El gobierno de Rumanía incorpora un asistente virtual con inteligencia artificial para asesorar en las políticas sociales
El primer ministro de Rumanía, Nicolae Ciucă, cuenta con un nuevo asesor para tomar decisiones sobre las políticas en el país. Solo que este asistente no es una persona, sino un sistema de inteligencia artificial (IA) que analiza la opinión pública de la sociedad rumana.
Este sistema se llama Ion y se encarga de recopilar y analizar las opiniones, ideas y comentarios de los poco más de 19 millones de habitantes de Rumanía. Para hacerlo, el programa rastrea internet y las redes sociales para ver de qué hablan los rumanos y cuáles son las opiniones más populares (e impopulares) sobre cada tema. También disponen de una web oficial donde dejar sus comentarios a la IA.
En ese sentido, el gobierno rumano ha insistido en que Ion sirve para “escuchar a la ciudadanía” y atender sus quejas y peticiones, pero que la decisión final sobre las políticas seguirá en manos de un equipo de personas humanas.
No obstante, algunos expertos en tecnología señalan que este sistema también tiene sus desventajas. Por ejemplo, que mucha gente no cuenta con un usuario en internet (sobre todo la gente mayor) y que no todo el mundo participa en las redes sociales ni muestra su opinión de la misma manera.
Como consecuencia, la representación social que ofrece esta inteligencia artificial puede ser sesgada y poco ajustada a la realidad. Algunas opiniones o ideas están sobrerrepresentadas en las redes (las que tienen más seguidores o generan más “ruido”), mientras que otras reivindicaciones o movimientos sociales quedarían invisibilizados porque no son lo suficientemente populares.
A esto se añade el problema de los bots: cuentas automatizadas que no tienen ninguna persona detrás y que sirven para hacer spam sobre un tema en redes sociales. Los bots publican de forma repetitiva sobre un tema para crear la sensación de que se habla mucho sobre ello y, por lo tanto, que es una cuestión importante para la sociedad… Aunque en realidad es una percepción ficticia, fabricada por un programa informático.
IA: una visión falsa de la realidad
El uso de inteligencia artificial en política no es nuevo. En las elecciones de Estados Unidos de 2016, cuando el polémico Donald Trump se hizo con la presidencia, internet tuvo un papel muy importante a la hora de difundir desinformación, rumores y fake news entre los votantes.
Varios estudios e investigaciones posteriores han demostrado que hubo una campaña de desinformación en redes sociales, sobre todo en Twitter y Facebook, impulsada por el gobierno ruso. El objetivo era crear un clima de división y odio entre los votantes estadounidenses y favorecer a Trump en los resultados, porque se consideraba el candidato más controvertido y que sus políticas podrían perjudicar la reputación de Estados Unidos.
Ahora, la IA ha ido un paso más allá hasta entrar en el mundo de la imagen: ya no solo se fabrica información escrita para difundir determinadas ideas, sino que también se crean fotografías y vídeos falsos para responder a unos intereses políticos.
Varias fotos de Donald Trump siendo detenido han aparecido durante los últimos días en internet y los medios de comunicación. Las fotos son falsas, generadas con un programa de inteligencia artificial, pero los defensores del expresidente las han utilizado para denunciar una supuesta campaña de persecución y difamación. De hecho, el propio Trump llevaba días anunciando en sus redes sociales que sería detenido (una estrategia para generar expectativa, aunque fuera a costa de difundir información falsa).
Las imágenes de la falsa detención de Trump son fáciles de rebatir: solo hay que fijarse bien en los detalles, el tono de las caras, la baja resolución en algunos perfiles o consultar cualquier diario o informativo para ver que la noticia no aparece en ninguna portada. No obstante, la IA evoluciona muy rápido y cada vez será más difícil diferenciar entre imágenes reales e imágenes fabricadas. ¿Cómo podremos distinguir la verdad?
La importancia de la educación mediática
Lo cierto es que Trump está siendo investigado en varias causas judiciales: desde el asalto al Capitolio en enero de 2021, hasta la posesión de documentos clasificados o el pago de sobornos. No obstante, la mayoría de usuarios no se cuestionan las noticias que leen en redes sociales, no buscan el origen de la información ni la contrastan con otros medios de comunicación.
De ahí la importancia de navegar por internet con una mirada crítica: ser conscientes de qué medios tienen más credibilidad y prestigio, fijarnos en quién comparte las informaciones, conocer las relaciones entre políticos y empresas para ver si tienen intereses comunes…
La educación mediática nos permite interactuar con los medios de comunicación para entender la información que ofrecen y saber analizarla para extraer unas conclusiones. Este tipo de educación es más necesaria que nunca en la actualidad, cuando internet se ha convertido en la principal fuente de información: la cantidad de contenidos publicados es inmensa y eso hace más difícil detectar la desinformación.
En este proceso es fundamental el sentido común, para cuestionar todos los mensajes que nos llegan y no darlos por buenos solo porque estén publicados o circulen por internet. También es importante ser responsables y no difundir información de cuya veracidad sospechamos, para no contribuir a la difusión de bulos y fake news.
Aunque no lo parezca, la información tiene consecuencias en la vida real: puede hacer que un producto o empresa se hunda o tenga mucho éxito, encumbrar a un personaje famoso o cancelarlo ante la opinión pública, e incluso determinar el resultado de unas elecciones… ¡La información es poder y estar informados nos hace menos vulnerables!