La misión Polaris Dawn completa la primera caminata espacial privada de la historia

Esta misión espacial no depende de ninguna agencia espacial pública, sino que ha sido desarrollada por la compañía SpaceX, del magnate Elon Musk

El comandante Jared Isaacman y la ingeniera Sarah Gillis se han convertido en las dos primeras personas de la historia en realizar una caminata espacial privada. La misión Polaris Dawn consiguió este hito después de salir fuera de la cápsula de Dragon, la nave espacial en la que viajan junto al piloto Scott Poteet y la ingeniera Anna Menon.

Una caminata espacial, también conocida como actividad extravehicular, ocurre cuando un astronauta sale de la nave en la que viaja y se desplaza por el espacio exterior. Durante estos ejercicios, los astronautas están atados a la nave con unos cordones de seguridad para quedarse cerca de su dispositivo.

Hasta ahora, este tipo de actividades siempre habían sido organizadas por agencias espaciales públicas, es decir, agencias que están financiadas por los gobiernos. Entre ellas, destacan algunas como la NASA (Estados Unidos), Roscosmos (Rusia), la ESA (Agencia Espacial Europea) y la CNSA (Agencia Espacial China).

Sin embargo, Isaacman y Gillis no pertenecen a ninguna de estas agencias, sino que trabajan para la compañía espacial SpaceX. Esta es una empresa privada que pertenece principalmente al magnate Elon Musk, su fundador y director ejecutivo (CEO). 

Con esta misión, los astronautas de la compañía también han batido otro récord: han superado los 1.400 kilómetros de distancia de la Tierra, convirtiéndose en el viaje tripulado más lejano desde las misiones Apolo que llevaron a los primeros seres humanos a la Luna hace 55 años.

Innovación privada y SpaceX

A medida que la industria espacial ha evolucionado, las empresas privadas han desempeñado un papel cada vez más importante en el diseño, desarrollo y ejecución de misiones espaciales. Entre ellas, encontramos compañías como Blue Origin, perteneciente al magnate Jeff Bezos (también dueño de Amazon), o SpaceX, del empresario Elon Musk.

La compañía espacial de Musk fue la primera empresa privada en enviar astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI) con el cohete Dragon 2 en 2020. Pese a sus viajes espaciales de éxito, muchos de sus prototipos de cohetes también han sufrido inconvenientes en los últimos años. Algunos han explotado minutos después del despegue, por lo que no han podido realizar el viaje que esperaban. 

SpaceX está actualmente desarrollando Starship, un vehículo espacial completamente reutilizable diseñado para llevar grandes cantidades de carga y tripulación a destinos como la Luna. Es el proyecto más ambicioso de la empresa y forma parte de su visión de colonizar Marte, es decir, de establecer asentamientos de personas en este planeta.

Además, la empresa de Musk ha lanzado el proyecto Starlink, una constelación de satélites en órbita baja destinada a proporcionar internet de alta velocidad en todo el mundo, incluidas áreas más remotas. 

El poder de Elon Musk

Elon Musk no solo es el dueño de SpaceX. Este empresario es la persona más rica del mundo, según los últimos datos recopilados por la revista Forbes. Supera a Jeff Bezos (dueño de Amazon) y a Mark Zuckerberg (Facebook), entre otros. El estadounidense podría tener un patrimonio neto de 210.300 millones de dólares. 

Este dinero procede de todas las empresas en las que colabora: Musk es director ejecutivo de la empresa de coches eléctricos Tesla, la empresa espacial SpaceX, la empresa de redes sociales X (anteriormente conocida como Twitter), así como fundador de la empresa de inteligencia artificial Open AI. 

Además de ser la persona más rica del mundo, Elon Musk es un personaje que no pasa desapercibido. Ha formado parte de diversas polémicas por sus opiniones políticas, que suele expresar en su perfil de X. 

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En 2020, cuando estalló la pandemia del coronavirus, el empresario se mostró escéptico con el virus y llegó a afirmar que ni él ni su familia se vacunarían cuando las dosis estuvieran disponibles. Posteriormente ha hablado abiertamente de teorías de la conspiración, ha recibido demandas por discriminación y suele criticar a los medios de comunicación, a los que acusa de difundir noticias falsas o sensacionalistas sobre él y sus empresas.