¿Las series, la publicidad, y otros medios de comunicación afectan a cómo las personas se perciben a sí mismas?
Por: Ariadna López Ferrández y Mariona Justicia Iglesias
En primer lugar, tenemos la publicidad. Su principal objetivo es provocar en sus espectadores una reacción, un impulso como comprar una crema o querer esa pieza de ropa, y para conseguirlo usan una serie de técnicas persuasivas. Siempre intentan apelar a las emociones. De esta manera, hacen que sientas una emoción fuerte y que aunque no sea necesario, en nuestro cerebro se activa esa necesidad, ya que o bien le gusta como le hace sentir, o bien le produce lástima, etc.
Lo importante es que seamos conscientes de ello, detectemos estas situaciones y que hagamos un trabajo de reflexión cuando tengamos estos impulsos.
Por otro lado, lo podemos enfocar por el tema de los estereotipos y en cómo solo simples imágenes provocan una serie de pensamientos y conductas en las personas, sobre todo en los jóvenes.
Las marcas hasta hace nada solo trabajaban con el mismo tipo de perfil de persona. No encontramos anuncios de una familia con dos padres, una mujer en un mecánico, un cargo importante de una empresa con rastas, ni tampoco catálogos de bikinis probados en todo tipo de cuerpos.
Muchas personas, sobre todo de la población adolescente, que se salen de las medidas estándares, del aspecto adecuado, hasta del color de piel perfecto, se sienten menos, sienten que no son igual de válidos por el hecho de ser diferentes a la norma. Al final, no tener un referente igual que tú y, por ejemplo, no ver nunca tu cuerpo en ningún bikini, hace que pienses que realmente, tal vez, es que no eres apto o apta para llevar bikini y tienes que cambiar para encajar en él. Cuando la verdadera cuestión está en que la camiseta te tiene que encajar a ti, no que tú tienes que encajar en la camiseta.
Gracias a personas que han dado la cara defendiendo a los colectivos más ignorados y discriminados, esto está empezando a cambiar y cada vez vemos más diversidad e inclusión, y más personas se pueden sentir representadas, respetadas e incluidas en la sociedad de la que forman parte.
Esto durante muchísimo tiempo ha provocado que personas desarrollen trastornos mentales, entro otros. Ir al psicólogo hasta hace unos años era un tema tabú y estaba muy mal visto, cosa que empeoraba la situación de estas personas, que por desgracia cada vez son más, que se sienten desplazados, incomprendidos o que no saben qué les pasa.
Por suerte, la población se ha dado cuenta de este gran problema y se ha puesto en marcha para acabar con él. Ahora la salud mental está muy presente entre nosotros y se está luchando para que todo el mundo pueda cuidar la suya, independientemente de la clase social o supuesta gravedad de la situación.
Cada vez hay más movimientos sociales como el body positivity. Un movimiento social que se enfoca en la aceptación de todos los cuerpos, independientemente del tamaño, forma, tono de piel, género o habilidades físicas, mientras desafía los estándares de belleza actuales.
Los colegios ahora dan charlas para concienciar a los alumnos de los peligros de los medios de comunicación y como afrontarlos. Además, se está procurando dar prioridad a la salud mental delante de cualquier cosa, dando herramientas a los estudiantes para conocerse y formarse una buena estima personal.
Además, nos podemos ver influenciados en el comportamiento y la manera de actuar que se muestran en las películas o series de televisión. Y no tenemos en cuenta que las series son entretenimiento, por eso no debemos imitar los comportamientos de los personajes.
Algunas investigaciones sugieren que los programas de televisión más realistas pueden incrementar la normalización de situaciones como agresiones, desensibilización, drogas… Sobre todo en adolescentes y niños que no son verdaderamente conscientes de la realidad. Claramente, no todos tendrán la misma reacción, pero es importante monitorizar y vigilar el contenido que consumen los niños.
En pocas palabras, los medios de comunicación sí afectan a como nos percibimos, y pueden influir en nuestros comportamientos, apariencia y personalidad. Puede provocarnos problemas de autoestima, desensibilización, crearnos estereotipos…, ya que muchos de ellos pretenden influenciarnos. Por eso, es importante ser conscientes de la influencia que tienen los medios de comunicación en nuestro día a día.
Es importante que las personas sean conscientes de la influencia que los medios pueden tener en sus percepciones de sí mismas y del mundo que les rodea, y estén dispuestas a cuestionar los mensajes que se les presentan. Los reguladores de medios y las empresas también deben ser responsables en la forma en que transmiten y comercializan sus mensajes, evitando el uso de tácticas engañosas o poco éticas para persuadir a las personas a consumir sus productos.