El teatro de Molière: crítica social a través del humor

Considerado el padre de la Comedia Francesa, las obras de Molière describen con ironía la sociedad francesa del siglo XVII 

El 15 de enero de 2022 se conmemora el 400 aniversario del nacimiento de Molière, actor y dramaturgo francés considerado el padre de la Comedia Francesa, la institución teatral más importante de Francia y una de las compañías de teatro más antiguas del mundo. A día de hoy, sus obras se han convertido en clásicos universales y se interpretan en teatros de varios países.

Molière era el nombre artístico de Jean-Baptiste Poquelin. Nació en París en 1622, miembro de una familia acomodada: su padre era tapicero de la corte real, encargado de la decoración y las telas de palacio, y así fue como Molière entró en contacto con las compañías de teatro que actuaban para entretener a la nobleza. En 1642 sustituyó a su padre como tapicero real, a las órdenes del rey Luis XIII, aunque en realidad él quería dedicarse al teatro. 

Un año después empezó a escribir sus primeros textos y a subir al escenario para actuar, asumiendo tareas de dirección del Illustre Théâtre, una compañía de teatro que había fundado junto a la familia de comediantes Béjart. Y durante los años siguientes actuaron como compañía ambulante e hicieron giras por varias provincias francesas.

A partir de la década de 1650, el teatro de Molière empezó a ganar popularidad entre la nobleza: en aquella época era importante contar con la protección de un noble, quien ofrecía dinero a la compañía para que pudiera seguir actuando. Así fue como llegaron a actuar ante el rey Luis XIV. La presentación de la obra Las preciosas ridículas, estrenada en 1659, supuso un gran éxito y le convirtió en el protegido del rey.

Molière se casó con Armande Béjart y tuvo cuatro hijos. Murió el 17 de febrero de 1673, cuando solo tenía 51 años. La leyenda dice que murió sobre el escenario, pero la historia real fue un poco diferente: a pesar de estar enfermo, Molière salió a actuar y sufrió un ataque mientras representaba su última obra: El enfermo imaginario. Murió posteriormente como consecuencia de aquel ataque.

Precisamente, la forma en que murió ha dado pie a una de las supersticiones más famosas del mundo del teatro: se dice que Molière iba vestido de amarillo el día de su última función. De ahí que el amarillo se asocie a la mala suerte y que muchos actores se nieguen a vestir ese color sobre el escenario. 

Comedia de costumbres

A lo largo de su vida, Molière escribió una treintena de obras de géneros muy diversos: comedias, tragicomedias o farsas, un tipo de obras que satirizan el comportamiento de la sociedad de la época, sobre todo de los vicios y caprichos de la nobleza. También creó las comedias-ballet, una especie de comedia musical que incluía la coreografía de los actores.

Su extensa obra retrata la sociedad francesa a partir de comedias costumbristas, que describían con ironía la vida cotidiana del momento. Más allá del argumento, las obras de Molière se basan en situaciones del día a día y personajes ordinarios (de clase alta o baja) que conseguían conectar fácilmente con el espectador.

Por otro lado, los personajes de sus obras eran exagerados, con actitudes excesivas. Esta característica cumplía dos objetivos: por un lado, los caracteres exagerados y excéntricos resultaban cómicos y conseguían  hacer reír al público. Pero, al mismo tiempo, este retrato satírico era una forma de denunciar los defectos o malas costumbres de la sociedad de la época.

Su forma de criticar no siempre fue bien recibida y algunos miembros de la nobleza y de la Iglesia condenaron su obra, que consideraban inmoral. La crítica social de Molière ha perdurado en el tiempo y por eso sus obras siguen representándose hoy en día.

El legado de Molière

Tras la muerte de Molière, su compañía se fusionó con una compañía rival y se establecieron en el Hôtel Guénégaud, donde realizaban sus funciones teatrales. En 1680, por orden del rey Luis XIV, esta compañía se fusionó con la del Hôtel de Bourgogne dando pie a la creación de una única compañía: la Comédie-Française.

Al contar con el apoyo de la monarquía, la Comédie-Française o Comedia Francesa se convirtió en la compañía más importante de Francia, encargada de representar las obras de grandes autores franceses como el propio Molière, Pierre Corneille, Jean Racine o Paul Scarron. Tras la Revolución Francesa de 1789, pasó a depender del gobierno de la República. 

Más de tres siglos después, esta institución teatral sigue en activo y goza de un gran prestigio en el país y a nivel internacional. A menudo se la conoce como La Casa de Molière, ya que el dramaturgo y actor se considera el patrón de los actores franceses.

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No se han conservado notas o manuscritos de Molière, lo que ha generado cierta polémica sobre si él fue el verdadero autor de sus obras. Algunos estudiosos creen que algunos textos atribuidos a Molière podrían ser en realidad de Pierre Corneille, otro dramaturgo del siglo XVII. Sin embargo, hace apenas un par de años, el Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia llevó a cabo una investigación con inteligencia artificial que analizaba la forma de escribir de ambos autores y llegó a la conclusión de que Molière fue efectivamente el autor de las obras que se le atribuyen.

El teatro de Molière en cinco obras

Las preciosas ridículas (1659).Comedia protagonizada por dos damas jóvenes y ambiciosas que se trasladan a París para encontrar a dos hombres ricos con quienes casarse. La obra fue un gran éxito y gustó mucho al rey Luis XIV, que dio su favor y protección a Molière.

Tartufo o El impostor (1664).Comedia crítica con la religión cristiana. El personaje de Tartufo representa a un falso devoto que se gana la confianza de Orgón y su familia para satisfacer sus propios intereses. Fue prohibida durante varios años por la presión de la Iglesia y Molière tuvo que reescribir algunos pasajes para que pudiera volver a ser representada.

Don Juan (1665).Obra teatral inspirada en El burlador de Sevilla de Tirso de Molina. Don Juan es un hombre seductor y libertino que solo busca conquistar a mujeres para después abandonarlas. También tuvo que dejar de representarla por presiones religiosas, que denunciaban la falta de moral de la obra.

El avaro (1668).Comedia que gira en torno a la avaricia del personaje principal: un hombre rico que obliga a sus dos hijos a vivir de forma austera y a quienes quiere obligar a casarse con dos viejos que tienen una gran fortuna.

El enfermo imaginario (1973).Fue la última obra escrita por Molière. Se trata de una comedia-ballet protagonizada por un hombre hipocondríaco que está obsesionado con su estado de salud, por lo que vive rodeado de médicos.

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