Museos de diferentes ciudades se plantean devolver las piezas expoliadas durante el periodo colonial a sus países de origen
La historia de los grandes museos de arte está estrechamente relacionada con el expolio y el saqueo artístico, es decir, el robo de obras de arte en otros países por grandes potencias o a causa de una guerra.
Piezas tan conocidas como el Partenón de Atenas, el busto de Nefertiti o los moai de la isla de Pascua son objeto de controversia al estar en museos europeos como resultado del expolio que se produjo durante los siglos XIX y XX.
Desde hace algunos años, los países que fueron colonizados reclaman el retorno de las obras de arte expoliadas. Ahora, algunos museos han empezado a tomar medidas al respecto.
El Museo Británico (British Museum) ha contratado a una curadora para profundizar en su colección, que a lo largo de 267 años ha acumulado piezas de gran valor como las esculturas del Partenón de Atenas, los bronces de Benin, la piedra Rosetta de Egipto y la estatua del moai Hoa Hakananai’a. No obstante, por el momento la institución británica se ha negado a devolver ninguna de estas piezas.
Otros museos europeos, sin embargo, han dado pasos en. Es el caso del Rijksmuseum de Amsterdam, que ha devuelto un cañón de plata, bronce y rubíes a Sri Lanka, así como otras obras a Indonesia. Además, están analizando una lista de 450.000 piezas de su colección procedentes de las antiguas colonias holandesas.
En Francia, el Senado aprobó el pasado mes de noviembre la restitución de 27 piezas de arte africano expoliadas en Benín y Senegal durante la época colonial. Se trata de obras conservadas por el Musée du Quai Branly-Jacques Chirac de París.
El expolio de los nazis
Uno de los expolios artísticos más grandes de la historia lo realizaron los nazis e incluso existe una palabra en alemán para denominar las obras de arte robadas durante el Tercer Reich: raubkunst, que significa “expolio nazi”.
Las víctimas del robo fueron principalmente judíos y otros colectivos perseguidos por el régimen nazi entre 1933 y 1945, tanto en Alemania como en los países ocupados durante la Segunda Guerra Mundial. Se calcula que los nazis robaron cerca de 600.000 obras de arte en toda Europa.
Los nazis redactaron nuevas leyes que justificaban la apropiación por parte del régimen e incluso crearon autoridades e instituciones que se encargaban específicamente de sustraer las obras a sus legítimos propietarios.
Al final de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el expolio nazi fue clasificado como un crimen de lesa humanidad. Medio siglo después se aprobó la Declaración de Washington (1998), que establece regulaciones internacionales para identificar el arte saqueado por los nazis y restituirlo a sus propietarios o herederos.
El Museo del Louvre es uno de los museos que enriqueció sus colecciones con arte expoliado por los nazis, por lo que también han contratado a una historiadora para analizar el origen de sus adquisiciones.
Grandes lugares expoliados
Algunas de las piezas más famosas de los grandes museos del mundo llegaron allí mediante el expolio realizado en las colonias o durante conflictos bélicos.
Las esculturas de mármol del Partenón de Atenas, por ejemplo, fueron retiradas de forma violenta e ilegal por Lord Elgin en el siglo XIX y vendidas al Museo Británico. Allí pueden verse todavía hoy en día, a pesar de las continuas reclamaciones de restitución por parte del gobierno griego.
Otro caso conocido es el del busto de Nefertiti que se puede visitar en el Neues Museum de Berlín. El egiptólogo alemán Ludwig Borchardt utilizó métodos poco transparentes para hacerse con la escultura y llevarla a Alemania en 1913. Egipto reclama su devolución desde hace años, pero Berlín se niega a restituirla.
El pasado mes de diciembre se inauguró, también en Berlín, el Humboldt Forum: un gran centro cultural con más de 20.000 piezas procedentes de antiguas colonias alemanas de África, Sudamérica, Asia y Oceanía. La apertura del centro provocó una gran polémica por el hecho de que las piezas sigan sin devolverse a sus lugares de origen.
Los países que vivieron bajo la colonización de grandes potencias como Francia, el Reino Unido o Holanda son los que más obras han visto expoliadas y también reclaman su devolución.
África fue uno de los continentes que más sufrió el colonialismo europeo. Allí, el gobierno de Etiopía ha pedido que se restituyan 3.081 objetos y el Chad exige 10.000. Por su parte, en Nigeria se está construyendo un museo para exhibir el arte expoliado. Muchos grupos indígenas reclaman también el retorno de objetos expoliados en Australia, Nueva Zelanda y América del Norte durante la expansión colonial.