Diferentes países de la Unión Europea han regularizado los teléfonos dentro de las escuelas, prohibiéndolos o poniendo límites a su utilización
En los últimos años, el teléfono móvil se ha convertido en una herramienta esencial para los chicos y chicas jóvenes. Para hacernos una idea del impacto, la edad media a la que un adolescente accede por primera vez a un móvil es de 10,96 años, según el informe Impacto de la tecnología en la adolescencia. Relaciones, riesgos y oportunidades de Unicef.
Este dispositivo ha revolucionado la forma en que nos comunicamos y socializamos. Utilizamos diferentes aplicaciones para contactar con nuestros amigos y familiares, pero también para escuchar música, ver vídeos que nos entretienen o hacer fotografías, entre otras muchas actividades lúdicas.
Según el informe anteriormente mencionado, el 90,8% de los adolescentes utilizan el móvil a diario. Teniendo en cuenta que gran parte de su día a día es estar en la escuela, el teléfono también ha entrado en las aulas: el 59,1% confiesa que cada día lleva este dispositivo al instituto.
En los últimos años, esta situación ha generado un gran debate entre los diferentes gobiernos, las instituciones educativas y las familias. ¿Es necesario regularizar la utilización de los teléfonos móviles dentro de las aulas? ¿Hay que poner límites o prohibirlos directamente?
Algunos países como Holanda han anunciado que los teléfonos móviles desaparecerán de las clases de secundaria. Francia, Italia y Portugal, y algunas zonas de Alemania y España, ya contemplan esta prohibición desde hace tiempo.
Riesgos y beneficios
Los organismos internacionales han sido de los primeros en pronunciarse sobre este tema. Es el caso de la Unesco, que en su Informe de seguimiento de la educación mundial, destaca que el uso de tecnología en clase por parte del alumnado puede provocar distracciones y, como consecuencia, entorpecer el aprendizaje.
Los estudiantes pueden verse tentados a revisar redes sociales, jugar a juegos o enviar mensajes de texto durante las clases, lo que podría afectar negativamente su atención y rendimiento académico. Además, estos dispositivos pueden utilizarse para el ciberacoso, un problema que va en aumento en los centros educativos.
Al mismo tiempo, la Unesco también señala que los dispositivos electrónicos inteligentes también pueden mejorar ciertas formas de aprendizaje en contextos concretos. Pensemos en la pandemia, cuando las escuelas se vieron obligadas a cerrar y millones de estudiantes tuvieron que utilizar sus móviles y ordenadores desde casa para poder seguir aprendiendo.
Además, los teléfonos móviles brindan a los estudiantes acceso instantáneo a una gran cantidad de información en línea. Esto les permite buscar respuestas a preguntas sobre el temario y acceder a recursos educativos de manera rápida y eficiente: por ejemplo, vídeos, noticias de actualidad, infografías…
En los últimos años, también se han popularizado aplicaciones educativas que se pueden usar desde el móvil y que buscan ayudar a los estudiantes a mejorar sus habilidades en áreas como las matemáticas, la lectura o los idiomas. Estas herramientas pueden hacer que el aprendizaje sea más interactivo y divertido.
Alfabetización, la clave
En el mundo digital hay muchísima información y este a menudo se caracteriza por la difusión y proliferación de contenido falso, lo que puede confundirnos. Por eso, todos los beneficios que nos ofrecen las tecnologías como los teléfonos móviles no pueden entenderse sin la alfabetización.
Cuando hablamos de alfabetización mediática e informacional nos referimos al conjunto de habilidades, conocimientos y comprensión necesarios para que las personas interactúen con la información y los medios de comunicación que encuentran en sus dispositivos móviles.
Si tenemos estas habilidades, seremos capaces de navegar por internet de forma segura y diferenciar la información veraz de los bulos, fake news y desinformación. Es fundamental que estos conocimientos se vayan adquiriendo desde la juventud: los alumnos y alumnas deben ser capaces de analizar y evaluar la información que encuentran en Internet.
La alfabetización es tan importante que las Naciones Unidas organizan cada año la Semana Mundial de la Alfabetización Mediática e Informacional. Este 2023 se celebra del 23 al 25 de octubre.
En un mundo cada vez más digitalizado, la alfabetización es una habilidad esencial no solo en el aula, sino también en la vida cotidiana de los jóvenes. Estos necesitan estar cómodos y sentirse seguros utilizando dispositivos móviles en su día a día.