El último informe de la Organización Meteorológica Mundial revela que nuestro planeta ha alcanzado récords alarmantes en temperatura, nivel del mar y deshielo
En 1992, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 26 de marzo como el Día Mundial del Clima, una jornada que nos permite concienciar y sensibilizar sobre la importancia e influencia que tiene el clima en nuestras vidas. Una muestra de ello es el último informe del Estado del Clima de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Este estudio recopila cada año datos clave sobre el cambio climático y sus impactos en nuestro planeta, basándose en indicadores como la temperatura, el nivel del mar o los fenómenos meteorológicos extremos. En su último informe, la OMM advierte que algunos de los impactos del calentamiento global que está sufriendo la Tierra serán irreversibles.
La investigación señala que 2024 fue el año más cálido desde que hay registros y que la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera ha alcanzado los niveles más altos de los últimos 800.000 años. El ritmo al que sube el nivel del mar se ha duplicado y los glaciares han sufrido la mayor pérdida de masa jamás registrada.
Por otro lado, el informe destaca cómo los fenómenos meteorológicos extremos (ciclones tropicales, sequías, inundaciones, huracanes, incendios forestales…) provocaron desplazamientos masivos, crisis alimentarias y grandes pérdidas económicas en varias regiones del mundo el año pasado.
¿Qué es el clima?
Cuando hablamos de clima nos referimos al conjunto de condiciones meteorológicas y atmosféricas que caracterizan una región determinada durante un período prolongado. Para establecer el tipo de clima que tiene una región, se tienen en cuenta elementos meteorológicos como la presión, el viento, la temperatura, la precipitación y la humedad.
No debemos confundirlo con el tiempo meteorológico, que se refiere a las condiciones atmosféricas que hay en un lugar y momento específicos. El tiempo puede cambiar en cuestión de horas o días; a diferencia del clima, que es algo mucho más prolongado en el tiempo.
Es muy fácil de entender si ponemos un ejemplo. Hoy en Madrid está lloviendo y hace 10 grados (tiempo meteorológico) vs. Madrid tiene un clima mediterráneo, con veranos calurosos e inviernos frescos (clima).
Por otro lado, está el cambio climático, que es la modificación que sufre el clima a largo plazo debido principalmente a la actividad de los seres humanos. Aunque el clima cambia de forma natural a lo largo de los años, las actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles o la deforestación, están acelerando estas alteraciones.
¿De qué manera te afecta esta noticia?
¿Te imaginas no poder ir a clase por culpa del cambio climático? Aunque suena a un escenario hipotético, es la realidad que enfrentan millones de niños, niñas y adolescentes en el mundo.
Un informe de UNICEF ha analizado cómo los riesgos climáticos afectaron a la educación de los menores en 2024. El estudio señala que al menos 242 millones de niños, niñas y adolescentes de 85 países vieron interrumpida su escolarización debido a fenómenos meteorológicos extremos como olas de calor, ciclones, tormentas, inundaciones y sequías.
Recordemos, por ejemplo, lo que ocurrió con la DANA en Valencia. Según Unicef, las clases presenciales de al menos 13.000 niños y niñas se vieron interrumpidas por culpa de este fenómeno. En Italia, las lluvias torrenciales e inundaciones interrumpieron la escolarización de más de 900.000 alumnos. A nivel global, las olas de calor fueron el principal riesgo climático que causó el cierre de escuelas el año pasado, con más de 118 millones de alumnos afectados solo en el mes de abril.
Las organizaciones internacionales como UNICEF o la ONU recuerdan constantemente la importancia de poner en marcha medidas urgentes para frenar los efectos del cambio climático.
El ABC de la noticia
Nivel del mar: altura media de la superficie del océano que está aumentando debido al calentamiento global y el deshielo de los polos.
Desplazamiento masivo: movimiento forzado de un gran número de personas debido a conflictos armados, desastres naturales o cambios ambientales.
Quema de combustibles fósiles: combustión de carbón, petróleo y gas natural para obtener energía, liberando gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático.
Deforestación: eliminación masiva de árboles y bosques, lo que reduce la biodiversidad y aumenta la emisión de CO2 a la atmósfera.