26 marzo 2025
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26 marzo 2025

Los límites planetarios y las consecuencias de sobrepasarlos

Algunos límites sobrepasados ya producen impactos muy graves en nuestro ecosistema y acentúan la pobreza y la desigualdad

El concepto de límites planetarios fue propuesto en 2009 por el Centro de Resiliencia de Estocolmo para definir un “espacio de actuación seguro para el desarrollo humano”. Con este concepto querían recordar que la Tierra es finita y que no podemos extraer recursos de manera ilimitada. El agotamiento de recursos naturales ocurre cuando estos se consumen más rápido de lo que la naturaleza puede regenerarlos, lo que genera un desequilibrio, ya que se extrae un 20% más de lo que se puede reponer.

Las principales causas de este agotamiento, con una población mundial creciente y un reparto muy desigual de los recursos, son las actividades económicas humanas, que comportan la extracción de materias primas y combustibles fósiles, la deforestación, la contaminación y el cambio climático. Estos factores impactan sobre recursos esenciales como el agua, los bosques, los minerales y los suelos, y su explotación masiva tiene como consecuencias la escasez de alimentos y el incremento de la frecuencia y virulencia de los desastres naturales.

Para evitar este agotamiento, se deben proteger los ecosistemas y reducir la extracción de recursos, promoviendo el reciclaje, el uso de recursos renovables y la eficiencia en la producción. La reutilización de residuos como recursos reduce la extracción, pero el sistema económico actual está muy lejos de conseguir la economía circular. Es urgente que el sector privado adopte una producción más sostenible para operar dentro de los límites planetarios, un reto imprescindible para el futuro. A nivel individual también podemos contribuir con una concienciación y medidas que contribuyan a reducir el consumo.

Los nueve límites planetarios

Al definir los limites planetarios, el Centro de Resiliencia de Estocolmo identificó nueve procesos clave que son esenciales para la estabilidad de la Tierra. Superar estos límites podría generar efectos en cascada que desestabilicen el sistema terrestre.

Los límites planetarios incluyen la destrucción de la capa de ozono, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación química, la acidificación de los océanos, el consumo de agua dulce, la alteración de los ciclos del fósforo y el nitrógeno, los cambios en el uso del suelo y el impacto de los aerosoles atmosféricos.

Actualmente, los seis primeros de estos límites ya han sido sobrepasados. En lo que se refiere a la destrucción de la capa de ozono, aunque se había reducido, la protección de la capa de ozono ha mejorado gracias al Protocolo de Montreal.

En relación al cambio climático, el CO2 en la atmósfera ha superado las 420 partes por millón, lo que compromete seriamente la estabilidad climática.

La explotación de recursos también impacta en la destrucción de la biosfera. La pérdida de biodiversidad es alarmante, con más de un millón de especies en peligro de extinción.

La contaminación química, es decir, la acumulación de sustancias tóxicas, como metales pesados y plásticos, ha superado el límite seguro.

También el proceso de acidificación de los océanos es preocupante. El aumento de CO2 disuelto en el agua está alterando la química oceánica y afectando la vida marina.

La creciente demanda de agua para usos humanos, junto con el cambio climático y la alteración de ecosistemas, está presionando el ciclo hidrológico.

El resto de los límites planetarios, a pesar de no haber sido superados, también están en situación preocupante. Las actividades humanas, como el uso de fertilizantes, han alterado los ciclos naturales del fósforo y el nitrógeno, elementos esenciales para la vida, superando ya el límite en el caso del nitrógeno.

La expansión de la agricultura ha transformado la mitad de la superficie terrestre habitable, y ha superado el límite de uso sostenible del suelo. La superficie disponible para cultivos no para de disminuir y el cambio climático combinado con las prácticas nocivas, están haciendo crecer la aridez de los suelos de forma alarmante en todo el planeta.

Finalmente, aunque sabemos que los aerosoles atmosféricos influyen en el clima y el ciclo del agua, su impacto exacto es poco conocido y este límite está mal cuantificado, siendo el menos claro de todos.

Las consecuencias de sobrepasar los límites planetarios

Estos límites interrelacionados están afectando la estabilidad planetaria, y si no se abordan, podrían provocar cambios irreversibles en el entorno global. Superar los límites planetarios pone en riesgo la habitabilidad de la Tierra al alterar ecosistemas y sistemas climáticos esenciales.

Estas transgresiones aumentan el riesgo de eventos climáticos extremos, pérdida de recursos y desequilibrios globales. Y es que no solo afectan no solo al medio ambiente, sino también a la pobreza, exacerbando las desigualdades sociales. Por ejemplo, el cambio climático, impulsado por la acumulación excesiva de gases de efecto invernadero, está provocando fenómenos meteorológicos extremos, como sequías, inundaciones y olas de calor, que afectan especialmente a las comunidades más vulnerables, muchas de las cuales ya luchan por sobrevivir en condiciones precarias.

Asimismo, la pérdida de biodiversidad y la destrucción de la biosfera limitan los recursos naturales esenciales, como alimentos, agua y medicinas, afectando a los pueblos más pobres, que dependen directamente de los ecosistemas locales. La contaminación química también agrava la situación, al contaminar los recursos hídricos y los suelos, lo que afecta a las comunidades rurales y a los países en desarrollo, donde las infraestructuras de salud y gestión ambiental son más débiles.

Estos límites planetarios, al ser sobrepasados, no solo amenazan la estabilidad del planeta, sino que profundizan la pobreza, ya que los impactos ambientales más graves afectan desproporcionadamente a quienes tienen menos recursos para adaptarse o mitigar los efectos del deterioro ecológico.

Este artículo forma parte de la Unidad Didática ‘Ecología integral’, elaborada en colaboración con Cáritas.

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