Palestina reclama el derecho a tener su propio país, mientras el gobierno israelí avanza con los asentamientos en territorio palestino
El 29 de noviembre se celebra el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino, una fecha creada por las Naciones Unidas para llamar la atención sobre la situación de la población en Palestina y el conflicto con Israel.
Palestina es un pequeño territorio situado en la costa este del Mediterráneo, entre el Líbano, Siria, Jordania e Israel. Se trata de un territorio que solo está reconocido como país por una parte de la comunidad internacional (sobre todo países en América Latina, África y Asia), aunque el pueblo palestino habita esta región desde hace siglos.
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), la comunidad judía fue víctima de un genocidio por parte del régimen nazi en Alemania, que promovía el antisemitismo (odio por la religión judía). Millones de personas emigraron entonces hacia Palestina, porque esa región representaba una tierra prometida según la religión judía.
Para encontrar una solución política, en 1947, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la famosa resolución 181, conocida como la “Resolución de la partición”, que establecía la creación de un Estado árabe y un Estado judío en la región. El 14 de mayo de 1948 se firmó la Declaración de Independencia de Israel.
Sin embargo, los palestinos se negaron a ceder parte de su territorio y, con el apoyo de otros países árabes de la zona (Líbano, Siria, Irak, Egipto) declararon la guerra al nuevo país. La Guerra Árabe-Israelí de 1948 terminó con la victoria de Israel, que además aprovechó para ampliar sus fronteras.
Desde entonces, israelíes y palestinos se disputan el control de este territorio, que tiene un significado muy importante para ambas religiones. No obstante, la superioridad militar y económica de Israel ha forzado un éxodo masivo de palestinos, la mayoría de los cuales viven en campos de refugiados en países musulmanes vecinos, creados por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNWRA).
El Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino sirve para recordar que, de acuerdo con el mandato de las Naciones Unidas, los palestinos tienen derecho a la independencia y a la soberanía nacional (a tener su propio país), además de poder regresar a sus hogares y propiedades, de donde fueron desalojados.
La ocupación de Palestina
En 1967 tuvo lugar la Guerra de los Seis Días: varios países árabes, liderados por Egipto, lanzaron una ofensiva contra Israel. Sin embargo, el ejército israelí era muy superior e Israel acabó conquistando numerosos territorios árabes (la península del Sinaí, la Franja de Gaza, Cisjordania, Jerusalén Este y los Altos del Golán).
Este conflicto marcó el inicio de la ocupación israelí, que empezó hace más de 50 años y todavía continúa a día de hoy. En la actualidad, Israel aplica unas políticas de expansión muy agresivas para ampliar sus fronteras en los territorios palestinos.
El gobierno israelí ha construido asentamientos ilegales en zonas que no pertenecen a Israel (hay más de 600.000 colonos israelíes en Cisjordania), ha expulsado por la fuerza a miles de familias palestinas, ha demolido sus casas o las ha sustituido por familias judías. También ha ocupado tierras de cultivo y ha desviado recursos hídricos para forzar a los palestinos a irse de las tierras donde viven desde hace generaciones.
Las organizaciones humanitarias denuncian que estas prácticas suponen una violación de los derechos humanos y las mismas Naciones Unidas han declarado que la ocupación israelí es ilegal. En la actualidad hay 14 millones de palestinos en el mundo, de los cuales 6,4 millones son refugiados.
Por otro lado, el ejército israelí también interfiere en el día a día de los territorios palestinos ocupados bajo el argumento de garantizar la seguridad. Los soldados israelíes persiguen y reprimen a la población palestina, que vive atemorizada y no puede llevar una vida normal para ir al trabajo o a la escuela, desplazarse en autobús, visitar a sus familiares…
Los enfrentamientos armados también son habituales, aunque de forma muy desigual. Desde 2008 han muerto más de 6.000 palestinos por la violencia en Palestina (más de 1.300 niños), frente a los 267 israelíes, según datos de las Naciones Unidas.
Críticas desde Israel
Gracias a su poder militar y económico, Israel tiene una gran influencia dentro de la comunidad internacional. Por ejemplo, ha convencido a otros países para que incluyan a algunos partidos políticos y entidades palestinas en la lista de organizaciones terroristas.
Muchas de estas organizaciones prohibidas son ONG o asociaciones humanitarias que ayudan a la población palestina. Pero, al ser consideradas terroristas, ya no pueden recibir ayudas gubernamentales o intervenir en las negociaciones de paz. De esta forma, el gobierno israelí impide que se conozca la situación real en los territorios ocupados.
Por otro lado, las ONG critican que muchas empresas colaboran con Israel y aprovechan para hacer negocio en la Palestina ocupada. Es el caso de compañías turísticas que ofrecen alquiler de alojamientos dentro de los territorios ocupados.
También hay muchos israelíes que no están de acuerdo con la ocupación y critican las políticas de su propio gobierno, actualmente liderado por una coalición de partidos conservadores y ultraconservadores. Estos activistas israelíes se enfrentan a multas o detenciones por ir en contra del discurso oficial.
Algunos activistas y expertos en política alertan de que la nueva estrategia de Israel pasa por confundir las críticas contra el gobierno israelí con el antisemitismo. Es decir, si alguien va en contra de las políticas de ocupación, como está criticando al gobierno de Israel, también va en contra de los judíos.
Los mismos expertos señalan que esta tendencia es muy peligrosa, porque identifica un gobierno o partido político con todo un país, su cultura y su religión, sin tener en cuenta que muchos judíos no apoyan las políticas excluyentes que se están llevando a cabo. En este caso, el término correcto sería antisionismo: estar en contra del sionismo, un movimiento que defiende la creación y expansión de un Estado judío en la antigua tierra de Israel.
Palestina hoy
En la actualidad, Palestina está dividida en dos zonas: Cisjordania y la Franja de Gaza, separadas por territorio israelí. Cisjordania está gobernada por la Autoridad Nacional Palestina (ANP), organización política reconocida por Israel. La ANP ha participado en varias negociaciones de paz con el gobierno israelí, aunque ninguna con éxito. Gaza está bajo el control de Hamás, una formación política que se niega a dialogar con Israel y que está considerada una organización terrorista por varios países. El intercambio de misiles entre Israel y Hamás es habitual, aunque los proyectiles israelíes son mucho más potentes y numerosos. La represión de Israel en los territorios ocupados provoca graves enfrentamientos. Los soldados israelíes bombardean edificios o asaltan locales con el pretexto de capturar a presuntos terroristas, lo que suele provocar la muerte de civiles. Mientras, la población palestina vive con sufrimiento y frustración la pasividad de la comunidad internacional, que reclama un alto al fuego pero nunca interviene contra Israel.