Tres meses después del intento del golpe de Estado del coronel Tejero, once hombres asaltaron el banco ubicado en el centro de Barcelona
El 23 de mayo de 1981, once hombres encapuchados irrumpieron en el Banco Central ubicado en la Plaza de Catalunya (Barcelona) y retuvieron a las más de 200 personas que allí se encontraban. Los asaltantes, armados y con explosivos, se atrincheraron en el edificio junto a los rehenes.
La situación se prolongó durante casi 37 horas, en las que los secuestradores negociaron constantemente con las autoridades. Lo que a priori parecía un simple atraco para robar dinero se convirtió en un episodio que conmocionó a la democracia española, que todavía no se había llegado a consolidar.
Para entender la relevancia de este episodio debemos tener en cuenta que el asalto ocurrió justo tres meses después del intento de golpe de Estado del teniente coronel Antonio Tejero en el Congreso de los Diputados el 23 de febrero de 1981. El episodio, conocido como 23-F, tuvo lugar en una etapa delicada de la transición democrática española.
Pero ¿qué tenía que ver el atraco al Banco Central con el 23-F? Los policías pronto averiguaron su relación. Los asaltantes dejaron una nota en una de las cabinas cercanas al banco, donde exigían la inmediata liberación de Tejero y otros implicados en el intento de golpe de Estado. Si no, matarían a los rehenes.
La intervención de las fuerzas de seguridad logró poner fin al secuestro sin que hubiera fallecidos, y los asaltantes fueron detenidos y puestos a disposición judicial. Hoy en día, el asalto al Banco Central es uno de los episodios más recordados de la transición democrática española por las circunstancias que lo rodearon.
¿Qué fue la transición democrática?
Hasta la muerte de Francisco Franco en 1975, España había vivido en un régimen dictatorial. Cuando el dictador falleció, se abrió un periodo clave en la historia de España conocido como transición democrática. Este proceso implicó un cambio gradual y complejo desde la dictadura franquista hacia un sistema democrático parlamentario.
En este sentido, fue clave la Constitución de 1978, que estableció a España como una monarquía parlamentaria y consagró los derechos y libertades fundamentales. Sin embargo, la transición hacia la democracia no fue un período fácil ni estuvo exento de conflictos.
En ese momento todavía existía una fuerte inestabilidad política, una economía en crisis, un aumento del terrorismo (especialmente por parte de la organización ETA), y una resistencia de sectores conservadores y franquistas a las reformas democráticas.
La inestabilidad culminó con el intento de golpe de Estado de Antonio Tejero. El teniente coronel irrumpió en el Congreso de los Diputados con un grupo de guardias civiles armados durante la sesión de investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo como presidente del gobierno.
Con gritos de “¡Quieto todo el mundo!”, Tejero y sus hombres tomaron a los diputados como rehenes, intentando tomar el control del gobierno. El entonces rey Juan Carlos I condenó el golpe y reafirmó su compromiso con la democracia y la Constitución, un gesto que consiguió disuadir a los militares, que se rindieron a la mañana siguiente.
Cuando España todavía estaba recuperándose del 23-F, el país tuvo que hacer frente al asalto en el Banco Central de Barcelona. Ambos episodios violentos nos sirven para recordar los desafíos y la inestabilidad que enfrentaba España en ese periodo de transición y consolidación democrática.
Una serie sobre el asalto
Este viernes 8 de noviembre, la plataforma de streaming Netflix estrena una miniserie basada en el asalto al Banco Central de Barcelona que tuvo lugar en mayo de 1981.
Asalto al Banco Central está producida por Brutal Media y dirigida por Daniel Calparsoro, director español que tiene experiencia dirigiendo series y películas de thriller, un género cada vez más popular cuyo objetivo es que el espectador esté en constante tensión y suspense.
La serie está protagonizada por Miguel Herrán, María Pedraza, Hovik Keuchkerian e Isak Férriz. Los tres primeros ya trabajaron juntos en La casa de papel, una de las series españolas más exitosas de Netflix y que también trata sobre un atraco. Sin embargo, entre ambas producciones hay una diferencia: una está basada en hechos reales y la otra es pura ficción.
La nueva serie de Netflix es una buena oportunidad para conocer mejor qué es lo que pasó en España el 23 de mayo de 1981 y cómo impactó lo sucedido en la historia del país.
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