La sociedad estadounidense muestra su indignación por el asesinato de Tyre Nichols, un joven negro que recibió una paliza de agentes de policía
La brutalidad policial vuelve a centrar el debate social en Estados Unidos a raíz del asesinato de Tyre Nichols, un joven de 29 años que murió como consecuencia de la paliza que le propinaron varios agentes de policía de Memphis, en el estado sureño de Tennessee.
La noche del 7 de enero, Tyre Nichols conducía hacia su casa cuando fue detenido por supuesta conducción temeraria. Uno de los agentes intentó dispararle con una pistola eléctrica (un tipo de arma que emite una fuerte descarga eléctrica y puede paralizar el cuerpo), por lo que Nichols intentó huir a pie.
Fue entonces cuando el grupo de policías lo alcanzaron, lo tiraron al suelo y empezaron a pegarle patadas y darle golpes con la porra durante varios minutos. Nichols fue trasladado al hospital en estado crítico y murió al cabo de tres días.
Cinco agentes han sido expulsados del cuerpo de policía y han sido acusados de asesinato, secuestro, mala conducta y opresión. No obstante, las imágenes muestran que hubo otros agentes presentes en el momento de la detención, por lo que la investigación sigue abierta y puede haber otros agentes detenidos.
Los agentes imputados formaban parte de una unidad especial llamada Scorpion, creada para hacer frente a los altos índices de criminalidad en Memphis. Sin embargo, ya existían varias denuncias contra miembros de Scorpion por un uso desproporcionado de la fuerza. La jefatura de policía ha decidido desmantelar este grupo especial.
A diferencia de otros casos de brutalidad policial en los que los policías agresores eran blancos, en este caso tanto la víctima como los policías eran negros. Aun así, la familia de Nichols y sus abogados señalan que lo importante no es la raza de los agentes de policía, sino la conducta violenta que mostraron frente a una persona que estaba detenida y no podía defenderse.
Ley Floyd contra la violencia policial
El asesinato de Tyre Nichols se añade al de otros ciudadanos negros como Trayvon Martin, Michael Brown, Breonna Taylor o George Floyd, que también murieron como consecuencia del abuso de poder y las agresiones de agentes de policía.
En la mayoría de casos, los policías agresores eran blancos, lo que provocó una oleada de indignación entre la población estadounidense y promovió la aparición de movimientos civiles como Black Lives Matter, que denuncia la violencia y la discriminación que existe contra la población negra en Estados Unidos.
En 2022, un total de 1.096 personas murieron por disparos de la policía en Estados Unidos. Aunque la mitad son blancas, el porcentaje de personas negras asesinadas a tiros por la policía es mucho mayor, ya que la comunidad afroamericana representa una parte más pequeña del total de la población. Son datos del diario Washington Post, que desde 2015 mantiene un registro diario de víctimas policiales en el país.
La muerte de George Floyd, en mayo de 2020 en Minneapolis, provocó manifestaciones masivas en todo Estados Unidos e incluso en otros países. Floyd fue detenido porque supuestamente había pagado con un billete falso en una tienda; el policía que lo arrestó, Derek Chauvin, le puso la rodilla en el cuello para inmovilizarlo en el suelo y estuvo presionando durante varios minutos. Floyd murió asfixiado. Chauvin fue condenado a 22 años de prisión por homicidio no intencionado.
A raíz de este suceso, la Cámara de Representantes (con mayoría del Partido Demócrata) aprobó una propuesta de ley para reformar la policía y evitar las conductas abusivas. Entre otras medidas, la llamada Ley Floyd obligaría a utilizar cámaras corporales y en los vehículos para registrar cualquier abuso, se prohibirían las técnicas de estrangulamiento y se crearía una base de datos nacional sobre la mala conducta de los agentes.
El objetivo es reducir los casos de abuso y agresiones contra las comunidades negra e hispana, las más afectadas por la brutalidad policial. La Ley Floyd se encuentra a la espera de ser debatida en el Senado, donde el Partido Republicano tiene mayoría. Los políticos republicanos ya se negaron en su día a aprobar esta ley, porque consideraban que restaba poder a la policía y podía aumentar la inseguridad en las calles.
Brutalidad policial en imágenes
La detención y la paliza mortal a Tyre Nichols fueron grabados por las cámaras que los policías llevaban en su uniforme. Las imágenes muestran cómo Nichols llamaba a su madre mientras era golpeado, poco antes de perder el conocimiento y ser trasladado al hospital.
La dureza de las imágenes ha puesto de relieve la gravedad de los hechos y ha permitido condenar a los policías agresores. También provocó que mucha gente saliera a la calle en Memphis, Nueva York, Washington y otras ciudades de Estados Unidos para reclamar justicia.
Fue el propio Departamento de Policía de Memphis el que difundió los vídeos, que han sido reproducidos en medios de comunicación de todo el mundo. Esto ha generado un debate sobre el valor informativo de las imágenes y la responsabilidad de los medios a la hora de difundir contenidos violentos: ¿realmente sirven para completar la información o son solo un reclamo controvertido para atraer a más usuarios?
La mayoría de webs, como YouTube, introducen el vídeo con un mensaje que alerta sobre el contenido de las imágenes, que pueden herir la sensibilidad de los espectadores. La propia madre de Nichols ha explicado que no ha sido capaz de ver el vídeo y ha instado a los padres con hijos pequeños a no dejar que lo vieran.
El periodismo fotográfico y audiovisual puede ser muy polémico, sobre todo cuando trata temas como la guerra, la violencia, los desastres naturales, las crisis humanitarias… Este tipo de noticias muestran realidades muy duras que no son fáciles de presenciar. No obstante, los periodistas y editores son muy conscientes del poder que tienen para concienciar sobre los problemas e injusticias que hay en el mundo, y por eso los incluyen en sus noticias.