Este domingo tendrá lugar la entrega de los Premios Gaudí, una gala creada para difundir y promocionar las mejores películas, artistas y técnicos del sector cinematográfico catalán. Nosotros no queríamos desperdiciar esta ocasión para hablaros también de películas, pero desde una vertiente ligeramente diferente: la desinformación.
¿Cómo contribuye el cine a difundir ideas falsas o engañosas? Aunque una película esté basada en hechos reales, debemos tener en cuenta que lo que sale en la pantalla puede diferir de lo ocurrido en la vida real. De hecho, es habitual exagerar algunos hechos, por lo que hay que recordar que lo que vemos en el cine no siempre es 100% fidedigno a la realidad.
Uno de los ejemplos más claros lo encontramos en la película Lucy (2014), que difundió que los humanos sólo usamos el 10% del cerebro. Pero esto es falso, como explicamos: las pruebas de imagen cerebrales (TC o resonancia magnética, entre otros) muestran que utilizamos todo el cerebro y que cada acción que llevamos a cabo activa diferentes partes. Si tanta parte del cerebro no se utilizara, el daño o la eliminación de esta parte debería pasar desapercibido, pero sabemos que gran parte de las personas que han sufrido alguna lesión cerebral presentan problemas o secuelas.
Ahora mismo, la película de la que todo el mundo habla es La sociedad de la nieve, dirigida por Juan Antonio Bayona y que tiene dos nominaciones a los Óscars. El film relata el accidente de avión de un grupo de estudiantes y jugadores de rugby que volaban con la Fuerza Aérea Uruguaya en la cordillera de los Andes en 1972 y muestra las condiciones adversas que tuvieron que superar a los supervivientes hasta ser rescatados, 72 días después del impacto.
Orina negra
En un momento de la película, uno de los protagonistas orina de color negro. Nuestra orina debe ser de color amarillo claro, y cualquier cambio será indicativo de que puede existir algún problema de salud a revisar.
¿Cuál es el origen de ese color? En el caso de la película, una de las razones puede ser “la deshidratación a la que tuvieron que estar sometidos”, indica Esaú Fernández-Pascual, urólogo de Lyx-Urología, a Verificat. Los protagonistas podrían no haber cubierto las necesidades diarias de agua, lo que derivó en la coloración del líquido.
Otra de las posibles causas es la mioglobinuria, una alteración provocada por la destrucción muscular que hace que la orina sea de color oscuro. Esto cuadra con el accidente relatado en la película, y puede tener varias causas: desde el mismo accidente hasta la supervivencia durante más de dos meses en las montañas.
Causas de la rotura muscular
¿Por qué se rompe el músculo? La fractura puede tener diversas causas; una es la hipotermia. «Cuando la temperatura baja, (…) llega poco oxígeno a la musculatura y esta se rompe», indica a Verificat Lluís Guirado Perich, nefrólogo y director del Servicio de Nefrología de la Fundació Puigvert.
La segunda causa, añade el experto, es el traumatismo. «Cuando hay un accidente tan fuerte se rompen huesos, se rompe musculatura», y esto causará el color negro de la orina.
Y la tercera causa es la inmovilización. “Son personas que están quietas, han estado dos o tres días sepultadas (…), lo que hace que se apoyen demasiado sobre determinados grupos musculares, y estos músculos también se rompen”, concluye Guirado Perich.
Aparte de esto, el experto menciona otras posibles causas que también cuadrarían con la situación, como serían “la aplicación de torniquetes” o las quemaduras.
Así pues, existían muchas causas posibles por el color negro de la orina. “Probablemente [el color] sea algo exagerado en la película”, concluye Fernández-Pascual. Sin embargo, en caso de un cambio de color en la orina, lo mejor será consultar a un especialista.
La etiqueta «basada en hechos reales» no es garantía de nada
En el mundo del cine, utilizar la etiqueta “basado en hechos reales” no siempre asegura una representación 100% precisa o verídica de los eventos. Aunque esta etiqueta puede sugerir que la historia se fundamenta en eventos que tuvieron lugar de verdad o testimonios auténticos, es importante tener en cuenta que la interpretación y selección de los hechos pueden ser subjetivas. Los creadores pueden ajustar la historia para atraer a la audiencia, dramatizar situaciones o incluso modificar eventos con fines narrativos.
Además, las perspectivas individuales pueden distorsionar la realidad y la memoria humana puede ser imperfecta. Por tanto, la etiqueta «basada en hechos reales» no debe ser considerada como una garantía incuestionable de veracidad, sino más bien como una indicación de que la historia se inspira en acontecimientos de la vida real, con todos los ajustes e interpretaciones que esto implica.