Las Naciones Unidas piden que este ecosistema marino sea incluido en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha presentado un nuevo informe sobre la situación medioambiental de la Gran Barrera de Coral de Australia, en el que alertan sobre el impacto del cambio climático y la contaminación en este ecosistema y piden que sea considerado “Patrimonio de la Humanidad en Peligro”.
Un grupo de expertos de la UNESCO visitó Australia en marzo y estuvo analizando los efectos sufridos en este paraje natural: desde el blanqueamiento masivo del coral, provocado por el aumento de las temperaturas y el incremento de la acidez del agua del mar, hasta la pérdida de biodiversidad.
La Gran Barrera de Coral se encuentra en la costa de Queensland, en el noreste de Australia, y es uno de los ecosistemas marítimos más grandes y con mayor biodiversidad del mundo. Allí se encuentran más de 400 tipos de coral, 1.500 especies de peces, 4.000 variedades de moluscos y cerca de 250 especies de aves marinas, además de esponjas, anémonas, crustáceos…
Los expertos piden a las autoridades australianas que apliquen medidas más estrictas para reducir las emisiones contaminantes, provocadas por la quema de combustibles fósiles (petróleo, carbón, gas natural). El objetivo es limitar el aumento de la temperatura global a 1,5ºC, de acuerdo con lo establecido en el Acuerdo de París.
Hasta ahora, el gobierno australiano se había mostrado reacio a incluir la Gran Barrera de Coral como Patrimonio Mundial en Peligro, porque esto implicaría tener que adoptar una serie de acciones y cambios en las políticas para garantizar su conservación.
Sin embargo, en mayo de este año se celebraron elecciones en Australia y se produjo un cambio de gobierno: Anthony Albanese, del Partido Laborista, tomó el relevo a Scott Morrison, del Partido Liberal, formación que gobernaba en el país desde 2013. De acuerdo con el nuevo gobierno, el cambio climático es una prioridad y de momento ha anunciado una reducción del 43% de las emisiones para 2030.
El paso del tiempo, escrito en el coral
Además de ser un espectáculo de la naturaleza, la Gran Barrera de Coral también aporta importantes datos científicos sobre la evolución de nuestro planeta. La barrera se extiende a lo largo de 2.000 kilómetros de la costa de Queensland y permite ver cómo la corteza terrestre ha evolucionado a lo largo de miles de años.
Los corales son seres vivos diminutos que viven formando grandes colonias: son los llamados arrecifes. Suelen formarse en aguas cálidas, ya que necesitan la luz del sol para sobrevivir, y son muy sensibles a los cambios ambientales (temperatura, composición del agua, erosión…).
En los últimos 15.000 años, los corales han sobrevivido a diferentes eras glaciares en interglaciares. A lo largo de los milenios, el nivel del mar bajaba hasta dejar los corales al descubierto, que quedaban expuestos a la erosión, y volvían a cubrirse de agua en épocas posteriores, dando lugar a la creación de islas y al crecimiento de los arrecifes.
La Gran Barrera de Coral es el ecosistema coralino más grande del mundo y va desde la orilla de la costa australiana hasta 250 kilómetros mar adentro, llegando a los 2.000 metros de profundidad. Esto permite a los científicos observar diferentes tipos de coral y diferentes estados de su formación, además de ofrecer información geológica sobre la formación de la Tierra.
Por otro lado, también sirve para estudiar cómo conviven y se relacionan animales de especies muy diferentes (plantas, peces, crustáceos), que compiten entre ellos o se ayudan para sobrevivir. Por ejemplo, los corales sirven de refugio para algunas especies de peces, mientras que las aves sirven a las plantas marinas para dispersar sus semillas y expandirse.
Patrimonio de la Humanidad en peligro
La Lista de Patrimonio Mundial en Peligro es un listado elaborado por la UNESCO que incluye lugares que son Patrimonio de la Humanidad y que están en peligro por diferentes motivos, ya sea por una guerra o conflicto armado, un terremoto u otro desastre natural, por la contaminación, la urbanización descontrolada o la caza ilegal.
En la actualidad, hay 1.154 lugares que son Patrimonio de la Humanidad, y 52 están en peligro. Al inscribirse en la lista de patrimonio en peligro, la UNESCO puede destinar fondos de recuperación para mejorar la situación de ese lugar, ya sea restaurando edificios o financiando programas de conservación medioambiental.
No obstante, las acciones de mejora deben implementarse siempre con el visto bueno del país donde se encuentre el Patrimonio. Algunos países piden a la UNESCO que incluya sus parajes en la lista para llamar la atención de la comunidad internacional y obtener ayudas económicas; mientras que, para otros Estados, estar en la lista supone una crítica a sus políticas y consideran que les da mala imagen.
La Gran barrera de Coral fue inscrita como Patrimonio de la Humanidad en 1981 y, desde hace años, la UNESCO alerta sobre la necesidad de incluirla en este listado para proteger este ecosistema de gran valor biológico.
Algunos lugares en la Lista de Patrimonio de la Humanidad en Peligro son la antigua ciudadela de Bam (Irán), que quedó destruida por un terremoto en 2003 donde murieron 26.000 personas; la ciudad histórica de Zabid (Yemen), donde las casas antiguas han sido sustituidas por edificios de cemento; o varios parques y reservas naturales en la República Democrática del Congo, afectados por la guerra y los conflictos armados.