El Barça se enfrenta al Real Madrid en el Camp Nou con el objetivo de batir el récord de asistencia en un partido de fútbol femenino
Hoy, 30 de marzo (18:45h), se disputa el partido de vuelta de los cuartos de final de la Champions League Femenina (UWCL) entre el Barça Femenino y el Real Madrid en el Camp Nou. Las azulgranas parten con ventaja, ya que ganaron el partido de ida en Madrid por 1-3 (dos goles de Alexia Putellas y uno de Claudia Pina).
Un enfrentamiento entre Barça y Madrid siempre genera mucha expectación, de ahí que el partido reciba el nombre de “El clásico”. Pero, además, este partido supone una cita histórica porque el equipo femenino del FC Barcelona jugará por primera vez en el Camp Nou con público en las gradas.
El Barça Femenino ya disputó un partido en el Camp Nou en enero del año pasado: fue con motivo del derbi Barça-Espanyol (5-0), aunque en aquella ocasión no hubo público en cumplimiento con las restricciones por la pandemia de covid. Con este partido se celebraba también el 50 aniversario del primer partido del Barça Femenino en el estadio azulgrana.
Esta vez, el FC Barcelona quiere batir el récord mundial de asistencia a un partido de fútbol femenino. El Camp Nou es el estadio más grande de Europa y tiene una capacidad para 99.354 espectadores.
De momento ya se han vendido todas las entradas para el partido y, si la afición no falla, podrían superar el actual récord: los 90.125 espectadores que presenciaron la final del Mundial de Fútbol 1999 entre Estados Unidos y China, en el estadio Rose Bowl de Passadena (California).
El club ha preparado toda una serie de actividades e iniciativas para promover la asistencia al estadio: se ha diseñado una bandana conmemorativa para el partido y se creará un mosaico gigante con el mensaje “More than empowerment”, con el símbolo femenino, para reivindicar la igualdad de género en el deporte.
Un Barça de récord
El equipo femenino del FC Barcelona está viviendo uno de sus mejores momentos, ganando títulos y batiendo nuevos récords en la historia del club. Este año, las azulgrana se han proclamado campeonas de Liga por tercera vez consecutiva y a seis jornadas de que terminara la competición. Lo hicieron ganando 5-0 contra el Real Madrid en un partido en el estadio Johan Cruyff.
La temporada pasada consiguieron el ansiado triplete: Liga, Copa de la Reina y Champions League el mismo año. Un hito que no había conseguido ningún otro club de fútbol femenino en España.
En diciembre de 2021, la centrocampista Alexia Putellas recibió el Balón de Oro y se convirtió en la mejor jugadora del mundo. Un mes después, la FIFA le otorgaba el premio The Best de la FIFA (Federación Internacional de Clubes de Fútbol).
Las jugadoras azulgranas también han sido protagonistas del partido entre clubs femeninos con más público de la historia: fue en una jornada de la Liga 2018-2019, en el estadio Wanda Metropolitano, donde el Barça ganó 0-2 al Atlético de Madrid ante 60.739 aficionados.
El Barça femenino debutó en la Champions League en la temporada 2012-2013 en un partido contra el Arsenal: poco más de 1.300 personas acudieron al Miniestadi para ver el encuentro. Diez años después, cerca de 100.000 personas podrían seguir el encuentro.
Desigualdad en el mundo del fútbol
A pesar de que el fútbol femenino cada vez recibe más difusión por parte de los medios de comunicación, todavía queda un largo camino para que futbolistas hombres y mujeres gocen del mismo reconocimiento en sociedad.
El Barça es uno de los equipos femeninos más seguidos a nivel español y europeo, pero aun así disputa sus partidos en casa en el Estadio Johan Cruyff, en la Ciutat Esportiva del Barça en Sant Joan Despí, a las afueras de Barcelona. Este recinto tiene capacidad para 6.000 espectadores, muy lejos del aforo que ofrece el Camp Nou.
Las diferencias salariales son uno de los ejemplos más claros de la desigualdad entre jugadores y jugadoras. Alexia Putellas, considerada la mejor jugadora del mundo, gana poco más de 150.000 euros anuales; en el otro extremo está Leo Messi, que también ganó el Balón de Oro, y tiene una ficha anual de 30 millones de euros con el Paris Saint-Germain.
Las futbolistas españolas de Primera División iniciaron en octubre de 2019 una huelga para reclamar mejoras en sus condiciones laborales como deportistas profesionales. El objetivo era conseguir un convenio que regulara un salario mínimo por contrato, ya que muchas de ellas llevan años jugando sin un contrato que les ofrezca garantías (como el subsidio de paro).
Otro de los puntos clave giraba en torno a la parcialidad laboral. Como cobran muy poco como futbolistas, la mayoría de mujeres necesitan otro empleo para subsistir. Así, los clubes les ofrecen contratos parciales o por horas, pero los ingresos que reciben son muy bajos y, al final, muchas deciden abandonar su carrera deportiva.
Tras un mes de huelga, los clubes de fútbol y los sindicatos de futbolistas pactaron un sueldo mínimo de 16.000 euros anuales y una parcialidad del 75% (en los contratos por horas, las futbolistas no pueden cobrar menos del 75% del sueldo mínimo). No obstante, todavía quedan pendientes otros temas como la conciliación familiar y la maternidad, vacaciones reguladas o el pago del 100% del salario cuando se esté de baja.
La lucha contra la desigualdad en el fútbol también está teniendo sus frutos en otros países. La selección femenina de Estados Unidos presentó en 2019 una demanda por discriminación de género contra la Federación de Fútbol del país (US Soccer). Tres años después, han llegado a un acuerdo y recibirán el mismo sueldo que los jugadores de la selección masculina.