concreto, el expresidente se enfrenta a cuatro cargos que incluyen conspiración para defraudar a los Estados Unidos, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, obstrucción e intento de obstruir un procedimiento oficial, y conspiración contra derechos. Trump irá a juicio por este último caso en marzo de 2024, en medio de las primarias.
La elección del presidente
La Constitución de Estados Unidos establece un sistema electoral de elección indirecta. Esto quiere decir que los ciudadanos estadounidenses no votan directamente al presidente, sino a unos representantes que después delegan su voto.
Los representantes también se conocen como electores y son convocados por los partidos políticos. Los electores se reparten entre los 50 estados, pero no todos los estados tienen el mismo número de electores: por ejemplo, California tiene 55 electores, Texas tiene 38 y Florida tiene 29.
En todo el país hay un total de 538 electores que conforman el Colegio Electoral, la autoridad que elige al presidente de Estados Unidos. Eso se traduce en que no gana el candidato con más votos, sino con más electores.
Por eso se dice que en las elecciones estadounidenses hay dos tipos de voto: el voto popular (la ciudadanía que vota a los representantes) y el voto electoral (cuando los representantes votan al candidato a la presidencia). Estos dos votos suelen coincidir: si los representantes demócratas son los más votados por los ciudadanos en la mayoría de estados, es muy probable que gane el candidato demócrata.
Sin embargo, también ha habido excepciones como las elecciones presidenciales de 2016. Donald Trump ganó las elecciones y se convirtió en presidente pese a haber obtenido el apoyo de 2,8 millones de votantes menos que su rival Hillary Clinton. El candidato republicano ganó en votos electorales: obtuvo 306 contra los 232 de la demócrata.