Los militares anuncian la detención del gobierno birmano y de Suu Kyi, líder histórica y Premio Nobel de la Paz
El ejército de Birmania ha detenido a la primera ministra, Aung San Suu Kyi, y a otros miembros del gobierno. Los militares han declarado el estado de emergencia y han anunciado que estarán al mando del país al menos durante un año, hasta convocar nuevas elecciones.
De esta forma, el Tatmadaw (las fuerzas armadas birmanas) ha llevado a cabo un golpe de estado y ha tomado el poder por la fuerza. Los militares también han intervenido la televisión pública y las líneas de comunicación, según explican varios medios de comunicación internacionales.
El 8 de noviembre de 2020, la Liga Nacional para la Democracia (NLD), el partido de Suu Kyi, ganó las elecciones con más del 80% de los votos. El Partido de la Solidaridad y el Desarrollo de la Unión (USDP), que representa a los militares, solo consiguió una cuarta parte de los escaños.
Aun así, los militares no aceptaron el resultado: denunciaron un fraude electoral y anunciaron que tomarían medidas. El 1 de febrero debía constituirse el nuevo parlamento, pero los militares lo han impedido. Las Naciones Unidas y otros gobiernos han condenado el golpe.
Las elecciones de 2020 eran las segundas que se celebraban en Birmania después de más de casi 60 años de dictadura. El país declaró su independencia en 1948 después de décadas como colonia del Imperio Británico.
Durante unos años se estableció un gobierno comunista, pero en 1962 los militares tomaron el poder con un golpe de estado y, desde entonces, se han sucedido varios gobiernos controlados por una junta militar.
A finales de la década de 1980, Aung San Suu Kyi lideró un movimiento para defender los derechos civiles e instaurar la democracia. Tras pasar varios años bajo arresto domiciliario, finalmente fue liberada en 2010 y se convirtió en primera ministra en 2016.
Del Nobel de la Paz a un régimen represivo
Aung San Suu Kyi es la hija del general Aung San, quien lideró las revueltas contra el régimen colonialista británico a mitad del siglo pasado. Birmania declaró su independencia en 1948, seis meses después de que Aung San fuera asesinado.
La madre de Suu Kyi era diplomática y por eso la familia vivió muchos años fuera de Birmania. Suu Kyi se formó en la India y en Estados Unidos, donde trabajó en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
En 1988, Suu Kyi regresó a Birmania para impulsar un movimiento democrático. La junta militar que gobernaba desde 1962 organizó unas elecciones para dar una imagen democrática, pero no contaba con que la Liga Nacional para la Democracia (NLD) arrasara en las urnas. Los militares detuvieron a los opositores y anularon los resultados.
Fue el inicio del arresto domiciliario de Suu Kyi, que entre 1989 y 2010 pasó 15 años sin poder salir de su casa. Se convirtió en un símbolo de la democracia y los derechos humanos e incluso recibió el Premio Nobel de la Paz en 1991.
El régimen birmano volvió a organizar unos comicios en 2010, pero prohibió la participación de presos políticos. El NLD decidió no participar por falta de garantías democráticas.
Finalmente, el NLD volvió a arrasar en las elecciones de 2015 y Suu Kyi se convirtió en primera ministra. Pero a pesar de su cargo, los militares han seguido ejerciendo una gran influencia sobre el gobierno. Han iniciado una campaña de persecución contra la etnia rohingya y Suu Kyi ha sido criticada por su pasividad ante esta crisis humanitaria.
A pesar de la condena de la comunidad internacional, Suu Kyi es una figura muy querida y respetada en Birmania, como demuestra la victoria por mayoría absoluta en las últimas elecciones.
El drama de los rohingya
Desde agosto de 2017, cerca de 900.000 rohingyas han cruzado la frontera entre Birmania y Bangladesh y ahora viven en campos de refugiados. El más grande, el de Kutupalong, acoge a más de 600.000 personas.
Todo empezó el 25 de agosto de 2017, cuando un grupo de insurgentes rohingyas realizó varios ataques a puestos de policía en los que murieron 12 agentes.
Los rohingya han vivido durante generaciones en Birmania, pero son una minoría musulmana en un país budista. El gobierno birmano siempre les ha discriminado y no los reconoce como ciudadanos de pleno derecho. Por eso, estos ataques se utilizaron como excusa para iniciar una persecución.
Las fuerzas de seguridad birmanas empezaron a quemar los poblados rohingya, realizaban detenciones ilegales, violaciones y torturas. Entre agosto y diciembre de 2017, al menos 9.000 personas murieron perseguidas por las autoridades de Birmania.
A pesar de su propia experiencia, Aung San Suu Kyi nunca ha condenado la represión del ejército birmano contra los rohingya y la violación de los derechos humanos por parte de su gobierno.
¿Birmania o Myanmar?
En español existen dos nombres para denominar a este país asiático: Birmania y Myanmar. El primero era el nombre del país antes del golpe de estado de 1989, cuando la junta militar lo cambió por Myanmar. Existen razones a favor y en contra de ambos nombres.
Birmania es la adaptación al español de Burma, el nombre que los ingleses dieron a esta región durante el siglo XIX. Burma se convirtió en una parte más de las colonias del Imperio Británico en la India. Por eso, algunos critican que se trata de un nombre impuesto por colonizadores.
Tras el golpe de Estado de 1989, los militares cambiaron el nombre por Myanmar, uno de los nombres históricos de la región. Muchos organismos internacionales, como las Naciones Unidas, utilizan esta denominación de forma oficial. Sin embargo, también hay críticas: el hecho de que fuera un nombre impuesto por un régimen dictatorial que asesinó a miles de personas.
A día de hoy, todavía no existe un consenso a nivel internacional y los gobiernos e instituciones utilizan una forma u otra dependiendo de su propio criterio.