23 diciembre 2024
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23 diciembre 2024

El ‘beso cósmico’ de Júpiter y Venus

Los dos planetas han entrado en conjunción y, desde la superficie de la Tierra, parece que sus órbitas coincidan y lleguen a tocarse

Estos primeros días de marzo, por la noche, dos puntos brillantes resaltan en la oscuridad y  están un poco más cerca cada día. No son dos estrellas sino dos planetas: Venus y Júpiter, que están a punto de entrar en conjunción.

La conjunción de dos astros se produce cuando, al ser observados desde un tercer astro (en este caso la Tierra), se hallan en la misma longitud celeste. Esto significa que se ven en el mismo punto del cielo y parece que coincidan en el mismo lugar, aunque en realidad estén separados por millones de kilómetros. 

De hecho, Júpiter y Venus nunca podrían llegar a chocar porque están a más de 600 millones de kilómetros de distancia y separados por dos planetas (la Tierra y Marte). No obstante, el efecto óptico desde la Tierra hace parecer que estén a punto de tocarse.

La conjunción entre Júpiter y Venus se ha producido entre el 1 y 2 de marzo y ahora empezarán a separarse en el cielo, siguiendo sus órbitas celestes. Desde la perspectiva terrestre, Venus seguirá ascendiendo y será la estrella más brillante por la noche, mientras que Júpiter empezará a descender hacia el horizonte hasta desaparecer de la vista.

Venus y Júpiter son los dos planetas más brillantes del Sistema Solar. Después del Sol y la Luna, Venus es el astro más brillante que vemos desde la Tierra porque está cubierto por una capa de gases y nubes que reflejan con fuerza la luz del Sol. Por otro lado, Júpiter es el planeta más grande de nuestro sistema planetario (11 veces el tamaño de la Tierra): por eso refleja la luz solar con mucho más brillo que el resto.

Las conjunciones son fáciles de predecir, ya que los científicos conocen de antemano la órbita de los planetas y de otros astros y pueden saber en qué momento coincidirán en el cielo. Este calendario astronómico nos permite estar preparados para disfrutar de fenómenos como eclipses, lluvias de meteoritos o el paso de un cometa brillante.

Eclipse solar en abril

El 20 de abril está previsto un eclipse solar, un fenómeno que tiene lugar cuando la Luna se coloca entre el Sol y la Tierra y tapa la estrella, proyectando una sombra sobre nuestro planeta. Esta vez, el eclipse solo será visible desde el hemisferio sur: en los territorios del océano Pacífico, océano Índico, Australia, Sureste Asiático y la Antártida.

Dependiendo de la posición de la Luna, los eclipses adoptan diferentes formas. En un eclipse total, la Luna coincide con la circunferencia del Sol y bloquea totalmente la luz solar; en un eclipse anular, la Luna está más alejada de la Tierra, no tapa el Sol por completo y produce el efecto de tener un anillo de luz alrededor; el eclipse parcial sucede cuando la Luna, la Tierra y el Sol no están perfectamente alineados y la Luna solo tapa una parte de la esfera solar.

En este caso, se producirá un eclipse solar híbrido, que combina el eclipse anular y total: al principio el eclipse se verá con un anillo de luz alrededor y, en medio del proceso, se alcanzará un eclipse total. Esto sucede debido a la superficie curva de la Tierra, que hace que la sombra de la Luna no llegue a cubrir todo el planeta.

Los eclipses son fenómenos naturales provocados por la coincidencia entre las órbitas del Sol, la Luna y la Tierra. Sin embargo, para muchas culturas de la antigüedad eran símbolos divinos con diferente significado: para los incas era un motivo de celebración, porque suponía el encuentro amoroso entre el dios Sol y la diosa Luna; mientras que en la antigua Babilonia se consideraba un mal presagio.

Para observar un eclipse de forma segura, es importante evitar mirar al Sol sin protección: hay que llevar gafas con algún tipo de filtro o lentes especiales para evitar daños en las córneas. También es importante buscar un lugar alejado de los centros urbanos, para evitar la contaminación lumínica.

Júpiter: el planeta con más lunas

La Unión Astronómica Internacional ha confirmado el descubrimiento de 12 nuevas lunas alrededor de Júpiter, que ya cuenta con 92. De esta forma supera a Saturno, que tiene 83 satélites, y se convierte en el planeta con más lunas de todo el Sistema Solar.

Un equipo de científicos ha estado observando el planeta durante dos años desde los telescopios de Hawai y Chile, dos de los observatorios astronómicos más potentes del mundo. Hasta ahora, estas lunas no se habían detectado porque tienen un tamaño muy pequeño, entre 1 y 3 km de diámetro, y se cree que son fragmentos de lunas más grandes que se formaron tras chocar con cometas, asteroides y otros cuerpos celestes.

Las lunas de Júpiter se conocen desde hace siglos. La primera referencia escrita es de Gan De, un astrónomo chino del siglo IV a.C., que observó una “pequeña estrella rojiza” cerca del planeta. Más de mil años después, en 1610, Galileo Galilei describió las órbitas de las cuatro lunas más grandes: Calisto, Europa, Ganímedes e Ío.

Europa es la sexta luna más grande de Júpiter, es un poco más pequeña que nuestra Luna y está recubierta por una capa de agua congelada. Algunos astrónomos creen que debajo de esta capa de hielo podría haber un gran océano de agua en estado líquido y, en ese sentido, tal vez podría albergar vida extraterrestre. La Agencia Espacial Europea está preparando una misión espacial para explorar las lunas de Júpiter: se llama JUICE, está previsto que se lance en abril y tardará ocho años en llegar a su destino.

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