El país asiático registra el récord mundial de contagios y recibirá ayuda internacional para hacer frente a la falta de material médico
La India es el segundo país del mundo más afectado por el coronavirus con más de 17 millones de casos, según datos de la Universidad Johns Hopkins. Durante la última semana, el gobierno indio ha detectado más de 300.000 contagios cada día, más de 350.000 solo el domingo, lo que ha llevado al país a una situación crítica.
El pasado mes de febrero, la India estaba al final de la primera ola de casos y parecía que la epidemia estaba controlada. Sin embargo, en las últimas semanas el ritmo de contagios se ha vuelto a disparar y la presión hospitalaria no deja de crecer. Además, ha aparecido una nueva mutación del virus mucho más contagiosa.
Las autoridades indias han informado sobre la falta de recursos y material médico para atender a los millones de afectados. En varios hospitales del país, decenas de personas han muerto por la falta de oxígeno. Algunos pacientes deben esperar en la calle para recibir tratamiento porque los centros médicos están desbordados.
En la región de Nueva Delhi, la capital, el confinamiento domiciliario se alargará una semana más para intentar evitar el colapso hospitalario.
Ante esta crisis sanitaria, Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea han anunciado que enviarán asistencia médica a la India para ayudar a controlar la epidemia. También el gobierno de Pakistán, país vecino con el que el gobierno indio mantiene varios enfrentamientos políticos, ha ofrecido material de apoyo como ventiladores y equipos de protección.
Según las cifras oficiales, ya han muerto más de 195.000 personas en la India, lo que sitúa la tasa de mortalidad en el 1,13%. Por otro lado, más de 14 millones de pacientes han superado la enfermedad y 42 millones de personas han recibido al menos la primera dosis de la vacuna.
La India tiene más de 1.390 millones de habitantes: es el segundo país más poblado del mundo y representa casi una quinta parte de la población mundial. La superpoblación afecta desde hace tiempo al sistema sanitario, que está desbordado y sufre una importante falta de inversión.
Italia, Nueva Zelanda, Hong Kong, Reino Unido y Estados Unidos ya han prohibido los vuelos directos desde y hasta la India. No obstante, en Europa ya se han detectado varios casos de la nueva variante del virus.
Censura en Twitter para ocultar la crisis
Este fin de semana, Twitter eliminó de la red social una veintena de tuits críticos con la gestión del gobierno indio en la crisis del coronavirus.
Entre estos mensajes había algunos tuits de diputados de la oposición que acusaban al primer ministro de la India, Narendra Modi, de negar la gravedad de la pandemia y relajar las restricciones demasiado pronto, en lugar de prever un posible repunte de casos y dotar a los hospitales con el material necesario.
A principios de 2021, cuando las cifras de contagios parecían controladas, el gobierno decidió suavizar las medidas de distanciamiento social y el confinamiento en todo el país. Incluso se ha permitido la celebración de elecciones y actos religiosos multitudinarios con millones de personas.
Twitter se ha visto obligado a borrar estos mensajes en cumplimiento de la Ley de Tecnología de la Información. La ley fue aprobada en el 2000 con el objetivo de combatir la desinformación y las fake news, pero ha acabado convirtiéndose en un recurso para censurar información crítica con el gobierno.
La ley también permite detener a cualquier persona que publique amenazas, contenido ofensivo o insultos, aunque los casos se describen de forma muy ambigua. Por ejemplo, las autoridades se han amparado en esta ley para detener a activistas que han participado en campañas críticas con el gobierno.
Objetivo: erradicar la pobreza
La India es un país de contrastes: en los últimos años ha habido un gran desarrollo económico, pero aun así una gran parte de la población está afectada por la pobreza. Cerca de 300 millones de indios (el 22%) viven bajo el umbral de la pobreza, según datos del Banco Mundial.
El origen de esta gran desigualdad es, en parte, el sistema de castas. Este sistema divide a la población en grupos con diferentes privilegios: cada casta tiene asociada una profesión, unas costumbres y hasta un territorio delimitado. Las castas privilegiadas tienen más derechos y pueden acceder a mejores empleos que las castas más bajas, por ejemplo.
La Constitución de 1949 estableció la abolición de la discriminación por castas. Esto permitió a una parte de la sociedad acceder a la universidad y a mejores empleos. No obstante, el sistema de castas sigue muy arraigado en la sociedad, sobre todo en las zonas rurales donde la tradición tiene un peso muy importante.
La crisis económica en la India también se ha visto agravada por la crisis del coronavirus. Durante el confinamiento, muchas empresas y comercios indios se vieron obligados a cerrar y más de 60 millones de personas se quedaron sin trabajo.