LALIGA denuncia racismo contra jugadores del Barça

Los futbolistas Lamine Yamal, Raphinha y Ansu Fati recibieron insultos racistas durante el último partido disputado en el Santiago Bernabéu

El fútbol español vuelve a ser noticia por un caso de racismo en el campo. En ese caso, los protagonistas son Lamine Yamal, Raphinha y Ansu Fati, jugadores del F.C. Barcelona, quienes recibieron insultos racistas durante el partido contra el Real Madrid celebrado el sábado 27 de octubre en el Santiago Bernabéu.

Mientras se disputaba el clásico, los jugadores del Barça escucharon gritos de los aficionados del Madrid con insultos tan graves como “puto negro”, “puto moro”, “mena de mierda” y “a vender pañuelos al semáforo”. Otros aficionados grabaron la situación y la han compartido en redes sociales. 

El partido, que acabó con la victoria del Barcelona (0-4), quedó empañado por el racismo. Tras lo ocurrido, LALIGA, organización encargada de gestionar la principal división del fútbol profesional en España, compartió un comunicado condenando las intolerables conductas racistas de los aficionados.

La organización también ha anunciado que denunciará de forma inmediata los insultos y gestos racistas recibidos por los jugadores ante la Sección de Odio de la Brigada de Información de la Policía Nacional, la unidad especializada dedicada a la investigación y prevención de los delitos de odio en nuestro país.

Por otro lado, el Real Madrid emitió un comunicado de repulsa por lo ocurrido y ya ha anunciado que abrirá una investigación para localizar e identificar a los autores de los insultos. Vinícius Júnior, jugador brasileño del Real Madrid que también ha sido víctima de racismo en el campo, ha mostrado su apoyo a sus compañeros de profesión.

Condenas contra el racismo en el fútbol

En España, las sanciones contra las actitudes racistas que tienen lugar en los partidos de fútbol no corresponden a LALIGA. La legislación vigente no permite a esta asociación deportiva imponer sanciones disciplinarias ni administrativas; por ejemplo, no tiene la capacidad de detener un partido después de que un aficionado insulte a un jugador.

LaLiga tiene la posibilidad de denunciar las discriminaciones raciales que ocurren en el campo ante otros organismos, que sí tienen capacidad y responsabilidad de aplicar sanciones; como el Comité de Competición de la RFEF o la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte. 

Este 2024, en España se han producido las primeras condenas por insultos racistas en un campo de fútbol. En total, ha habido tres casos y la víctima siempre ha sido la misma: Vinícius Júnior, jugador brasileño del Real Madrid. 

La primera condena tuvo una repercusión mundial por ser pionera: tres aficionados del Valencia fueron condenados a ocho meses de prisión por un delito contra la integridad moral con agravante de odio por los insultos xenófobos que gritaron al futbolista en el estadio de Mestalla.

Además de la condena, los tres aficionados firmaron a petición del Real Madrid una carta en la que pidieron perdón al jugador, al club y a todos los que pudieran sentirse ofendidos por sus palabras. La sentencia también les prohíbe acceder a estadios en los que se celebren partidos organizados por LALIGA.

Igualdad y respeto en el fútbol

Deportes como el fútbol tienen el potencial de fomentar la cohesión social y transmitir valores importantes, como el juego limpio, el respeto mutuo y la tolerancia entre los jugadores. Sin embargo, en ocasiones esta actividad también deja espacio para el racismo y la discriminación.

Por eso es fundamental promover la diversidad y la inclusión, y educar no solo a jugadores, sino también a entrenadores, árbitros y aficionados sobre la importancia del respeto mutuo y la igualdad tanto dentro como fuera del campo. Esto ayudará a erradicar el racismo y la discriminación en el deporte, pero también a construir una sociedad más justa.

Esta idea debe ser primordial en el fútbol profesional y las ligas profesionales de todo el mundo. Entre otras razones, porque este deporte reúne a millones de aficionados y espectadores en todo el mundo y se ha convertido en un ejemplo a seguir para muchas personas. 
Pero además esta idea también tiene que llegar a los niveles más bajos del deporte. En los partidos de fútbol infantil y juvenil es fundamental que tanto niños, niñas y jóvenes futbolistas, como padres, madres, entrenadores y árbitros sean conscientes de que ni la violencia, ni la intolerancia, ni el racismo o la xenofobia deben tener cabida en el campo.