El conflicto entre católicos y protestantes en Irlanda del Norte tuvo uno de sus capítulos más trágicos el 30 de enero de 1972
Este domingo se cumplen 50 años del Bloody Sunday o Domingo Sangriento, uno de los episodios más graves del conflicto entre católicos y protestantes en Irlanda del Norte. Aquel día, soldados del ejército británico dispararon contra una manifestación católica en la ciudad de Londonderry y mataron a 14 personas.
Irlanda del norte es una región disputada por Irlanda y el Reino Unido desde hace siglos. Los ingleses ocuparon la isla entre el siglo XII y principios del siglo XX. Los irlandeses trataron de independizarse en varias ocasiones, pero no fue hasta la Guerra de Independencia Irlandesa (1919-1921) que el movimiento separatista liderado por el Ejército Republicano Irlandés (IRA) consiguió imponerse a las tropas británicas.
Tras la guerra, la isla quedó dividida en dos territorios: Irlanda del Norte pasaba a ser una región dentro del Reino Unido, mientras que Irlanda del Sur se convertía en un país independiente. Pero esta división tensó todavía más el enfrentamiento entre los irlandeses, de mayoría católica, y los ingleses, de mayoría protestante.
Además, una parte del IRA se negó a reconocer la nueva situación política. Este ejército se convirtió en un grupo paramilitar y, durante décadas, llevó a cabo varios atentados terroristas para exigir la unificación de Irlanda. Por otro lado, el ejército inglés también actuó con violencia para reprimir a los independentistas irlandeses.
El 30 de enero de 1972, la Asociación por los Derechos Civiles de Irlanda del Norte (NICRA), una organización que defendía los derechos de la minoría católica en Irlanda del Norte, había convocado una manifestación para protestar contra la represión del gobierno inglés. Los manifestantes también pedían la liberación de personas encarceladas sin juicio por pertenecer supuestamente al IRA.
Aquel año, el gobierno norirlandés había prohibido todas las manifestaciones para evitar altercados, pero la NICRA había conseguido autorización para manifestarse únicamente por los barrios católicos de la ciudad de Londonderry (llamada Derry por los católicos). El ejército montó barricadas para impedir el paso a las zonas protestantes: en esos puntos, algunos manifestantes lanzaron piedras contra los soldados.
Los soldados del ejército británico abrieron fuego porque, según ellos, entre los manifestantes había personas sospechosas de pertenecer al IRA y que llevaban armas y bombas de clavos (explosivos rudimentarios que actúan como metralla). Según el relato de los testigos, tanto de manifestantes como de periodistas que cubrían la marcha, los soldados atacaron a gente desarmada y no recibieron ningún disparo.
‘The Troubles’
El conflicto norirlandés, conocido como The Troubles [Los Problemas], empezó a finales de la década de 1960. En 1969, el enfrentamiento entre católicos, protestantes y las autoridades británicas en Irlanda del Norte alcanzó un punto de máxima tensión.
Los católicos denunciaban la violación de sus derechos, mientras que las autoridades reprimían las protestas con violencia. Varias personas murieron en las manifestaciones y el gobierno británico decidió desplegar al ejército por toda Irlanda del Norte para defender la soberanía del Reino Unido. Este hecho fue considerado una provocación para la población católica y el Ejército Republicano Irlandés (IRA), reconvertido en grupo paramilitar.
En un principio, el IRA era un cuerpo militar formado por voluntarios que defendían la independencia de Irlanda. Tras el acuerdo de 1921, una parte de sus miembros no estaban de acuerdo con la separación de Irlanda del norte y formaron el llamado “IRA anti-tratado”, que luchó contra el propio gobierno irlandés durante la Guerra Civil irlandesa (1922-1923).
Durante más de 40 años, el IRA siguió cometiendo atentados contra políticos y autoridades, tanto británicos como irlandeses, para reclamar el retorno de Irlanda del Norte a Irlanda. Pero a medida que el conflicto empeoró, se escindió y dio lugar a dos nuevos grupos armados: el IRA Oficial (OIRA) y el IRA Provisional (PIRA).
Ambos se enfrentaron al ejército británico, pero el IRA Provisional tenía una visión mucho más radical y defendía el uso de la violencia para conseguir la independencia de Irlanda del Norte y su unificación con Irlanda. Durante los años que estuvo activo, el PIRA asesinó a más de 1.700 personas y fue considerada una organización terrorista.
No obstante, las víctimas del conflicto fueron muchas más. Durante los casi 30 años que duraron Los Problemas, más de 3.500 personas fueron asesinadas, entre soldados británicos, miembros del IRA y civiles víctimas del fuego cruzado y de los atentados.
El Acuerdo del Viernes Santo
El conflicto armado se alargó hasta 1997, cuando el IRA Provisional declaró un alto el fuego. Hacía años que los gobiernos de Irlanda y el Reino Unido habían iniciado las negociaciones en contacto con asociaciones civiles, miembros del IRA y negociadores expertos del ámbito internacional.
El Acuerdo de Paz de Viernes Santo fue firmado el 10 de abril de 1998 en la ciudad de Belfast, la capital de Irlanda del Norte. El acuerdo supuso el fin del conflicto, aunque el IRA no renunció a la violencia de forma definitiva hasta 2005.
Una de las claves del acuerdo de paz es que incluyó a todas las partes involucradas en el conflicto: tanto a miembros del gobierno irlandés y británico, como a representantes del Partido Unionista del Ulster (que defendía los derechos de los protestantes) y del Sinn Fein (partido irlandés asociado al IRA que convenció a las partes más radicales del grupo armado para que se sumaran a las negociaciones de paz).
El acuerdo incluía, entre otras cuestiones, un compromiso de paz entre los partidos políticos de Irlanda del Norte, el reconocimiento del irlandés como lengua oficial en Irlanda del Norte, la entrega de armas de todos los grupos paramilitares en dos años y la liberación de los presos pertenecientes a organizaciones que respetasen el alto el fuego.
En mayo de 1998 se celebró un referéndum en Irlanda e Irlanda del Norte para validar las disposiciones del acuerdo. El tratado fue aprobado por la población de ambas regiones, con un 71% en Irlanda del Norte y un 94% en la República de Irlanda. Aun así, tras más de 20 años de paz, la división sigue presente entre protestantes y católicos.