El activista sudafricano dedicó gran parte de su vida a combatir el ‘apartheid’ y se convirtió en el primer presidente negro que tuvo Sudáfrica en 1994
Nelson Mandela fue un político, activista y abogado sudafricano que dedicó su vida a luchar contra el apartheid. El apartheid era un conjunto de leyes basadas en la discriminación y segregación racial que se implementó en Sudáfrica y que otorgó privilegios a la minoría de población blanca durante más de 50 años.
Mandela, también conocido como Madiba en referencia a su tribu, combatió toda su vida contra ese sistema discriminatorio y luchó por conseguir la igualdad entre todas las personas, independientemente de su color de piel. Tras pasar varios años en la cárcel, en 1993, recibió el Premio Nobel de la Paz por su compromiso con los derechos humanos.
Un año más tarde, en 1994, se convertiría en el primer presidente negro de Sudáfrica, lo que marcó el fin del apartheid. Estas fueron las primeras elecciones democráticas por sufragio universal: en ellas pudo participar toda la población sudafricana, tanto blancos como negros.
Mandela se retiró de la vida política activa en 1999, aunque siguió siendo una voz influyente en temas globales. En 2013, falleció con 95 años.
Años después de su muerte, sigue siendo recordado como un símbolo global de resistencia contra la opresión y lucha por los derechos humanos. Tanto es así que cada 18 de julio se celebra el Día Internacional de Nelson Mandela, fecha que coincide con su nacimiento y que sirve para conmemorar su lucha.
Vida de Mandela
Mandela nació el 18 de julio de 1918 dentro del clan Madiba. En un principio, él era conocido de esta manera porque el nombre de la tribu es mucho más importante que el apellido en Sudáfrica. Su padre le llamó Rolihlahla, que en lengua xhosa significa “tirar de la rama de un árbol”. Fue su maestra quién le pondría el apodo de ‘Nelson’.
Su familia formaba parte de la aristocracia de la etnia xhosa y estaba emparentado con la familia real tribal. Su origen le permitió acceder a una universidad para no-blancos, algo impensable para la gran mayoría de los sudafricanos. En concreto, estudió en la Universidad de Fort Hare y más tarde en la Universidad de Witwatersrand, donde se formó en derecho.
En 1944, Mandela se unió al African National Congress (ANC), un partido que reivindicaba los derechos de los negros en el que conoció a varios activistas comunistas que influyeron en sus ideas políticas. Ese mismo año cofundó la Liga Juvenil del ANC, donde comenzó su activismo político.
Cuando años más tarde el gobierno sudafricano impulsó el apartheid como sistema político, Mandela llevaba varios años militando en el ANC. Había ganado peso en la organización y ayudó a organizar la resistencia pacífica contra estas leyes, inspirado por los valores y la filosofía de Mahatma Gandhi.
De la cárcel al Nobel
Tras años de lucha por la igualdad, en 1962, Mandela fue arrestado. Un juez le declaró culpable de alta traición y le condenó a cadena perpetua. El activista pasó 27 años en prisión en condiciones infrahumanas entre 1962 y 1990. Sin embargo, a pesar de las duras condiciones, siguió siendo una figura central en la resistencia.
Al final, las negociaciones entre el ANC y el gobierno sudafricano, con la ayuda de la presión internacional contra el apartheid, facilitaron su liberación. En 1990, Nelson Mandela salió de la cárcel. Su salida marcó el inicio de una nueva política en Sudáfrica: se legalizaron todos los partidos, incluidos aquellos que defendían la igualdad racial.
En 1994, se presentó como candidato en las elecciones y su partido arrasó con más del 60% de los votos. Con su victoria, marcó un hito histórico: Mandela se convirtió en el primer presidente sudafricano negro. Dirigió el país durante una única legislatura, en la que se centró en la reconciliación nacional, la reconstrucción y el desarrollo.
La vida de Nelson Mandela es un testimonio del poder de la resistencia pacífica y la dedicación a la justicia social.